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¿ESTAS DISPUESTO? CAPITULO 6 – Yo Soy Betty la Fea

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 20 abr 2018
  • 16 Min. de lectura


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Había pasado ya una semana, Armando y Betty no se veían desde aquellos primeros besos, Armando insistía en escribirle a Betty a pesar que ella jamás le diera respuesta, llamo a Catalina pero ella le dijo que se había ido de nuevo a Cartagena a apoyar a Michel con varios eventos que tenía organizados para sus restaurantes y volvería aproximadamente en una par de semanas. Armando se sentía derrotado, le recorría por el cuerpo una sensación de abandono, dolía pero era un dolor de esos que no matan pero mortifican. Mario ya estaba cansado de la actitud de Armando así que planeo una cita doble con Karina y Sofía eran unas modelos con las que habían salido un par de veces.

MC. Hoy mi querido presidente se va a poner su mejor pinta porque nos vamos de cacería.

Ar. No hermano, no tengo ánimos en serio… estoy cansado, mire que toda esta semana firmamos contrato, salíamos de una junta a otra.

MC. Por eso! Hay que celebrarlo, a Ecomoda no le había ido también en años, Danielito vendió su parte y ya no tiene que verlo más.

Ar. Además Marcela me dijo que quería salir conmigo hoy a cenar algún lado, no puedo cancelarle, lo he pospuesto toda la semana, vamos a ir al medallón y a dormir, no estoy para esos plancitos Mario.

MC. Ay Armando, pero quien te entiende… Mereces una buena celebración por todo lo que has logrado, no una cena… y con Marcela!? Por Dios!! Se terminaran matando al final de la noche como siempre… para cenar con ella tiene toda la vida hombre!

Marcela venía hablando por celular con Camila por celular, la hermana de Armando, ella junto con Patricia la habían invitado a una noche de chicas, su cuñada no venía a Colombia desde hace seis meses.

Mar. Cami pero había quedado con Armando en ir a cenar.

Ar. Ay Marce… no!, en serio, desde hace cuánto no me ves? A Armando lo ves todo el tiempo, además mira que la otra semana no nos podremos ver, tengo mil cosas por hacer y salgo volando de nuevo para Suiza.

Mar. Está bien, pero vienen por mí, ya voy hablar con Armando para cancelarle igual no creo que se oponga, justo acabo de entrar a la oficina – dijo abriendo la puerta, Mario y Armando la miraron en silencio – Dale, nos vemos en quince minutos.

Ar. Con quien hablas Marce?

Mar. Con Camila amor – le dio un beso – me invito a cenar con Patricia, nos vamos para el medallón…

Ar. Ah Bueno, entonces hay que cambiar la reservación a cinco, quieres ir Mario?

Mar. No amor, es que queremos una noche solo de chicas jejeje por eso venía, a ver si cenamos otro día.

Ar. Mmmm… Bueno.

Mar. Bueno amor, te dejo, si me da tiempo vengo y me despido, si no – le da un beso bastante apasionado, Armando apenas y movía la boca – te amo, Chao Mario.

MC. Chao Marce. – Marcela cerró la puerta – Hermano!!! Estas son las señales de Dios si ve, ya no tiene con que justificarse, vamos a salir hombre, Armando no me haga esto, ya les había confirmado, Marcela estará toda la noche ocupado con su hermana y Patico, no sea así.

Ar. Está bien hombre – dijo riendo – déjeme me lavo la cara y salimos…

MC. No se le olvide la loción, es nuestro sello. – Mario y Armando entraron al baño mientras hablaban de la noche que tendrían y todo lo que harían con las féminas de turno, al principio Armando estaba renuente, a un tenia a Betty en el pensamiento, pero todas las locuras de Mario la hicieron pasar a un segundo plano –

Ciertamente Betty estaba en Bogotá, pero si estaba trabajando con Michel organizando el lanzamiento de los restaurantes bar que abrió en la ciudad, ella le había pedido a Catalina que en caso tal Armando la llamará le dijera que estaba en Cartagena, no le había dado mayor explicación pero igual algo se imaginaba.

Mich. Amor estoy súper nervioso!

Be. No te preocupes amor, todo saldrá bien, deja todo en mis manos, yo me encargo.

Mich. Qué haría sin ti ah?

Be. Mucho mi amor, pero conmigo todo es mejor jojojo

Mich. ¡Te Amo!

Be. Yo te amo más… - dijo haciendo puchero – me dejo este vestido o me coloco el rojo?

