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HE CAMBIADO, capitulo 18 - #YSBLF

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 27 feb 2018
  • 8 Min. de lectura

Todo un año paso para los preparativos Armando quería que su día con Betty fuese algo inolvidable para los dos a pesar de no ser tan ostentoso, Betty estaba ansiosa por su gran día, los nervios le abrían el apetito y se había convertido en cliente fiel de Postresland que estaba muy cerca Ecomoda, mientras comía su postre favorito divisó una figura muy familiar, con una bebé en brazos, le sorprendió tanto verlo que dio un respingo al cruzarse sus miradas, más que disgusto era asombro, poco a poco sin dejar a su bebé se fue acercando a ella con una gran sonrisa – sus hoyuelos, pensó Betty –


Mc. Hola! – Betty se levantó Mario se veía muy guapo, estaba totalmente cambiado, más fresco, más des complicado, se veía incluso más joven, más lindo, lo admiro un rato sin decir nada, solo le dio un beso muy cerca a su boca, era una costumbre entre los dos, Mario se sorprendió, pero no se apartó –

Be. Que gusto me da verte y ese hermoso bebé? – No podía apartar su mirada, Mario era todo un Adonis –

Mc. Mi Hijo, se llama Fernando, saluda Fer.. – Movía la mano de su bebé –

Be. Tu hijo? Y cuándo? Cómo? jojojo okey cómo no… jojojo es que estoy sorprendida jamás pensé vivir para verte casado y con hijos, porque me supongo te casaste? Ansiaba la respuesta.

Mc. Si me case con Gabriela, la recuerdas? Es mi jefe en el Fashion Group…

Be. Si? Wow! Eres una caja de sorpresas jojojojo nunca me imaginé que algo pasará entre Uds. Dos, dijo tratando de sonreír, Mario aun movía le movía el piso, aunque Betty luchará por creer que no era así, ella no solo tendría ojos para su amado. Mario notó su incomodidad.

Mc. Nosotros no tuvimos nada antes Beatriz, se dio tiempo de después que regrese a Buenos Aires, pasábamos mucho tiempo juntos y una casa llevo a la otra. Pero bueno como estas? Como va todo con Armando?

Be. No tranquilo, no me debes ninguna explicación, ni más faltaba. – lo miraba con cinismo, no se había tragado nada – Bueno Armando y yo estamos muy bien, nos casamos en una semanas, de hecho siempre vengo aquí a bajar la ansiedad con azúcar jojojo


Mario estaba sorprendido por enterarse de su casamiento, aún le dolía imaginarlos juntos, ver a Betty tan feliz, tan bella, fue un golpe para él, aún no supera la pérdida de su bebé por eso amaba tanto a Fer, su hijo debía sentirse valorado por todos porque él era un milagro en su vida, Gaby también lo es, pero jamás amará a Gabriela como alguna vez amo a Betty, él lo sabía perfectamente.


Be. Ven siéntate debes estar algo cansado, como es eso de ser papá? Te luce – Betty se insinuaba, Mario no lo noto –

Mc. Jajajaja gracias Beatriz, pues al principio fue una cosa de locos, cuando me entere fui el hombre más feliz del mundo, es mi razón de ser, todo paso aún lado cuando esperas a tu primer hij… - Mario paro en seco – perdón… no quise decir, es que… bueno tú me entiendes. – Betty sonreía tristemente –

Be. Tranquilo Mario, no pasa nada, sé a lo que te refieres y me alegra que tengas la oportunidad de ser padre. – Betty bajo la mirada, habría aprendido a vivir con la idea de que perdió a su hijo, pero no podía evitar sentir dolor por no conocerlo –

Mc. No si pasa, fue desconsiderado de mi parte hablar así, no quiero que pienses que ya olvide a nuestro bebé, nunca ha sido así por el contrario… pensando en él y en todo lo que paso es por lo que valoro a Fernando.

Be. Es muy lindo, tiene tus hoyuelos, es precioso… - Betty le tomaba la mano a Fer – oye y Gabriela?

