¿ESTAS DISPUESTO? CAPITULO 12 – Yo Soy Betty la Fea
- Fan YSBLF !
- 2 may 2018
- 10 Min. de lectura
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Betty ya había comenzado a trabajar en el lanzamiento de la nueva colección, como lo se había prometido no hablaba con Armando pues todo lo relacionado con el evento de lo notificaba a Doña Marcela o en su defecto a Mario Calderón, ese día tanto Armando como Mario estaban fuera de Ecomoda en un almuerzo de negocios con los de Ractela, Marcela estaba con su cuñada en el club quien nuevamente había regresado de viaje.
Be. Hola Tere, cómo vas?
Ter. Betty! bien gracias y tú?
Be. Bien, una preguntita, sabes dónde andará Berta?
Ter. Nada Betty, ni idea…
Be. Es que necesito entregarle el listado de las modelos confirmadas para el desfile para que empiece a hacerle los contratos, tú me podrías hacer el favor de entregárselo? Es que Michel ya llego por mí, me está esperando.
Ter. Claro Betty, con todo gusto yo se los entrego.
Be. Mil gracias – Mientras Betty le daba la información a Teresa Armando junto con Mario llegaban a la empresa, Michel esperaba en recepción, hablaba con Aura María mientras esperaba a Betty –
Ar. Michel, buenas tardes, cómo le va?
Mich. Bien Armando…Mario! Cómo está?
MC. Muy bien Monsieur Donel y usted? – Armando torcía los ojos –
Mich Bien aquí esperando a Betty, no debe tardar. – Al abrirse el ascensor los tres hombres voltearon, salieron un par de modelos del taller de Hugo y detrás de ellas Betty, se veía especialmente preciosa ese día, por primera vez Armando la veía con un vestido corto y tallado al cuerpo, su figura estaba tal y como la recordaba, varios recuerdos llegaron a su mente, no podía evitar mirarla con lujuria –
A pesar de estar incómoda Betty al ver Armando, no pudo evitar sonreír al ver a Michel, su sonrisa la contagiaba y él siempre tenía una para ella, eso la hizo ver más radiante, para desgracia de Armando ni si quiera lo determino, odiaba que lo ignorará.
Au. Uy mija! Es que esta re mamita hoy, cierto doctores!?
Mich. Tal como dice Aura María amor, estas preciosa.
MC. Si Betty se ve muy bien. – Armando sonreía, sabía que su palabra no le interesa y mucho menos sus halagos –
Be. Jojojojo Gracias Don Mario, Aura María le deje el listado de las modelos a Berta con Teresa, en caso tal ella se le pase usted le avisa apenas llegue.
Au. Claro que si Betty no se preocupe, váyase tranquilita jajaja disfruten!! – Miraba a Betty con picardía –
Be. Jojojo Ay Aura María, hasta mañana… dijo sonriéndole a la nada.
Mich. Descanse Aura María, Mario, Armando… - Dijo despidiéndose con la cabeza de ambos mientras tomaba a Betty por la cintura –
Armando y Mario tomaron el ascensor, Mario como siempre iba con su actitud irónica.
MC. Cómo que hoy no fuimos de rumba, no?
Ar. De qué habla? – dijo haciéndose el desentendido –
MC. De quien más? De Betty pues…
Ar. Me interesa poco o nada si se va de rumba, es su vida.
MC. Ah verdad… como ya la olvido, cierto? Pero uy no…. Como se veía de buena, ah? Quien pensaría que podría decirle así a Betty, las vueltas de la vida, que piernas… que cintura… que…. – Armando lo tomo por el cuello del saco –
Ar. Por qué no se calla Calderón? Deje de mortificarme!
MC. Sueeeelte!! Pero usted si es muy brusco de verdad… guarde ese ogro hombre, siempre anda con un genio, ya no se le puede decir es nada! – Mario se componía el saco –
Ar. Le he dicho mil veces que deje de molestarme con Betty, no me mortifique!
MC. No pues… un día no le importa y al siguiente le mortifica, a usted quien lo entiende Armando? Reaccione más bien y no se engañe, esa vieja le mueve el piso Hermano, acéptelo! – Mario salió del ascensor y entro a su oficina, Armando caminaba inmerso en las palabras de Mario, tenían demasiada verdad, si fuese por él se dejaría llevar, pero ella jamás lo permitiría - Teresa detuvo a Armando para darle unos informes que le había pedido esa mañana, el fijo de su escritorio sonaba, Armando la miro con una expresión dura y ella con temor contesto.