Mich. Yo te prefiero sin vestido mi amor jajaja – dijo dándole un beso francés –

Betty miraba sus ojos y se perdía en ellos siempre, Michel no solo era hermoso, era dulce, amable, inteligente, todo un sol, adoraba su forma de ser, Michel le daba tanta seguridad, era todo lo contrario a Armando. Toda esa semana le había costado ignorar sus mensajes, siempre escribía y al final borraba todo, fue débil, pero eso fue su anhelo por mucho tiempo, siempre fantaseaba con ese momento, y ciertamente le había encantado, pero sabía la clase de hombre que era Armando, le encantaba comer en la calle pero siempre tener su calentado en casa, por eso se quedaba con doña Marcela, ella sería la única que aguantaría esa vida, Michel siempre era la opción más segura.

Michel se colocaba el saco cuando Betty salió con un hermoso vestido rojo ceñido al cuerpo, era cuello recto pero lo compensaba con una hermoso escote en la espalda que terminaba justo donde comenzaba su derrier, Michel se le acercó y empezó a recorrerla con sus manos, llego a su trasero y lo estrujo, Betty sonreía avergonzada, esa era una costumbre que había tomado cada tanto ella lo deslumbraba.

Mich. Como haces para estar cada día más hermosa?

Be. No lo sé, el amor? Jojojo

Mich. Espero mi amor sea eterno en tu vida mi Betty.

Be. Yo espero lo mismo mi amor…- lo beso, lo besaba con mucha pasión, de repente a su mente llego el recuerdo de los besos de Armando y ella intensifico la pasión, hasta que abrió los ojos –

Mich. Si me sigues besando así no creo que lleguemos a tiempo al lanzamiento.

Be. Jojojo más bien salgamos ya, Cata nos debe estar esperando.

Armando y Mario iban de camino a su encuentro con las modelos, ellas ya estaban en el sitio, habría música en vivo, show de apertura y según prometía mil sorpresas más.

Ar. Voy a llamar a Marcela antes que se ponga pesada y me amargue la noche.

MC. Si, pida permiso y apague ese celular, hoy es viernes y mañana podemos rematar en Melgar…

Ar. Si claro, como si me le pudiera perder a Marcela todo el fin de semana.

MC. Bueno si… pero al menos se vale soñar o no? Jajaja llámela rápida mejor para salir de eso.

Armando hizo su llamada respectiva aprovechando saludar a Camila, se despidió de Marcela quien inusualmente estaba relajada, al menos tenía el consuelo que esa noche dormiría en su apartamento, solo.

Betty y Michel ya habían llegado el lanzamiento, pintaba bien, el lugar estaba reventar, había tenido buena acogida.

Be. Mi amor aquí no cabe ni un alma, que te parece?

Mich. Pues contigo nada podría salir mal mi amor.

Be. Jojojo gracias amor, ven vamos a VIP, allá esta Cata.

Catalina estaba con Mauricio era su novio, se sentía raro llamarlo así por la edad de ambos, pero ellos lo disfrutaban y Betty le hacía feliz que tuviera con quien pasar el tiempo, además que era un excelente hombre.

Cat. Hola Betty! pensé que no llegarían a tiempo. Dijo abrazándola.

Be. Jojojo si Cata es que me entretuvieron – dijo mirando pícaramente a Michel –

MIch. Yo? Bueno si… pero no tengo la culpa, ella es quien me provoca. Jajaja

La rumba había empezado, la temática del restaurante era muy costera, la música variada y movida, en el momento había colocado una salsa, todos estaban prendidos bailando.

Ar. llámalas Mario, este lugar está demasiado lleno, usted sabe que detesto el tumulto.

MC. Armando por Dios déjese llevar… Alo!? En que parte están? Como? No te escucho bien! Dale las esperamos aquí a fuera. Me dijeron que viene por nosotros, esta lleno general VIP hay tiene mesas, el lugar es bastante grande si ve, lo tengo pechichado y todo. – Armando lo miraba amargado –

Karina salió, saludando a ambos de beso, ver el escote y las curvas de esa mujer prendió a Armando, ese era el impulso que necesitaba, su ánimo subió como espumo.

Kar. Que quieren de tomar? Nosotras pedimos champaña.

MC. Whiskey? – dijo mirando a Armando –

Ar. No, tengo ánimos de cervezas.

MC. Dos cervezas por favor, y ustedes niñas?

Kar. Nosotras queremos dos cosmos.

MC. Dos cervezas y dos cosmos amigo, gracias!