Mc. Está en una junta con textiles, precisamente iba para Ecomoda para saber cómo iban las cosas…y a verte – la miro fijo a los ojos, ella sonrió – pero me dio terror y seguí de largo, así que llegue acá y bueno aquí estas jajajaja cosas de la vida no? Jajaja

Be. Me alegra que hayas decido pasar de largo jajaj es lindo encontrarte lejos de esas paredes.


Fernando se quedó dormido en los brazos de Mario, así que decidió ponerle en su coche para que descansará mejor, Betty estaba enternecida por lo que veía y se imaginó cómo serían sus vidas si su hijo hubiese vivido, imaginar todo eso le dio un rara sensación de tristeza y alegría, definitivamente Mario era un gran papá, lo malo es que no era el de su hijo y lo peor es que no debía estar pensando en eso.


Mc. Si a mí también me alegra, me ahorre muchas incomodidades… jajaja. Mario recordó que estar con Betty era tener su sonrisa en automático, ella aún tenía ese poder en él.


Pasaron hablando casi toda la tarde hasta que Betty miro el reloj, llevaban dos horas, ya tenía que volver a Ecomoda pero no tenía ganas de irse y dejarlo, sabía que el tampoco querría llegar con ella eso sería demasiado para la gente, sobre todo para Armando, así que nuevamente se despidió dándole un beso, esta vez de media luna, su sexo se calentó por un momento, Mario sintió una corriente eléctrica recorrerle la espalda, y se fue no sin antes intercambiar números, definitivamente querrían volver a verse.


Al llegar a Ecomoda Betty veía a Armando en recepción hablaba con Aura María su semblante era duro, estaba preocupado, al ver entrar a Betty sintió un gran alivio, corrió y la abrazo.


Ar. Donde estabas mi amor? Por qué no le avisaste a nadie que habías salido?

Be. Perdón Amor… no pensé que me demoraría, salí a comprar un postre y decidí comérmelo allá, se me paso el tiempo, quería desesterarme un poco, me perdonas?

Ar. No amor no hay nada que perdonar, solo avisa para la próxima por favor.


En ese momento se abre la puerta, Armando escucha una voz muy familiar que saluda a Wilson, voltea y ve a un Mario diferente con un bebé en brazos, se sorprende pero sigue sin quitarle la mirada, aún tenía a Betty abrazada, por instinto voltea a verla y la ve sonreír viendo a Mario con su bebé, la imagen le molesta.


Mario entra y se detiene en seco, pensó haberle dado el tiempo suficiente a Betty para entrar y no pensó encontrarla así con Armando y menos en la recepción, sonríe tímidamente mientras va entrando, sabe bien que las cosas entre él y Armando no habían terminado bien, más por cómo se desapareció.


Mc Hola Armando como esta?


Armando por instinto le preguntaría que hace aquí, pero era lógico aún seguía siendo socio de Ecomoda, pero era realmente otra la pregunta que quería hacer, pues Mario era informado a través de su abogado sobre la situación de la empresa, no tenía necesidad de ir hasta allá.


Ar. Hola Calderón, bien y tu? Que te trae por acá?


Mario miró por un segundo a Betty quien se veía realmente incomoda por la situación, Armando noto su cruce de miradas, estaba alerta a cualquier respuesta de parte de ella, cualquier gesto, pero no hubo nada.


Mc. Quería ver como estaban, que había cambiado, nada más, no pensé que hubiese algún problema, igual como te puedes dar cuenta, mi situación es diferente, mientras veía a Fer.


Armando se tranquilizó un poco, así que lo hizo pasar a su oficina, en donde hablaron sobre pasar un porcentaje de sus acciones a nombre de su hijo, quería asegurar su futuro aunque aún no supiera caminar. La conversación fue netamente laboral, Armando no era capaz de preguntarle nada más aunque realmente quería saber que era de la vida de quien en algún momento fue su compañero inseparable, pero sabía qué hace tiempo había perdido ese derecho. Ambos se despidieron como en los caballeros que se habían convertido, Armando lo acompaño hasta el ascensor y se despidió también de Fer con un pequeño y sutil apretón de manos, cuando Mario entró al ascensor vio a Betty salir de la que por muchos años fue su oficina y alzó su mano para despedirla ella tímidamente le respondió.


Armando le incomodo el gesto pero lo ignoro, no quería que nada arruinara sus último días de novio de Betty, igual pronto se casarían y nadie podría quitársela.