Ter. Presidencia Ecomoda, Buenas tardes? Betty? Cómo está? Qué paso? – Armando escuchaba con atención, no entraba a presidencia tratando de entenderla conversación –
Be. Sí, puedes mirar por favor, es para quedar tranquila.
Ter. Claro que sí Betty de qué color es la libreta?
Be. Es de flores verdes, rojas y amarillas, te agradezco Teresa, mil gracias, dale yo espero la llamada, Chao. Ojala la encuentre amor, tengo información súper importante en esa agenda.
De vuelta en Ecomoda, Armando seguía intrigado por la conversación de Teresa y Betty.
Ar. Teresa, de qué hablaba con Beatriz?
Ter. Ah doctor que se le quedo una libreta con una información bastante importante aquí, pero no recuerda donde la dejo, dijo que por tener varios folios encima la coloco en algún lado me pidió que se la asegurará.
Ar. Bueno apenas termina aquí conmigo se la busca por favor.
Ter. Sí señor – Media hora después había terminado el reporte para su jefe –
Ar. Ya sabe, la agenda de Betty. – Teresa asintió –
Estuvo buscando toda la tarde la agenda de Betty pero no aparecía, Armando moría por saber que había en ella, se empezaba a desesperar, al cabo de un rato Inesita llego pregunta a quien pertenecía un cuaderno, tenía la misma descripción dada, Armando escucho y salió a recibirlo.
Ter. Gracias Inesita! Voy a llamar a Betty para avisarle… - Armando al ver el cuaderno lo supo, tenía que tenerlo en sus manos, necesitaba saber que tanto había de relevancia en el –
Ar. Teresa hágame un favor
Ter. Dígame doctor, dijo dejando el fijo nuevamente en su puesto.
Ar. Vaya inmediatamente a producción y pídale el informe al jefe de planta y no se me mueve hasta no tenerlo listo, entendió?
Ter. Ah bueno doctor, llamo a Doña Betty y enseguida salgo para allá.
Ar. Teresa le dije inmediatamente, o sea para ya, no entendió?
Ter. Discúlpeme doctor – dijo levantándose cabizbaja –
Armando hizo ademan de entrar a presidencia y al ver que no había moros en la costa tomó la libreta de Betty, al abrirlo se dio cuenta que realmente era un diario, comenzó a leerlo – “Él es un hombre maravilloso conmigo, me lleva al club, me sube a su carro, me confiesa sus temores, como si yo no me muriera con cada uno de sus detalles”.
Ar. Dios mío pero que es esto?! – Armando continuó leyendo “Me protege contra viento y marea, cree en mí, me suplica que no lo abandone que permanezca a su lado, que me necesita, un hombre como el que todo lo tiene, necesita de una mujer como yo, pero yo no sé cómo decirle que también lo necesito, que me muero si me deja”.
En ese momento Armando sintió la risa de Berta y entro inmediatamente a presidencia, había encontrado un tesoro, no podía creer que Betty tuviera un diario, no sabía si continuar leyendo, no estaba bien lo que hacía pero no podía quedarse con la duda de saber sobre quien escribía, necesitaba más. – Se sirvió un vaso de whiskey y volvió a abrir el cuaderno con mucha delicadeza, como si se tratase de algo muy frágil –
Ar. Veintitrés de octubre… veintitrés de octubre, Betty ya trabaja conmigo, claro…- Continuó leyendo… “Y soy feliz porque sé que puedo estar a su lado por mucho tiempo así no reciba nada de él” – En ese momento llego Teresa quien le traía los informes a Armando, bruscamente tapo la libreta –
Ter. Doctor mire aquí le traigo los informes…
Ar. A usted no le enseñaron a tocar o que!? Me hace el favor y me cierra esa puerta con seguro, no quiero que nadie entre, no estoy para nadie! No quiero que me interrumpan, me entendió!?
Ter. Sí doctor con permiso…
Ar. Cierre a ver!!! – Teresa cerró la puerta con cara de tragedia, Berta y Sofía la esperaban a fuera –
Ber. Qué le paso a Don Armando? Por qué anda de tal humor?