Ar. Y este lugar como supieron de él? – Dijo agarrando a Claudia por la cintura –

Cl. Nos lo recomendó un amigo, es una cadena de restaurantes que viene de Cartagena, movió algunos contactos y nos ubicó aquí.

Ar. Ese amigo, es como yo? – dijo acercándose a su rostro, no la besaba –

Cl. No, tú eres el único amigo con todos los derechos, ese solo es un amiguito.

Mario y Karina bailaban mientras en Tarima se preparaba un grupo de vallenato, Betty estaba tras bambalinas junto con Michel cuadrando todo con el DJ y dándole tiempo al grupo de acomodarse. Armando se besaba con Claudia, esa mujer era toda una maestra en la cama, le encantaba sus sesiones con ella y lo mejor de todo era que no molestaba.

Be. Bueno amor creo que nos podemos volver a sentar, todo va bien, deja todo en manos de Fercho, él sabe lo que hace, además no solo vamos a trabajar, cualquier cosa te llama.

Betty y Michel bajaron y pasaron junto a Armando ninguno se percató del otro, ambos iban muy concentrados en sus respectivas parejas. Catalina ya había visto a Mario y empezó a buscar a Armando, conociendo lo inseparables que eran estaría allí, vio que Betty venía y justo en ese momento lo vio a él.

Cat. Betty siéntate acá… te la robo por un segundo Miche. – Michel le sonrió y empezó hablar con Mauricio –

Be. Que pasó Cata?

Cat. Mira quien esta allá y bien acompañado.

Be. Donde?!

Cat. Mira derecho…el que habla con el mesero.

Justo en ese momento Betty se fijó que había pasado a escasos metros de Armando, no podía creer lo cínico que era, estuvo buscándola toda la semana pero hoy ya tenía a otra y esta la conocía muy bien, no es nueva, la de siempre y la de muchas.

Be. Esa es Claudia Bosch, una de la lista interminable de Armando.

Cat. Pobre Marcela, no aprende que Armando nunca cambiará.

Be. Si… no aprende. – Betty se sentía decepcionada, no pretendía ser la única, pero ese momento en que estuvieron juntos él la hizo sentir especial y solo era una del montón, debía entender y aceptar la realidad, Armando era un perro, un mujeriego empedernido e irreparable –

Cat. Qué te pasa?

Be. Nada.

Cat. Betty creo que nos conocemos muy bien como para eso, no crees?

Betty le contó la noche que había pasado con Armando, aunque fue un instante ella lo guardaba como un tesoro en su mente, mientras le contaba algunas lágrimas se le salieron, rápidamente se las seco, no podía permitirse llorar frente a Michel y menos frente a Armando, jamás la vería derrotada. Más calmada se sentó al lado de Michel, él seguía hablando con Mauricio, la miro por un momento y le sonrió dulcemente, ella lo admiraba- no tenía la necesidad de sufrir por alguien más, cuando Michel le ofrecía puro y dulce amor, no me dejaré acabar por Armando, no más, pensó –

Michel y Betty hablando junto con Cata y Mauricio, cuando el grupo vallenato empezó a tocar.

Cantante. Espero que todos la estén pasando muy bien esta noche, hoy estamos celebrando la vida, el amor y el festejo, aquí se vino a amanecer, a gozar… hoy les traigo esta canción muy linda del maestro Iván Villazón la canción se llama “En señal de Victoria” mi amigo Michel Donel – Armando alzo la mirada estupefacta – se la dedica a su amada Betty, - el reflector enfocaba a la pareja – saludos mi hermanito!!!

Mario y Armando cruzaron miradas sorprendidos, a todos los sitios que pudieron escoger preciso en ese estaba Betty, ella se besaba con Michel mientras él la rodeaba con sus brazos, Armando sintió un ardor en el pecho, los celos nuevamente hacían gala, la canción empezó a sonar mientras Michel se la cantaba al oído, ella solo tenía ojos para él.

Armando se sentía indignado, la hacía en Cartagena y resulta que no, estaba nos pocos metros.

Armando aun no veía a Catalina pero ella lo tenía bien analizado, veía su odio hacía Michel, le causo gracia, pero lo tenía bien merecido por perro. Mario tomo asiento al lado de Armando, las modelos fueron juntas al baño.

MC. Hermano que suerte la suya no!? Jajajaa

Ar. Maldita sea Mario!!! Se me negó, mil veces le escribí y no me respondió, Catalina me dijo que estaba en Cartagena!