Be. Amor, que quería Mario?

Ar. Negocios, pasar algunas acciones a nombre de su hijo, sabías que tenía un hijo? No te vi sorprendida al verlo… - la pregunta la tomó por sorpresa –

Be. Bueno Armando realmente las cosas entre Mario y yo terminaron bien y tú lo sabes, no tengo porque sorprenderme por el camino lógico de la vida.

Ar. No lo digo por eso, lo digo por lo que paso, sabes a que me refiero…

Be. No amor, él tiene derecho a rehacer su vida, tu y yo también tendremos hijos, él tiene derecho al suyo.


La tarde paso y con ella la conmoción que el regreso de Mario convertido en padre dejó, las del cuartel lo habían hablado toda la tarde, era el tema de interés del momento, quisieron comentárselo a Betty pero sabían cómo había acabado las cosas entre ella y Mario así que no quisieron comentar nada más.


Betty pasó toda la tarde recordando sus noches con Mario, lo apasionado que era en la cama, como la dominaba, prefería recordar porque era consciente que no podría revivir esos momentos, no era lo correcto, por más que su cuerpo lo anhelara, se iba a casar con el hombre que amaba quien también era excelente en la cama, pero con Mario el sexo era pura pasión, lujuria, le encantaba como la sometía por horas. Armando entro a la oficina, ya se iban juntos al apartamento, Betty no era consciente de su presencia, estaba inmersa en sus pensamientos, en lo húmedo de su vagina, en como sus dedos sutilmente hacían contacto con esa humedad, que la volvía loca, que le exigía recordar esos días. Armando se percató lo que ella hacía por debajo de la mesa y empezó a ayudarla, se sentó frente a ella, y allí fue cuando la despertó de sus sueños, Betty estaba sorprendida por lo que Armando hacía, él no sentía vergüenza por sus deseos, si quería hacerlo el lugar era lo de menos, Betty abrió la piernas y el rodo su panty, dejando su sexo a merced de esos dedos que tanto la hacían gozar, cuando estaba desesperada por su tacto lo tomo por la corbata, quitando la distancia entre ellos, Armando empezó a introducir un dedo, después paso a dos, Betty estaba loca, Armando tenía todo el pantalón mojado, la estaba pasando tan bien como ella, el gemía, darle placer a su mujer era darse doble placer, verla así desesperada lo enloquecía, la monto en el escritorio y con gran habilidad se deshizo de sus bragas, se bajó los pantalones y sin avisarle empezó a embestirla, Betty no aguantaba más, Armando mordí sus pezones, los lamía y volvía a morderlos, esa era su rutina favorita, eso la enloquecía y sin poder soportar más llego al clímax, unos segundos después Armando se escurrió dentro de ella, dejando caer su cuerpo en su mujer, ambos reían.


Ar. Amor y ese recibimiento que ha sido? Dijo mordiéndose el labio.

Be. Por qué no te gusto? Puedo hacerlo más seguido.

Ar. No para nada, al contrario me encanto, si quieres lo podemos repetir ya… dijo dándole un mordisco en el hombro.

Be. No mejor vámonos para que me dejes donde mis papás, hoy quiero pasar la noche con ellos. – Armando se extrañó –

Ar. Como así amor? Me vas a dejar dormir solito?

Be. Ay Amor no digas eso!, tú me vas a tener muy pronto todas las noches, quiero pasar estos últimos días con mis papás, no te molestas?

Ar. Claro que no amor, tranquila, yo te llevo… la abrazó y le dio un beso.


Ambos empezaron a cambiarse en silencio, Armando estaba desconcertado porque Betty no quería dormir con él, ella no era así, había ganado mucha independencia desde que vivió sola en Cartagena, le molestaba que no quisiera ir a su apto, pronto se sintió como Marcela, eso lo hizo reír, así que sin más paranoias deicidio dejar de pensar. Betty por su parte no podía creer que Mario le había dado uno de los mejores sexos con Armando, pensar que todo eso lo despertó él y en cómo se dieron las cosas, la había dejado aterrada, ella jamás había hecho el amor con Armando pensando en nadie más, definitivamente Mario vino a desordenarle la vida.


Continuará…

 
 
 

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