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HE CAMBIADO, capitulo 13 - #YSBLF

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 19 feb 2018
  • 9 Min. de lectura



Betty tenía planeada una sorpresa para Mario, iría a Bogotá quería celebrar sus ocho meses de relación, Betty estaba muy emocionada, después de casi dos meses sin poder verlo. Mario ya no la llamaba como antes, pero las veces que lo hacía era muy dulce con ella, le explicaba que las cosas con Armando andaban mejor y que pronto le diría que estaban juntos, pero preferiría darle un tiempo más hasta estar seguro, ella lo entendía pues siempre le demostró lo mucho que quería a Armando, prácticamente se conocían de toda la vida, aunque fuese incómodo no se lo podía quitar.


AuraM. Ecomoda, Buenas tardes?

Be. Hola, Aura María?

AM. Ella habla, con quien hablo?

Be. Hola!! Habla Betty como esta Aura María?

AM. Betty!!!!??’ Mijaaaa como esta de perdida ah? Que se hizo?? Se fue de aquí y se olvidó de nosotras, nos ha partido el corazón dos veces oyó!

Be. Ay Aura María no diga eso, sabes perfectamente que me tocaba irme, como están todos por allá?

AM. Bien extrañándola mucho y Ud. por dónde anda ah?

Be. Acabo de llegar a Bogotá, pero escúcheme bien Aura María nadie se puede enterar que yo llegue, me tiene que jurar que nada de lo que se hable aquí Ud. se lo va a decir a alguien, ni si quiera a las del cuartel, me entiendo aura María?

AM. Claro mija, se lo juro!! Diga pues…

Be. Bueno yo necesito que me digas si Mario y Don Armando están allá?

AM. Bueno Don Mario no le he visto salir, está en su oficina y Don Armando salió, por qué?

Be. Bueno, después le cuento bien Aura María, nos vemos en una hora.

AM. Listo mija acá la esperamos!


Mario estaba en su oficina con Jenny, quien por estos días había salido a comer varias veces a la semana con él, en Ecomoda se rumoraba que era la nueva conquista y que pronto el cheque saldría de su vida, conclusión que alegraba mucho a Sofía.


Berta. Todavía esta allá medita la Jenny?

Sog. Jum!! No se Berta, pero como quisiera llamar al bobo de Efraín para que vea en lo que anda la boba esta, pero mejor me doy el gusto que ver lo boten! Jajajaja

Bert. Para después Ud. de boba salir a consolarlo, Ud. si no aprende Sofía Uy! No! no!...

Mario salía de su oficina junto con Jenny…

MC. Entonces Jenny, te parece si mañana nos encontramos a la misma hora?

Je. Claro que si Don Mario, allá nos vemos…


Berta y Sofía tenían la oreja parada mientras revisaban unos papeles, Mario y Jenny se despidieron y cada uno salió por su lado, Mario bajo directamente al parqueadero y se encontró a Armando quien estaba distraído pensando en la empresa.


MC. Qiubo hermano, cómo va?

Ar. Hola Mario, bien, aquí con la cabeza que me quiere explotar, vengo de hablar con Color Inc. al parecer si nos van a dar el adelanto de las telas sin el abono, con el error que hubo en producción nos quedamos escasos de material hombre, pero bueno al menos se solucionó, para dónde vas?

MC. Voy a ir a otras de las concesiones de Fashion Group a ver si me puede ir por fin de viaje a Cartagena.

Ar. Y Eso pregunto Armando bastante intrigado. Quería saber si se vería con Betty.


Mario cayó en cuenta de su error justo después de la pregunta de Armando, él había omitido decirle que viajaba seguido a Cartagena.


MC. Si tengo unos negocios allá y tengo rato que no los voy a ver, tu sabes hay que andar pendientes a las cosas.

Ar. Ahmmmm… bueno que te vaya bien, cuando te vas?

MC. Mañana si todo sale bien, pero me voy como tipo 5 de la tarde, entonces creo que mañana todavía nos vemos, estamos hablando, que voy tarde…


Armando vio como Mario se iba, estaba seguro que seguía con Betty, le tranquilizaba saber que se portaba bien con ella, mucho mejor que todas las veces que él lo intento, igual sabía que no vería más a Betty y de verla ella no le permitiría hablarle, lo detestaba y con razón, pensó que el merecía morir solo, no podría dejar de amar a Beatriz.


Armando subió por el ascensor, al llegar a su piso se dio cuenta que las del cuartel no estaban, se sonrió, se imaginó que así de bueno estaba el chisme y entró a su oficina, en quince minutos si nos las veía les daría una buena reprimenda.


Al llegar a presidencia como es costumbre entro a la oficina que era de Betty le trajo tanta nostalgia, busco en el cajón del que por más de un año fue su escritorio y allí estaba su foto, la miro y le sonreía a lo que una vez su inocente Betty, la niña de sus ojos, la que no ha podido olvidar ni dejar amar.