Ter. Yo que voy a saber… él no necesita excusas para gritarle a uno!
Sof. Jumm… Mija! Pero esta raro, cierto? Por qué toda la mañana estuvo muy bien, vea pues…
Armando retomo su lectura y a medida que leía encontraba más amor e inocencia en cada una de esas palabras, “… Por eso tengo miedo, porque él me necesita por su trabajo y yo por amor, él está en mi a toda hora, estoy a su lado todo el día, y hasta el anochecer en la oficina, y cuando no estoy a su lado creo verlo en todas partes, estoy delirando por él, no sé cómo voy hacer a partir de mañana, dejaré de verlo por dos semanas, será la primera vez en que dejo de verlo por tanto tiempo, no sé cómo soportar su ausencia porque creo que ya hay algo definitivo… amo al doctor Armando – Armando abrió los ojos como platos a leer su nombre – y tengo miedo”.
Ar. Desde hace cuánto me ama Betty… Desde hace cuánto. – Armando leía cada vez más rápido le parecía un sueño poder leer sus sentimientos y tener tanta claridad de ellos, jamás pensó tener esa oportunidad, estaba conmovido al poder desentrañar su alma y su corazón de esa manera, nadie jamás había dicho o escrito tantas cosas lindas sobre él, ni si quiera Marcela le habría escritos alguna carta, eso fue lo que adoro de Beatriz, su inocencia, su calidez, ella siempre estuvo dispuesta a él, a ayudarlo en todo momento, a pasar el tiempo que fuese necesario a su lado, ni si quiera Marcela había tan incondicional como lo fue alguna vez Betty para él, se sentía terrible, por ni siquiera notar ese amor que le profesaba.
Armando continuaba leyendo pero poco a poco el amor, el cuento de hadas se iba haciendo más real, más duro. “… Hoy Don Armando ni si quiera noto que me sangraba la rodilla, me grito incansablemente, yo solo le pedía que me dejará explicar, por intentar curarme el raspón no llegue directo a la oficina, pero si había llegado a la hora, parece que desconociera lo importante que es para mí”, “… Me rindo he intentado entenderlo, pero no puedo, no sé qué hacer para que este contento con mi trabajo…”, “Hoy lo escuche decir que ama a Adriana Arboleda, que por ella dejaría todo e huiría, yo nunca podría competir con una mujer así, soy fea… es mi realidad”, “Doña Catalina me vio llorar, me ofreció irme con ella para Cartagena, pero no puedo, no quiero alejarme de don Armando, me dolería demasiado”, a medida que se acercaba más a la fecha que se fue de Ecomoda sus palabras eran más frías, “… Me siento demasiado triste, en poco días me iré, sé que ni siquiera le era falta, no notará mi ausencia, el ser fea me hace invisible, no me oye, no me ve, al parecer la belleza me anula”.
Armando empezó a leer fechas más reciente… “Hoy volví a ver al doctor Armando, no me reconoció, al parecer si me veo diferente…”, “… Hoy se me cumplió un sueño Don Armando y yo nos escribimos todas las noches, siempre está pendiente de mí, me pregunta cómo estoy, siento en sus palabras que me coquetea, no quiero ilusionarme, así que estoy siendo muy precavida…”
Entre más se acercaba a fechas recientes las palabras eran más duras “Debo olvidarlo, hoy me demostró que es exactamente el mismo hombre de siempre, me demostró que yo soy una más, verlo con ella, la forma en que se tocaban, me es demasiado duro… debo sacarlo de mi mente pero sobre todo de mi corazón…”.
Armando empezó a llorar no podía creer todo el sufrimiento que le había causado a esa mujer que solo se merecía el cielo y él se había encargado de presentarle el infierno.
Tuvo que parar de leer, sentía demasiado esas palabras, la tristeza, la ira con las que fueron escritas, él se encargó de desenamorarla, de alejarla, ella nunca le dijo nada, jamás se quejó de su trato, ni sus gritos, todos los aceptaba en silencio, jamás se puso a pensar en el daño que le hacía, en sus sentimientos, en su corazón, Armando empezó a llamar a Betty, se iba directo a buzón, salió como tempestad y gritaba llamando a Teresa.
