¿ESTAS DISPUESTO? CAPITULO 8 – Yo Soy Betty la Fea
- Fan YSBLF !
- 26 abr 2018
- 11 Min. de lectura
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Michel junto con Betty salieron a comprar un nuevo celular para ella ya que no querían estar tan incomunicados, a Betty se le había complicado mucho hablar con Armando ya que en ningún momento estaba sola y a falta de celular no podía mostrar el que le había dejado por lo tanto siempre lo mantenía oculto en su cuarto y estando allí era el único momento para usarlo y responderle, el resto del día se la pasaba con sus papás, con Michel o Catalina que no la dejaban sola un solo momento.
Mich. Te gusta este modelo amor?
Be. Sí, pero es demasiado costoso, mejor busquemos otro.
Mich. Amor, pero si yo dije que te lo regalaría…
Be. Y yo te dije que no quiero que me regales nada, yo lo perdí y yo tengo que asumirlo.
Mich. Tú no lo perdiste, te lo robaron… y mejor no hablemos de eso, sé que te pone mal.
Be. Si por favor no toquemos más ese tema, me incómoda.
Mich. Está bien pero déjame tener esta atención por favor, no seas así Beatriz.
Be. Amor, en es serio, regálame lo que quieras, pero esto no… no me gusta.
Mich. Te tendrás que aguantar. Señorita! Quiero este…
Asesora. Si claro, deme un momento ya le hago el recibo.
Mich. Ves… ya lo voy a pagar no puedes hacer nada para evitarlo.
Betty siguió insistiéndole a Michel hasta último momento pero no dio su brazo a torcer, él le había comprado el celular a Betty y ella hizo los trámites para recuperar su mismo número, al prenderlo le entraron miles de mensajes y notificaciones, enseguida empezó a llamar a sus clientes y se puso al día con ellos según sus labores y tareas pendientes, Michel y Betty estaban sentados en un restaurante oriental.
Mich. Amor quieres té o soda?
Be. Prefiero un jugo de lulo amor, gracias. – Michel ordenó y la mesera se retiró dejándolos nuevamente solos –
Mich. Qué tanto haces en ese celular amor?
Be. Respondiendo todos los mensajes mi amor, tenía algunos pendientes que debo confirmar y recuperar otra info, me estoy ayudando con la copia de seguridad. – Betty le enviaba un mensaje a Armando – “Ya recuperé mi número y celular, ya puedo devolverte el tuyo”.
Armando estaba con Mario en un café bar cerca a su apartamento, Marcela se les uniría en quince minutos.
MC. Y esa sonrisa… ujummm quien le escribió?
Ar. Betty, no había podido hablar con ella desde ayer a mediodía.
MC. Qué le dice la ex Muppet? – Armando lo miro con odio – Ay deje de amargarse que es cariño, diga a ver...
Ar. Que ya recuperó su celular y que me devuelve el mío – estaba extrañado, le parecía demasiado seco el mensaje –
MC. Que seriedad… bueno al menos no le toco pagarlo a usted.
Ar. Eso es lo raro, quedamos en que yo se lo daría Mario, imagínate yo fui quien la obligo a botarlo. – Armando empezó a escribirle un mensaje – “Por qué compraste, quedamos en que yo te lo daría” Betty respondió enseguida.
Be. “Me lo regalaron, no respondas”
El mensaje le cayó como patada en el estómago, no solo porque se enteró que estaban juntos, sino que como siempre Michel se le había adelantado, él quería quedar bien con Betty y esa era una forma de hacerlo, ahora el otro idiota le había robado la idea.
Be. Bueno amor, ya termine todo, me tienes solo para ti – dijo sonriendo –
Mich. Por fin!!!! – dijo riendo – que quieres hacer hoy amor? Hoy descanso del bar, Martin me reemplaza hoy, necesitaba regular el sueño, estaba zombi.
Be. Si amor, hasta cuando tienes que ir? De nada sirve que tengas un administrador ahí si andas metido de lleno en el bar.
Mich. Ya sabes amor, apenas está comenzando toca andar pendiente de todo, hasta que cojan el ritmo.
Be. Si amor, tengo eso claro, pero debes darte tus espacios, nuestros espacios.
Mich. Yo sé amor, por eso estoy aquí contigo, créeme por mi estuviera durmiendo. – dijo dándole un beso en la mano, Betty le lanzó uno – entonces, que hacemos? Cine? Cena? Teatro?