Betty estaba en el baño con las del cuartel, les estaba contando que de nuevo trabajaba con Michel y de su amiga Ana, quien muy pronto conocerían pues se vendría unos días por acá.


Be. Ay Muchachas! No se imaginan la falta que me han hecho!, tienen que conocer a Ana, les va a encantar jojojo

Sof. Ay Betty Ud. si cada día se pone más linda, no?

Bert. Ay si DIVINA!

Todas reían, incluso Inesita estaba emocionada por verla de nuevo, realmente les había hecho mucha falta.

San. Ay Betty si supiera que Don Armando y la Doña Alejandra TER MI NA RON!

Be. De verdad Sandra? A Betty se le detuvo el corazón, no podía creer que a pesar del tiempo aun sentía cosas por ese hombre.

Mar. Si Betty imagínese! Don Armando desde que Ud. se fue parece un zombi, con decirle que ya ni casi nos grita!

AM. Ay si mija!! Ud. como dejo matado a ese hombre oyó!! Y colocando a los dos amigos a pelearse por Ud.!! Qué envidia! Jajajaja

Inesita. Aura María, por favor! No digas esas cosas niña!...

AM. Ay Inesita… jajaja

Betty reía no habían cambiado en nada, seguían igual.

Be. No se imaginan la falta que me hace, de no haberme equivocado como lo hice, las tuviera todos los días.


Conmovidas todas se abrazaron el reencuentro había sido de lo más lindo.


Be. Bueno, me voy para la oficina de Mario, ya saben, NO ME HAN VISTO, no quiero que nadie sepa que estoy aquí.

San. Pero bueno Betty al fin no nos ha dicho que es lo que quiere de Don Mario porque tanto misterio ah?

Be. Luego les cuento Sandra, paciencia muchachas! jojojojo


Armando se encontraba en la sala de juntas, estaba sacando unas cuentas, cuando escucho el bullicio en los pasillos, se iba a levantar pero su celular empezó a sonar.


Ar. Hola papá! Cómo vas? Si claro todo bien, sí señor, cuando vienes?


Armando ahora hablaba con su mamá quien tenía meses que no venía a Colombia, Marcela ahora vivía con ellos en Londres y maneja juntos algunos negocios en los que habían invertido, aún no perdía la esperanza de reunirlos y que por fin le dieran su nieto, pero eso era un imposible para Armando, no quería saber nada de Marcela. Al cabo de un rato colgó y se volvió a sentar a sacar sus cuentas, sintió un fuerte golpe de la oficina de Mario


Torciendo los ojos hacia arriba y abriendo la puerta dijo.


Ar. Calderón ahora que… Betty?!!!!! Tenía los ojos como platos, el corazón le bombeaba a todo lo que daba, sintió un frio recorrerle la espina dorsal.

Be. Don Armando? Ay Perdón! Como soy de torpe, dijo tropezándose y a punto de caerse, él la agarro de la cintura, atrayéndosela al cuerpo, sus bocas estuvieron a un centímetro de distancia, ambos se ruborizaron. Betty se separó.

Ar. Perdón Betty disculpe. Fue una reacción involuntaria, el cuerpo de Armando no tenía control propio cuando de Betty se trataba.

Be. Tranquilo Doctor. Dijo bajando la mirada, aun le costaba sostenérsela. Esta vez su encuentro era más tímido, no le nacía ser desafiante con él.

Ar. Betty… Mmmm… si busca Mario déjeme decirle que salió, pero no creo que demore en volver, si quiere puede esperarlo aquí conmigo en sala de juntas, claro si no le incomoda. Parecía un niño regañado pidiendo permiso, eso la enterneció y le hizo recordar su último encuentro. Armando era consciente que Mario no volvería pero no perdería esta oportunidad con su Betty, siempre que pudiera lo intentaría algún momento la vida se la tendría que dar.

Be. No tranquilo doctor, es mejor que seguir destruyendo su oficina.

Ar. Y las del cuartel ya saben que Ud. Esta aquí?

Be. Si hace un rato estaba hablando con ellas.

Ar. Jajaja ya entiendo la ausencia tan larga de sus puestos. Eres la culpable Beatriz, la miro y le sonrió, ella le respondió, nunca podría negarle nada a esa sonrisa.

Be. Como esta Doña Alejandra, la última vez fue muy incómodo verla, pero es una mujer muy agradable.

Ar. Pues… Vea Beatriz hasta donde sé está bien, nos separamos. – Betty sonría quería escucharlo de su boca –

Be. Mmmmm… lo lamento mucho Doctor. No entendía como aprendió a fingir también… Ay Ana! Las clases funcionaron.

Ar. No lo sienta, eso no iba para ningún lado, ella lo sabía, y Ud. como esta? Dijo rápidamente cambiando el tema, no quería que las cosas se sintieran raras.