MC. Pues pregúntale si quieres a Cata que paso, mírela ahí esta con ella y nos está saludando… - Catalina los veía con ironía, haciendo una señal de desaprobación – Armando sintió vergüenza, seguro ya la había visto.

Ar. A que jueeeega!?

MC. Armando creo que ahora mismo no cuentas con la posición de reclamarle, quizás llegó hoy de Cartagena que tanto es… igual no estás aquí con Marcela, así que es mejor que se haga el idiota y salude antes que quede como un zapato.

Ar. Deja que llegue Claudia, quiero que vea que estoy acompañado, ni crea que me lo va a restregar.

MC. Ay Armandito… bueno haga lo que quiera, yo mejor voy ahora, después queda raro.

Ar. Espere Hombre!!

La canción había terminado, todos aplaudían, Armando orden un whiskey el festejo se le había ido al piso, ahora quería beber por despecho.

MC. Ya venimos, vamos a saludar a una amiga. – Juntos llegaron a la mesa de Betty, ella ya los esperaba –

Ar. Buenas noches. Dijo riendo con ironía - Muy bonita la canción que le decidaron Beatriz. – Betty empezó a colocarse nerviosa –

Be. Gracias Don Armando. – respondió sin mirarle –

Ar. Michel cómo está? Hombre que tema tan bueno, lo felicito, tiene usted una gran mujer- Betty sudaba frío –

Mich. Muchas gracias, claro que sí – dijo mirando a Betty que le sonreía nerviosa, él no lo noto – me gane la lotería con ella.

Ar. Así es… - Armando miraba Betty desafiante, quería intimidarla y lo estaba logrando – Cata cómo vas?

Cat. Bien Armando, pero no mejor que tú, estás bien acompañado ah?

Ar. Si Cata, unas amigas, nada más… - dijo sonriendo con descaro –

Mario saludaba a Betty a Michel mientras Armando hablaba con Mauricio, era un empresario del medio con quien había hecho algunos negocios, mientras hablaba con él no dejaba de mirar a Betty, lo hacía con descaro, con mucha arrogancia, estaba indignado y quería hacérselo saber.

Ar. Bueno, nosotros lo dejamos, que sigan disfrutando la noche.

Mich. Igual a ustedes cualquier cosa que necesiten me avisa, soy dueño de la cadena, bienvenidos siempre que gusten.

Ar. Ah sí? No tenía idea, muy buen trabajo, hacía falta un sitio así

Mich. Gracias.- Mario y Armando se retiraron no sin antes darle una última mirada a Betty, ella también le respondió con arrogancia, trataba de disimular el terror que el encuentro de Michel y Armando le había dejado –

MC. La próxima le agradezco disimule mejor la rabia.

Ar. Eso era lo que quería Mario, ni crea ella que me lo va a restregar en la cara y yo me voy a quedar como si nada, no señor! No conoce a Armando Mendoza. – Armando tomo un gran trago de whiskey, se sirvió otro – Mario lo miraba, para él era todo un chiste lo que le pasaba a Armando, verlo así de descompuesto le causaba mucha gracia.

Betty baila un reggaetón con Michel estaban muy juntos, estaba decidida de dejar a un lado a Armando y su aren de modelos, Betty se pegaba cada vez más a Michel quien estaba loco con los movimientos de Betty, Armando bailaba con Claudia, ella bailaba muy atrevida, trataba de encender a Armando pero él no se fijaba en ella, estaba concentrado en Betty, en como su cuerpo rozaba con el bobaso de su novio, eso lo tenía colérico, Claudia se podía desnudar perfectamente e incluso así Armando tampoco la notaría pero ella eso no le interesaba pues disfrutaba ser el centro de atención entre los hombres de lugar que envidiaban a Armando.

El animador hacía cambio de música y las parejas seguían disfrutando, en un momento Michel y Armando se tropezaron, Michel muy cortes se disculpó Armando apenas y le sonrío, Betty lo miro con reproche, Claudia ni si quiera se fijó, en ese momento el animador paro la música y pidió el intercambio de parejas, Claudia al ver a Michel se deslumbro y corrió a él obligando a Betty y Armando a bailar juntos, al principio Betty no se movía Armando la miraba avergonzando y enojado al tiempo, Michel el hizo señas que se integrará y eso hizo, al principio no sabía ni como tocarse, era como si a los dos se les hubiese olvidado bailar, justo cuando se daban por vencido colocaron una salsa romántica y ambos se adaptaron, bailaban con los rostros pegados y un poco separados en el cuerpo, tocar la espalda de Betty era un placer para Armando, era tibia, suave, Betty sentía el aroma de Armando lo reconoció nuevamente, estaba de caza, como él decía, las respiraciones de los dos eran fuertes y arrítmicas, estaban demasiados nerviosos por la cercanía pero sentían mucho. Armando estaba cansado de la incomodidad, así que hablo.