Be. Bueno amor, Cata nos invitó a la fiesta de Mauricio es en el mesón de San Diego, no sé si quieras ir…como es más de lo mismo – Michel arrugaba en broma la cara – es que hoy se presente el grupo favorito de Mauro y por eso se lo va a celebrar allí, solo irán sus amigos cercanos, algo pequeño.
Mich. Bueno amor yo te acompaño – dijo sonriendo mientras arrugaba la cara –
Be. Yo voy si tú vas Mich, si no nos quedamos en la habitación y pedimos room service, como siempre… - Betty suspiro mientras intentaba reír –
Mich. Ya te dije que si amor, no te enojes.
Be. Tranquilo.
Betty y Michel empezaron a comer en medio de un silencio incómodo, Betty apenas y miraba a Michel, detestaba que siempre estuviese cansado, ella también era obsesiva con el trabajo pero no lo dejaba de lado, siempre le sacaba tiempo a pesar de estar agotada, era lo justo.
Armando y Mario se despedían este iría a cumplirle la cita a una de sus amiguitas, Marcela acababa de llegar.
Mar. Que me pediste amor?
Ar. Lo de siempre…
Mar. Gracias! – Dijo dándole un beso – muero de hambre, necesito tomar un baño de diez hora, tenemos que estar listos a las siete.
Ar. Y eso? A dónde vamos?
Mar. Al mesón de San Diego, hoy cumple Mauro, estaba cuadrando con Cata algunas cosas del matrimonio y nos invitó.
Ar. Bueno, será ir…. – Marcela le contaba a Armando los detalles del matrimonio y el concepto que estaba desarrollando junto con Catalina, escucharla le era extraño, se sentía demasiado ajeno a esa realidad, incluso a pesar de que fue su idea anunciar su matrimonio no lo hizo sentir real, lo veía como algo inconcluso, lejano, sintió pesar por Marcela, el brillo de sus ojos lo hizo sentir culpable, casarse para él era solo un requisito, no le veía mayor importancia, Betty llego a su mente, su noche, el sexo que había tenido con ella, fue el mejor en años, necesitaba su cuerpo, lo extrañaba, su piel cálida la recordaba, incluso si cerraba los ojos podía recordar lo que sentía tocarla –
Mar. Armando me estas escuchando? –Desconcertado y apenado la miro –
Ar. Claro que sí amor.
Mar. A que dije?
Ar. Marcela por favor, sigue hablando, que piensa Cata al respecto?
Mar. – Suspiro – Ella está de acuerdo aunque dice que se sale un poco del presupuesto. Dijo seria.
Ar. Qué tanto?
Mar. Unos diez millones más.
Ar. CÓMO!? No Marce… te dije que quería algo pequeño, sencillo… así tampoco!
Mar. Amor es que prácticamente los invitados del lanzamiento son los mismo del matrimonio, además uno se casa una sola vez amor… tiene que ser espectacular!
Ar. No Marcela, acepte casarme por lo civil porque no me gusta toda esa parafernalia, pero así tampoco de verdad, incluso aquí viendo la cuenta es demasiado, más bien busca como reducir la lista de invitados, haz algo hermoso pero pequeño, no quiero que se vuelva un coctel de negocios.
Mar. Pero amor… eso es imposible, te juro que he hecho tres veces espulgue.
Ar. Pues hazlo diez veces más, no quiero a toda esa gente allá.
Marcela a regañadientes acepto, le costó años llevarlo a este punto, no haría nada para que se retractará, todo a su medida, para que estuviese cómodo.
La noche llegó y ambas parejas iban de camino a su encuentro, la mesa tenía una decoración bastante sobria y contaba con un número no mayor a diez invitados.
Cat. Marce, Armando pasen… cómo están?
Mar. Bien Cata – Dijo abrazando a Armando por la cintura –
Ar. Cata, cómo vas? Y Mau?
Cat. Aún no llego, no sabe nada de esto, piensa que solo seremos los dos, sé que estará feliz de tenerlos aquí.
Mar. Que alegría!
Cat. Si! Pero pasen… siéntense donde gusten.
El resto de invitados empezaron a llegar, aún hacían falta un par cuando Michel junto con una Betty fresca, radiante y sonriente entraban.
Be. Caaata! – dijo abrazándola – Cómo va todo? Que necesitas?
Cat. Nada, no te preocupes… estoy súper nerviosa – Betty miro a su alrededor cuando su mirada con la de Armando se encontraron ambos se miraron por un par de segundo – y eso que traes que es ah? – Michel saludaba a Cata, ver a Armando le desagrado, había algo en él que no le cuadraba, al parecer se movían dentro de los mismos círculos sociales –
Be. Para Mauro sé que le encantan los vinos de esta cosecha, siempre dice que fue la mejor de ese año.