Be. (No me preguntas si estoy con Mario), Bien doctor, trabajar y trabajar… las cosas están yendo muy bien en Cartagena, estamos en temporada alta, pero logre escaparme, tenía tiempo que no veía a mis papás, ni a las muchachas.

Ar. Ehmmm… me alego mucho Betty, desea algo de tomar?

Be. Si agua Doctor le agradezco.

Armando entro a su oficina e hizo unas llamadas, pidió dos jugos de mora.

Be. Como le está yendo este año a Ecomoda?? Leí que las exportaciones se han incrementado.

Ar. Si, nuestro punto en Palm Beach está siendo un éxito, estamos muy contentos por cómo se está vendiendo la imagen internacional.

Be. Me alegro mucho Doctor.


En ese momento entró él encargado de cafetería trajo las bebidas, Betty se sorprendió, Armando se acordaba aun de esas cosas.


Armando vio su cara y sonrió era lo que quería, sorprenderla.


Betty empezó a tomarse el jugo, no pronunciaba palabra alguna estaba ansiosa y la mirada Armando no la ayudaba, la ponía más nerviosa, estaba roja. Armando se acercó más a ella sus rodillas rozaban, su cercanía lo enamoraba, todo lo que ella hiciera lo enamoraba más. Betty al tomar el jugo le quedo un poco en el labio superior eso le encanto, todo en ella le producía ternura.


Ar. Betty tiene un poco de jugo en el labio. Señalándole con su propia boca hizo la seña de limpiarse con su lengua, a Betty le pareció gracioso.


Betty se limpió, pero aún le quedaba rastros. Armando se acercó y le iba a señalar donde tenía, pero no pudo, el cuerpo de Betty era su imán, la beso, fue algo más como una succión, ella le respondió y paso a ser pura pasión, después de ese largo beso, Armando se separó y la miraba aun embelesado.


Ar. Ahora sí sé a lo que sabe el jugo de mora en tus labios. – Sonrió – es lo único que he tomado en días pensando a que eso sabría tu boca, pero ahora con toda certeza lo sé, no soy quien para decirte esto, pero aún te amo y siempre que pueda te lo diré.

Betty tenía dos dedos puestos en su boca, no podía creer lo que acaba de pasar, vino a traerle una sorpresa a Mario pero a ella fue a quien sorprendieron, lo peor es que de camino a Ecomoda en lo único que pensaba era en cómo sería si se encontraban, pero la realidad sobre pasaba cualquier cosa que hubiese imaginado, Armando seguía en su corazón adormecido pero allí estaba. Mario solo era una distracción y ya lo había comprendido, ahora como le decía que ella era la novia de Mario, el amigo con el que se estaba reconciliando. Sintió un frio en su estómago, había sido infiel, y todo por él,

Armando podía hacer lo que quisiera con Betty eso estaba claro.


Be. Doctor esto no puede ser, yo estoy con Mario. El nombre de Mario salió casi como un susurro, estaba angustiada por lo sucedido.

Ar. Por más que Mario intentara disimularlo, yo lo sabía Betty, lo conozco de años, se cuándo esta con alguien y me imagine que era Ud., pero eso no importa, ahora necesito que me escuche, tome la decisión que quiera después, pero escúchame…


Así Armando empezó a contarle lo sucedió la noche del lanzamiento, omitiendo los detalles exactos de la noche con Alejandra, le dijo que no había decido buscarla porque pensaba que se había fugado con Mario y que acepto estar con Alejandra pensando que ellos habían hecho su vida juntos, Armando lloraba le contaba los últimos días de su vida o los pedazos que quedaban de ella, pero que no podía seguir engañándome, el amor de su vida era ella y eso nadie lo podría cambiar, estuvieron hablando por horas… prácticamente estaban solos en Ecomoda.


Be. Pero Doctor, no puedo negarle estos últimos meses con Mario han sido los mejores, él ha sido muy bueno conmigo, yo no puedo pagarle así.

Ar. Beatriz escúcheme, no tome una decisión ahora, decida lo que quiera, pero por favor de esta noche, si? Una noche más le pido para mí, sí aun así Ud. decide estar con Mario, le juro que jamás le hablare de mis sentimientos, pero regálenme solo esta noche.

Betty no sabía que decisión tomar, realmente estaba confundida, se sentía sobre la espada y la pared. Armando se levantó, y coloco la canción que últimamente le recordaba a ella. – Yo quería, de Cristian Castro – le extendió una mano, ella la tomó, él la apretó a su cuerpo y empezaron a bailar lento.


Así pasaron toda la noche, no querían irse, no quería moverse de donde estaban, no quería salir de allí porque de ser así sentía que se rompería el hechizo y ella se iría de él.

Continuará…

 
 
 

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