Ar. Dónde está Beatriz?
Ter. No dejo dicho doctor, si quiere la llamo a su celular…
Ar. Ya la llame!! Sale apagado!!... Berta!!! Berta!!!
Ber. Si señor…
Ar. Dónde está Betty? necesito hablar urgente con ella.
Ber. Este…doctor, no sé, no la vi cuando salió…
Ar. Llamen a Aura María, díganle que la necesito ya!
Ter. Si doctor, ya le marco – Marcaba la extensión nerviosa, Armando caminaba de lado a lado desesperado –
Ter. Aura María? El Doctor Arman… - Armando le arrebato el teléfono –
Ar. Aura María sabe para dónde iba Betty!?
Au. Si doctor…
Ar. Dígame pero rápido Aura María… - Temblorosa le dijo el sitio donde estaría, Armando bajo las escaleras, el ascensor le parecía muy lento –
Necesitaba verla a la cara, hablarme de corazón a corazón, no quería reprimir más lo que sentía, debía abrirse a ella, debía estar con ella, lo de él y Marcela era un absurdo, no podían seguir juntos, no le importaba quien se enojará quería a Betty en su vida y para siempre, arrancó el carro y salió en busca de ella.
Betty estaba en una cena muy romántica con Michel, estaban en el mesón de San Diego, disfrutaban del grupo de Jazz, de estar juntos, no existía nada más en el momento.
Mich. Que tal las pastas?
Be. Me encantaron! Gracias por esa salida mi amor… la necesitaba!
Mich. De nada mi amor, y como van la organización del evento? Si necesitas ayuda tú dime, puedo conseguirte alguien o Ecomoda te asigna una asistente como prefieras.
Be. Tranquilo mi amor, hasta ahora todo va bien, de verdad no te preocupes – dijo tomando su mano –
Mich. Te preguntas que hacemos hoy aquí, cierto?
Be. Pues la verdad si mi amor… no entiendo que celebramos!
Mich. Bueno amor, no creo que sea necesario celebrar algo para yo darte estos lujos, sabes que te amo y amo disfrutar estos espacios contigo… Conocerte para mí fue un disparo al corazón, aunque al principio fue difícil que me dejarás entrar, el que me costará tanto llegar a ti me hace valorarte cada día amor – Betty lo beso – tú me enamoraste más rápido, yo soy más fácil jajaja – Betty lo miraba conmovida, le sonreía - tu belleza era demasiado como para que pasaras desapercibida m Betty, y quiero que sepas… que no hablo del físico, me enamore de esa bellaza interior, de esa luz que irradias, de esa sonrisa, de ese corazón tan enorme que tienes mi amor – Betty sonreía, estaba ansiosa – espero disfrutar toda mi vida a tu lado… ¿Quieres casarte conmigo? - Michel se arrodilló ante ella, El grupo de Jazz empezó a tocar “Te amaré por mil años” Betty se lleva las dos manos a la boca, no lo podía creer –
Be. Si!! Mil veces Si!!! – Se agacho junto a él mientras lo llenaba de besos – en ese momento llego a Armando a tiempo para verla toda la escena, se quedó perplejo, verla así de feliz, de decirle “si” sin si quiera dudarlo le partió el corazón, ya era demasiado tarde, la había perdido para siempre –
Mich. Jajaja no te imaginas el miedo que tenía que me dijeras que no jajaja
Be. Jamás mi amor… te amo!!! Gracias a ti por enseñarme lo que es el amor!! – todos los asistentes estaban de pie mientras aplaudían a Betty y a Michel, Betty les sonreía, realmente estaba feliz, demasiado feliz! –
Armando no pudo moverse, sentía que le pesaba el cuerpo, las lágrimas brotaban a borbotones de sus ojos, sentía morir, era un idiota por no darse cuenta, por callar tantas cosas, perdió todo por cobarde, él ni si quiera quería verse con Karina, fue porque Mario le dijo, porque no quería estar con Marcela, pero claro tenía que ir, no podía decir simplemente que no, tenía que ser tan idiota.
Camino escalera abajo hasta el auto y se recostó, sostenía su cabeza en el techo del carro, lloraba acurrucado, se sentía miserable, desprotegido, había perdido a la única mujer que le despertaba todo.
CONTINUARA…
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