Cat. Gracias Betty, tu siempre tan querida, pasen, siéntense donde quieran, ya no debe tardar en llegar, denme un momento voy a salir a llamarlo, debe venir en camino.
Betty saludo a los invitados de lejos, no quería tener que pasar uno por uno y llegar a donde Armando, sería demasiado incómodo después de la última vez que se vieron, los puestos que quedaban eran frente a los que ya habían llegado para su desgracia estaría toda la noche frente a Marcela.
Be. Buenas noches Doña Marcela, cómo está?
Mar. Buenas noches Beatriz, bien y usted?
Be. Muy bien gracias – dijo dándole un sonrisa nerviosa – Cómo va Don Armando?
Ar. Bien Betty, no la veo desde el lanzamiento, cómo está?
Be. Bien doctor. – Michel comenzó a hablar con Julio, uno de los amigos en común que tenía con Mauro, no quería conversar con Armando quien constantemente lo miraba, estar frente a él no ayudaba y ya eran demasiadas sonrisas fingidas por el momento.
Betty recibió una llamada, era de sus papás querían saber si habían llegado bien.
Be. Hola mamá, no se preocupe ya llegamos. No, no me espere hoy, yo me quedo con Michel. Ay mamá por favor, dígale a mi papá que mañana hablamos, no me lo pase. – Armando y Marcela escuchaban la conversación, Armando apretaba el puño bajo la mesa, Marcela se reía por lo bajo, al parecer los papás de Beatriz aun la creían una niña, Betty se percató y con vergüenza les sonrió – bueno mamá chao.
Mar. Jajaja todavía pidiendo permiso?
Be. Si, para ellos siempre seré su niña, ser hija única no ayuda. Jojojojo
Ar. Pero igual la dejan dormir en la calle, no? Es una avance. Dijo con una sonrisa amarga.
Be. Sí. Dijo asintiendo, apretó la mano de Michel.
Mich. Dime amor…
Be. Ya tengo hambre, me puedes pedir un jugo mientras esperamos…
Mich. Si claro amor, cual quieres? – Mora, pensó Armando –
Be. Mora... – Armando sonrió –
Mauricio llegó y todos lo sorprendieron, la banda empezó a sonar y la celebración empezó.
Mau. Armando, ratos sin verte, cómo vas?
Ar. Bien hermano, feliz cumpleaños, que detalle el de Cata – se dieron un rápido y fuerte abrazo, Marcela estaba detrás de pie esperando felicitarlo –
Mau. Marce, cómo estás? Como va ese Matri, Cata me ha contado cositas jajaja te juro que casi no creo que por fin convenciste a Armando jajaja – Betty miro a Armando, él parecía pedirle disculpas con la mirada, ella le torció los ojos, le había tomado por sorpresa que Catalina planeara su boda –
Mar. Me costó pero al fin jejeje – Armando sonreía incómodo –
Mau. Michel… comment ça va? (¿Cómo estás?) – Michel le sonrió ampliamente, siempre apreciaba a alguien que le hablará en su idioma –
Mich. très bien et toi (Muy bien) Feliz Cumpleaños Mauro, que placer estar aquí! Cata se sobro eh! – Armando miraba hacia arriba en señal de fastidio mientras hacía muecas –
Mauro. Quien como ella no? – Dijo mirándola, Cata le sonreía – Mauro tomo asiento entre Betty y Marcela, él era la cabeza de la mesa –
Be. Cata, ven siéntate aquí, como vas a estar por allá.
Cat. Tranquila no te preocupes…
Be. NO ven… - Betty cambio de puesto, Michel también y quedaron del lado contrario –
Armando y Betty cruzaron miradas toda la noche, él siempre intentaba decirle algo pero ella le apartaba la mirada, el nervio le ganaba, no quería quedar en evidencia, todos hablaban menos Armando, hervía de rabia y ver a Michel le había amargado la noche, desesperado fue a la barra por más whiskey.
Por el contrario Betty estaba de lo más risueña, Michel pronto se olvidó de Armando y comenzó a pasarla bien, le encantaba ver feliz a Betty y eso era motivo suficiente, no le soltaba su mano, le encantaba sentirla cerca, ella lo miraba y reía mientras hablaba con los demás, él era feliz solo mirándola.
Be. Amor ya vengo voy al baño.
Mich. Dale amor – dijo continuando con su conversación –
Betty entro al baño y saco su celular, a pesar de estar pasándola bien tenía que pedirle a Armando que se controlará, estaba bebiendo demasiado y la miraba sin disimulo, eso no acabaría bien.