Ar. Por qué no me respondas los mensajes, ni me devuelves las llamadas?

Be. He estado ocupada, trabaja en el proyecto de Michel.

Ar. Con un “Estoy ocupada o ahora no” era suficiente no crees?

Be. Armando sabes que esto no está bien. – la mirada de Betty y Michel se cruzaron ambos fingieron una sonrisa, ninguno estaba cómodo con ella bailará con Armando –

Ar. Pero también sabemos que lo queremos o todo eso fue mentira?

Be. No fue mentira, pero no puede volver a pasar.

Ar. Pero me lo prometiste.

Be. No hables de promesas, tú no tienes palabra.

Ar. Por qué dices eso?

Be. Porque fui tu asistente por demasiado tiempo.

Ar. Y con eso que quieres decir…?

Be. Sé cuántas promesas le incumpliste a doña Marcela y a las modelos que desechaste.

Ar. Tú no eres como ellas y no te he tratado como tal.

Be. Se puede fingir a veces, aunque no siempre.

Ar. Que quieres decir con eso?

Be. Jamás te habrías fijado en la mujer que fui.

Ar. Lo admito, alguna vez me burle de tu apariencia, pero no me fuiste indiferente.- Betty quiso zafarse, sutilmente Armando la pego a su cuerpo – no te vayas aun, cuando te fuiste me dolió, te lo dije y fue en serio… +

Be. Que hiciste al respecto?

Ar. Nada – Armando empezó a sentirse triste –

Be. Por qué?

Ar. No sé, sé que sientes que es mentira pero no es así, además no es el momento, veámonos y podré decírtelo, ahora no te lo puedo explicar, tu novio está a escasos centímetros.

La canción acabo y Betty se separó de Armando, le sonreía amargamente, él intento hacerlo pero no le salió, su ánimo de nuevo estaba en el piso, se despidió de Michel sin mirarlo y tomo a Claudia por el brazo y se sentaron.

Mario y Karina estaban full prendidos, Armando por el contrario se sentía cansado, pero no podía irse, tenía la necesidad de ver a Betty, aunque fuese de lejos, toda la noche se cruzaron miradas, ella estaba seria, él también no había coqueteos solo necesidad, necesidad de verse, pues esa era la única forma en que podían tenerse.

Ella era la media noche cuando llegaron algunos amigos inversionista de Michel, Cata estaba bailando con Mauricio, Claudia se había encontrado con un grupo de amigos y por el momento estaba en su mesa, Betty estaba sentada viendo al grupo que tocaba merengue, evitaba a toda costa mirar a Armando, él no podía afectarla ese día. Michel la tomo de la mano y la beso, le sonrió y siguió en su conversación, Armando se embutió un vaso de whiskey y se levantó en dirección de la mesa de Betty, Mario lo vio pero no a tiempo, ya había llegado, Betty se sobresaltó al verlo.

Ar. Buenas, cómo están? – Dijo saludando a todas y mirando a Michel – Mich, quería saber si me das permiso de bailar con Betty – Michel tenía la mirada fuerte pero la sonrisa la suavizaba – es que mi pareja se fue y quiero poner al día con mi vieja amiga y asistente.

Mich. Claro Armando – miro a Betty sonriendo forzosamente –

Armando le extendió la mano y se la llevó al centro de la pista, lo más lejos y menos obvio que podía hacer.

Ar. Tengo que hacerte entender que no te veo como a las demás, debes creerme. – dijo mientras le daba la vuelta para que pudiera hablar sin que Michel la viera, él sonreía.

Be. Armando por favor, me puedes dar problemas, basta, bailemos y ya.

Ar. Qué problemas? Acaso se propasa contigo?

Be. Jamás Michel no sería capaz de hacerme daño, solo que eres demasiado obvio.

Ar. Bueno si soy tan obvio porque no crees en lo que digo, tu debes saber si miento o no.

Be. Es allí donde nunca te he podido entender, te conviertes en otro cuando de seducir se trata.

Ar. Porque me juzgas tan duro, yo no te he juzgado ni una sola vez por nuestra última noche.

