¿ESTAS DISPUESTO? CAPITULO 15 – Yo Soy Betty la Fea
- Fan YSBLF !
- 3 may 2018
- 7 Min. de lectura
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Ya habían pasado seis años en que Armando no tenía noticias de Betty, supo que había quedado embarazada prácticamente después de casarse y se mantuvo alejada del medio por dedicarse a ser madre, veía con la misma frecuencia a Michel, pero nunca le preguntaba por Betty y él tampoco la mencionaba, Marcela y Armando habían tenido una niña a la que llamaron Ana María, su relación no iba muy bien pero al menos lo fingían, Armando seguía con sus infidelidades.
Ar. Sandra por favor dígale a Mario que venga a mi oficina, lo necesito urgente.
San. Si señor, ya le comunico – Armando colgó sin despedirse, estos últimos años su genio iba de mal en peor, era más ogro que Armando –
Mario se había casado con Mariana Santrich, una modelo muy reconocida y aclamada en Colombia, había sentado cabeza, estaban en espera de un bebé.
MC. Cuénteme hermano, que paso?
Ar. Esta colección me tiene estresado Mario, necesitamos innovar y no tengo idea que hacer, estuve llamando a la agencia de Catalina Ángel y me dicen que se fue hace aproximadamente un año del país, no tenía ni idea.
MC. Hombre yo tampoco, sé que Mauricio tenía negocios en el exterior, me imagino que le ha ido muy bien si se fueron.
Ar. Bueno y que hago?
MC. Si quieres hablo con Michel a ver si Betty puede volver a trabajar con nosotros.
Ar. Tengo años que no sé de ella desde la vez que me pidió que me desapareciera de su vida… al menos le cumplí. – dijo bajando la mirada –
MC. Hermano – puso su mano en el hombro de Armando –usted debe sentar cabeza, ya es necesario Armando, no quieres tener una familia? Si sigues así puedes perderla…
Ar. Con Marcela las cosas están muy frías, realmente no tengo idea a donde vamos a parar…
MC. Entonces? Te vas a rendir? No te importa tu hija?
Ar. Hombre Mario, Marcela es la única mujer con la que me veía y mire… ya no soportamos vernos, y Betty… pues que tanto hay para decir, la primera vez que sentí que amaba a una mujer fue con ella y las cosas no resultaron muy bien, yo creo que ese tren ya partió.
MC. No te puedes quedar con Marcela porque sí, ambos deben darse la oportunidad de reiniciar sus vidas, porque ese ambiente que manejan no es bueno para Anita.
Ar. Yo sé, créeme me duele como nos mira Ana cuando nos peleamos pero no puedo hacer más, Marcela tampoco hace nada para mejorar…
MC: Pienso que debes pensar mejor las cosas…voy a llamar a Michel a ver qué opina.
Ar. Bien, me cuentas… - Mario salió de la oficina al tiempo que Marcela entraba –
Mar. Armando hoy debes ir por Anita, tengo que ir a los almacenes y después reunirme con Camila en el club, le prometí llevarla al parque, podrías llevarla?
Ar. Bueno, por ahora no tengo nada más que hacer…
Mar. Gracias. –Marcela salió como si de un robot se tratará, se veía apagada –
Michel llegaba justo a Ecomoda cuando le entro la llamada de Mario, le dijo que estaba en recepción y quedaron en verse en la oficina de él, Armando esperaba el ascensor, iba inmerso pensando en su vida y en como la había llevado, cuando se abrió el ascensor no noto a Michel, quien lo saludo nuevamente al ver que no respondía.
Ar. Perdón Michel… como esta?
Mich. Muy bien gracias, le pasa algo?
Ar. Jajaja no lo de siempre problemas pero todo bien.
Mich. Bueno, que le vaya bien. – Armando se despidió con una risa forzada hasta que se cerró el elevador, seguía sin soportar a Michel –
Al fin después de pelear con el tráfico pudo recoger a su hija y mientras iba hablando con ella sobre la escuela y cualquier noticia nueva que ella le quisiera contar.
Ana. Papá vamos para el parque cierto? Me muero por un helado de limón.
Ar. Y si vamos mañana hija? Papá está algo cansado hoy…
Ana. Ay papi por favor!! Mamá me lo prometió…
Ar. Bueno Ana pero solo un rato…okey?
Al fin su hija siempre conseguía lo que se proponía, Ana era la adoración de Armando y la única razón por la que no se separaba de Marcela.
Estando en el parque ambos se sentaron en la banca a degustar su helado, el favorito de Armando era el de Vainilla, Ana lo termino pronto pues quería jugar con los demás niños, en su conjunto habían muy pocos.
Ana jugaba con varios niños entre ellos un hermoso ojiazul llamado Jean Pierre, que estaba con su nana.
Jean. La pelota es mía!
Ana. Pero puedes prestarla…!
Jean. No quiero… aquí solo jugaron los niños que yo diga!
Ana y Jean peleaban la pelota, Armando estaba distraído coqueteándole a una de las madres cuando vio al discusión, se acercó a ver qué pasaba.
Ar. Hija… no llores, que pasa?
Ana. Papi ese niño no me deja jugar, le pasa la pelota a todos menos a mí.
Ar. Ven hablemos con él. Hola, cómo te llamas?
Jean. Jean Pierre Donel Pinzón. – Armando abrió los ojos como platos, no podía creer que ese fuese el hijo de Betty, tenía casi la misma edad de Ana -
Ar. Tu mamá está aquí? Ella es mi amiga…
Jean. No… pero si viene a recogerme ahora estoy con mi nana Isabel.
Ar. Te propongo algo Jean, cuando tu mami venga me avisas a mí pero no a ella, acuérdate que es mi amiga y quiero sorprenderla.