Be. “Deja de tomar por favor” Armando miro su celular, alzo la mirada buscándola, no estaba en la mesa.
Ar. “Dónde estás, muero por darte un beso”.
Be. “Aquí no Armando, contrólate, Michel se está dando cuenta”
Ar. “Dónde estás?”
Be. “Voy de camino a la mesa, deja de tomar, por favor”
Ar. “Dónde estás?”
Be. “En el baño, no vengas Armando…ya salí” Armando camino rápido hacía al baño para interceptarla, la tomo por el antebrazo y la metió al baño de hombres.
Armando intento besarla, estaba descontrolado, necesitaba hacerla sentirla suya, cerciorarse que seguía su huella en su cuerpo.
Be. Déjame por Dios, cualquiera puede venir y vernos, ya Armando!
Ar. No soporto verte con él, no soporte verte con ningún otro hombre!
Be. Te aguantas… hablamos después.
Ar. Hablamos después nada Beatriz, A qué juegas!?
Be. Qué te pasa Armando!? Sabes perfecto como son las cosas… déjame por Dios! – caminaba hacia la puerta –
Ar. No, no…! A dónde vas!? Espérate Beatriz!!!
Be. Armando me vas a meter en problemas, se van a dar cuenta por favor!!
Ar. Necesito que me aclares algo…
Be. Después, ahora no… por favor suéltame! Me estas lastimando… Armando! – Betty lagrimeaba, le apretaba muy fuerte el brazo –
Ar. Perdóname Betty – dijo soltándola – de verdad perdóneme, yo no soy así, solo que no soporto a Michel. – Betty guardo silencio – Mire, no sé qué me pasa con usted, pero no quiero verla… no soporto verla con otro hombre.
Be. Mira Armando yo me voy ya de aquí, solo te diré que hablaremos luego, pero por favor deja de tomar, yo les dije a mi papá que me iba a quedar por fuera, mañana Michel se va de viaje a Cartagena, yo debo hacer unas vueltas del apartamento que nos van a entregar, después de eso hablamos.
Ar. Cómo así Beatriz!? Se van a ir a vivir juntos?
Be. No Armando, es de él pero lo recibo yo, te dije que después hablamos. – Esta vez salió del baño sin que Armando la detuviera o siguiera –
Mientras Armando se miraba al espejo, no podía creer como la había tratado, él jamás se había descontrolado de esa manera, ella no merecía ese trato de parte de él, no entendía que le pasaba, se estaría enamorando?, el jamás se fijaría en una mujer teniendo tantas por disgustar, un más confundido salió del baño y realmente descompuesto se sentó de nuevo en la mesa.
Mar. Hasta que regresaste, que tanto hacías?
Ar. Tenía un fuerte dolor de cabeza.
Mar. Seguro por cómo estás tomando.
Ar. Ay Marcela, esto es una fiesta por si no te has dado cuenta, esto es lo que se hace.
Mar. Sí, pero no de esa forma Armando.
Cat. Qué pasa? no van a discutir delante de todos, no?
Mar. Tranquila Cata, ni más faltaba, solo que espero que pare de tomar.
Cat. Si Armando contrólate un poco. – Armando asintió mientras sonreía de vergüenza –
Betty lo tenía muy pendiente, necesitaba vigilar sus movimientos, estaba descontrolado, jamás lo había visto tan descompuesto. Armando alzo la mirada y se encontró con la de Betty, se veía preocupada, confundida, la forma en que lo miraba le dolió, era como si no lo reconociera, Armando le sonreía triste, intentaba disimular, Betty le contesto la sonrisa.
La noche transcurrió sin mayor incidente, Marcela y Armando fueron los primeros en irse, Armando ya no soportaba las miradas de Betty, además que moría por hablar con ella y el no poder lo estaba matando, era mejor irse, no quería cometer otra estupidez.
Ya acostados en la cama Armando no podía sacarse a Betty de la mente, no sabía cómo llamar a lo que sentía por ella, a lo que le despertaba, le daba vueltas y vueltas a sus sentimientos, pero siempre volvía a su sonrisa y al fin lo descubrió, era adicción, se sentía adicto a ella, a Betty, pero sobre todo a su sonrisa, era como esas veces que te sientes insatisfecho, y quieres ir por más a pesar de estar lleno totalmente de ella, necesitas ir a repetir, una y otra vez, era insaciable, eso era Betty, su adicción, pero no, Armando estaba equivocado, obviamente no lo comprendía porque no lo había experimentado antes, pero no era adicción, su rustica mente y corazón no lo reconocían, era amor.
CONTINUARÁ…
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