Be. Si claro… no me juzgaste pero fuiste de lo más irónico hace un rato con Michel.

Ar. Tenía rabia…

Be. No justifica que te desquites conmigo, no tengo porque pagar tu rabia, no más.

Ar. Cómo así que no más? No era rabia Beatriz… eran…. Eran celos, okey!?

Be. Celos…? De qué? Entiende no puedes celarme tengo novio.

Ar. Entiende que yo no tolero verte con otro hombre por Dios, entiéndeme eso Beatriz.

La canción nuevamente acabo Betty se separó, Armando no le soltaba el brazo.

Ar. No te vayas así Betty, necesito hablar contigo.

Be. Armando suéltame… - Betty se zafo sutilmente para no llamar la atención – cálmate hablaremos pero no aquí, yo te escribo esta semana.

Ar. Pero que me escribas, no hagas lo mismo por favor.

Be. No lo haré.

Betty volvió a donde Michel que la miraba duramente, algo estaba pasando entre esos dos, cualquiera con dos dedos de frente lo habría notado, ella jamás le había dicho que entre ellos paso algo, al contario solo le dijo lo mujeriego que era y que su gusto era muy exquisito, solo modelos, como con la que estaba hoy.

Mich. Todo bien?

Be. Si amor, por qué?

Mich. Te vi incomoda bailando con él – Catalina estaba al lado atenta la conversación –

Be. No amor, solo que jamás había bailado con él y se siente raro, nada más.

Cat. Betty me acompañas al baño porfa –Betty se levantó dando por terminada la conversación – Michel y Armando se miraban duramente, le extrañaba mucho su actitud, parecía estar retándolo.

Be. Gracias Cata, estoy nerviosa, está tomando demasiado Armando no se controla cuando toma.

Cat. Como lo sabes?

Be. Hubo una vez que nos quedamos hasta tarde en la oficina, resulta que venía una de las juntas más fuertes y estaba nervioso, le había ido bien pero no era la meta del mes, me pidió que me quedará con él hasta tarde, ya tenía un par de tragos encima, al principio era laboral después fue tomando otro tono.

Cat. Cómo así? Explícate Betty por favor…

Be. Me dijo que yo era hermosa, que no hablaba de mi físico, hablaba de mi interior, que era una mujer dulce, una mujer diferente y que eso lo tramaba, se me acercó tanto que pensé que me besaría pero se durmió, al día siguiente le pregunte como había amanecido, quería saber si se acordaba de algo, pero fue incluso más duro ese día conmigo, así que no le toque más el tema, no se acordaba de nada de lo que me había dicho la noche anterior, de allí en adelante era cada vez más grosero, más gritón.

Cat. Que piensas sobre eso?

Be. Siempre dicen que los borrachos dicen la verdad, no?

Cat. Sientes que gustaba de ti en ese momento?

Be. Quise creer que sí pero ahora no se Cata y ni si quiera debo estar preguntándome esto, estoy con Michel.

Cat. Pero te lo estas preguntando, debes responderte.

Be. Me dice que siempre le importe, que siempre me quiso, incluso en mi apariencia anterior, pero me pidió tiempo para hablar, me dijo que aquí no podía.

Cat. Piensas ir?

Be. Quiero ir.

Cat. Bueno, debes tomar una decisión sobre eso, si te da tranquilidad sobre lo que sientes ahora, debes hacerlo.

Be. Lo crees?

Cat. No lo sé, eres tu quien debe ver si vale la pena.

Catalina y Betty se dieron un abrazo, no necesitaban decirse más, al salir se dio cuenta que Armando no estaba, seguro ya andaría rumbo a un motel o en caso tal ya habría llegado. La noche apenas empezaba para Betty, Michel no podría irse y menos teniendo invitados, por primera vez se sentía fuera de su mundo.

Armando llegaba a su apartamento, Mario quedo encargado de llevar a Claudia, lo ayudo a zafarse de ella, miraba su celular indeciso, no sabía si mandarle un mensaje, temía que no respondiera pero al fin se decidió.

Ar. “si te fijas en la forma en que te miro, ya deberías saberlo todo, espero verte pronto”. Betty lo releyó varias veces, era lo más lindo que le había escuchado decir o más bien escribir, no sabía que contestarle, estuvo a punto de guardar el celular, al fin se decidió.

Be. “Ok, descansa”. Realmente quería decirle de todo, pero era mejor tragarse todo eso, mejor sentirlo y no decirlo, así era más seguro y dolería menos.

CONTINUARÁ.

 
 
 

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