Jean. MMmmm… bueno.
Ar. Te puedo pedir otro favor?
Jean. Si.
Ar. Puedes jugar con Ana? Ella quiere ser tu amiga, así como yo lo soy de tu mami.
Jean. Pero es que ella me pego.
Ar. Ana le pegaste?
Ana. Si papi pero es que me hizo enojar – Sin duda tenía el genio de Armando –
Ar. No hija eso no se hace, pídele disculpas.
Ana. Perdón – dijo aun molesta, Jean Pierre asintió –
Ar. Bueno entonces jueguen y sin pegarse, ni empujarse… son amigos y los amigos no se tratan mal.
Dicho esto los niños como si nada se fueron a jugar, Armando cambio de banca no quería estar tan a la vista pero quería tener una buena visual para ver llegar a su Betty.
Betty iba hablando por celular con Michel sobre la propuesta de volver a Ecomoda y manejar la prensa y la organización de su lanzamiento, en un principio dudo no sabía que sentir sobre Armando, pero término aceptando por Michel quien fue muy insistente, de camino iba pensando en cómo sería su encuentro, en que sentiría al verlo después de tanto tiempo, se bajó del carro sonriendo pensando en todo tipo de escenas cuando vio a Jeansito jugar con varios niños, a los lejos Armando sonreía al verla, se veía radiante.
Be. Señora Isabel, cómo está? Como se ha portado Jean Pierre?
Isa. Bien doña Betty, sin quejas como siempre…
Be. Gracias por esperarme señora Isabel, mire aquí tiene los pasajes para que coja taxi, sé que me demore un poco esta vez y quiero que vaya cómoda.
Isa. Bueno Doña Betty, muchas gracias, que este bien. Chao mi niño. – Jean se despidió de lejos y continúo jugando –
Armando empezó a caminar por la acera donde Betty estaba sentada mirando a los niños jugar.
Ar. Betty?
Be. Armando! – Dijo levantándose por la sorpresa – Cómo está? Dijo sonriendo.
Ar. Ahora más tranquilo, no puedo creer que me la encontrará aquí, que es de su vida?
Be. Bueno ahora mismo estoy dedicada a mi hijo, es el niño de camisa azul.
Ar. Si… ya me enteré, mi hija la que ve de uniforme hubo una pequeña discusión.
Be. De verdad? Disculpa cualquier molestia.
Ar. Tranquila, igual fue más problema de Ana que de Jean Pierre. Estás muy hermosa.
Be. Gracias.
Ar. Pensé que me rechazarías.
Be. No ya eso quedo en el pasado, tranquilo.
Ar. Me alegra escucharlo. – Ambos se miraban incomodos, la situación era muy graciosa – que ha sido de su vida todo este tiempo?
Be. Bueno prácticamente quede embarazada la misma noche de bodas y mi embarazo fue muy delicado, así que la mayor parte del tiempo la pase en reposo, después Michel pidió que me encargará de Jean Pierre hasta que nos vinimos de nuevo a Colombia, mi mamá a veces me ayuda y yo administro la cadena de restaurantes, pero es un trabajo que no me requiere estar 100% en el, así que tengo tiempo suficiente para mi hijo.
Ar. Veo… y cómo esta don Hermes, doña Julia?
Be. Muy bien, mi papá sigue igual de terco y mi mamá enamorada de su nieto jojojo y doña Marcela?
Ar. Bien… estamos bien.
Be. Ya me comentaron sobre volver a manejar el lanzamiento de Ecomoda, Michel me llamo, hablo con don Mario, no puedo creer que se haya casado jojojo
Ar. Jajaja nadie… cierto? Es irreal… Si Betty necesitamos gran apoyo para este lanzamiento, Ecomoda se ha mantenido a través de los años gracias a que ha ido evolucionando con el mercado pero hoy por hoy la situación está difícil, ya no es lo mismo de antes.
Be. Si estuve leyendo que el mercado versátil no ha incrementado grandemente estos últimos años, bueno yo acepte, quede ir mañana a hablar con ustedes y ver que desean para este lanzamiento.
Ar. Bueno ya que estamos aquí podemos ir adelantando. – Betty sonrió –
Esa tarde hablaron de todo menos del trabajo, tenían la rara sensación de reencontrarse con un amigo de hace años, ya no había espacio para recriminaciones innecesarias, se sentían como el equipo que alguna vez fueron. Armando procuraba tratar con respeto a Betty, aunque seguía sintiendo lo mismo por ella ya no había cabida para esos sentimientos, así que uso todas sus fuerzas para evitar darle un beso, por su parte Betty estaba muy nerviosa, tan nerviosa como solo Armando podía ponerle, se divertía con él y reían mucho sobre cualquier ocurrencia que saliera en el momento, nunca lo había notado pero Armando era muy gracioso, la tarde se les fue pasando, ambos niños se acercaron a sus padres, estaban agotados.
Jean. Mami, tengo hambre…
Ana. Papá, me puedes llevar a casa? Estoy cansada…
Ar. Que milagro, primera vez que me pides algo así jajajaja tendré que traerte a jugar más seguido con Jean Pierre.
Be. Jojojojo si a ese no lo cansa nadie, bueno Armando realmente fue un gusto encontrarte aquí, mañana estaré yendo a cuadrar el plan de acción, te parece?
Ar. Claro que sí, a qué hora?
Be. Bien temprano, dejo a Jean en el colegio y llego.
Ar. Listo, te espero, chao.
Be. Chao. – Betty le sonrió dulcemente y camino hasta su carro, Armando hizo lo mismo, ambos iban con sonrisas estampadas, nada ni nadie podría borrárselas –
CONTINUARÁ…
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