¿ESTAS DISPUESTO? CAPITULO 10 – Yo Soy Betty la Fea

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Nuevamente era fin de semana, Armando y Betty se veían ocasionalmente entre semana, las sesiones eran en el apartamento de Mario, era el lugar más seguro para los dos, Michel regresaba ese día de Cartagena razón porque la que no podrían verse, Armando había salido con Marcela esa mañana para escoger el Frac para su matrimonio.

Ar. Este negro no me gusta, es demasiado clásico para mi gusto, además me gustan más los azules.

Mar. Si amor, pero no te verías tan elegante, el negro siempre es elegante. – Armando se miraba al espejo cuando le entro una llamada de Mario –

Ar. Qiubo Calderón!

MC. Hermanito!! Le tengo plan para hoy!

Ar. Y eso?

MC. A qué no adivina con quien!?

Ar. Ay Hombre!! Diga rápido…

MC. Ay que fue!? No puede hablar o qué? Anda muy brusco…

Ar. Exacto…

MC. Haberlo dicho antes… con quien está? – Armando sonreía, la pregunta le hizo gracia, Marcela miraba otros trajes fingiendo no escuchar –

Ar. Con Marce, estamos viendo Frac para el matrimonio.

MC. Ay Dios mío! – Dijo persignándose – que el Señor me libre de esos días…

Ar. Jajajaja Diga hombre deje la payasada – Armando miraba a Marcela –

Mar. Jummmm… ya me imagino que te habrá dicho! – Armando se bajó y le dio un beso en la mejilla, caminaba hacia el probador –

MC. Bueno Karinita llego y viene recargada, me llamo y me dijo que tiene una cabañita a las a fueras de Bogotá que ira con varias amigas, se apunta? Ya le dije a Martin y creo que va Del Castillo.

Ar. Hombre no creo poder ir con ustedes de pesca y menos ahora…

MC. Tiene a la brujer cerca, capte! Jajaja tranquilo – Armando moría de la risa, con Mario siempre la pasaba de lo lindo – Dígale que va Martin, sabes que Marcela adora los bolsos de Martinique, jamás le diría que no, además prométale un regalo, algo… o es que tienes planes con la Muppet?

Ar. Deje de decirle así hombre, no nada, hoy viene Donel.

MC. Bueno entonces no pierde por ningún lado, vamos tigre! No me vaya a quedar mal hombre…

Ar. Bueno está bien, algo invento…

MC. Tranquilo, usted disfrute que yo controlo la situación, salimos tipo cinco de la tarde, el sirve?

Ar. Si claro, yo almuerzo con Marce y después nos vemos., chao! – Mario colgó, Armando ya vestido con Jeans y suéter salió, iba con algo de nervio –

Mar. A qué te invito Mario? – Lo esperaba sentada en las bancas al frente de los probadores –

Armando caminaba mientras le hacía pucheros y muecas, Marcela ya sabía que pediría permiso.

Ar. Amor, lo que pasa es que Martín nos invitó este fin de semana a su finca, dice que ha dejado por mucho tiempo en paz a sus peces, que está el lago sobre poblado y pues quiere que pasemos un rato allá.

Mar. Me imagino que no estoy invitada, cierto?

Ar. Pues amor si tú quieres ir yo hablo con ellos – Le daba besos en todo el rostro - pero serías la única mujer… además sabes que Martín te adora.

Mar. Bueno amor, puedes ir… pero mira que me llames, sabes que detesto que te pierdas. – Armando la abrazaba fuerte mientras la besaba con pasión –

Ar. Tan bella mi amor, no te preocupes, solo seremos hombres.

Marcela y Armando fueron a comer, llegaron a la Mansión Mendoza para darle vuelta a la casa y ver el estado en que estaba, estando allá Mario nuevamente llamó.

MC. Hola bebé!

Ar. Jummm.. como le digo Mario Lombardi? Jajajaja

MC. – Mario carraspeo y engrueso la voz – Le tengo otra noticia…

Ar. Diga a ver… - dijo sonriendo –

MC. Karina me pidió que le diga que quiere que la ayude a escoger los bikinis que va a llevar, que si se pueden ver antes…

Ar. Eso dijo!? – Armando había entrado en modo caza –

MC. Si mi querido presidente, así que si quiere preámbulo le recomiendo que llegue en el término de la distancia, o sea ya!

Ar. Ni más faltaba dile a Martín que yo voy y le colaboró que no contrate nada, chao pues!. Amor!

Mar. Qué pasó ahora? – Marcela Alzaba una ceja –

Ar. Lo que pasa mi amor es que Martin tiene varias cañas de pescar que nos va prestar además de otras cosas y no todo cabe en la camioneta, entonces… - acariciaba su cabello – Mario me dice que lleguemos antes para repartimos las cosas en los carros, para que no contrate un camión.

Mar. Tienes que irte ya entonces…

Ar. Si mi amor… pero bueno no te enojes, no es que quiera irme antes, es que si me toca amor, toca colaborar…

Mar. – Marcela meneaba la cabeza – Está bien, ve… pero me llamas apenas llegues. – Armando le dio un beso –

Ar. Claro que si mi amor, nos vemos, te vas con Jaime? (El chofer)

Mar. Si yo le pido el favor.

Armando se despidió y voló a su apartamento en busca de una maleta que tenía siempre lista para estas ocasiones, en menos de media hora estuvo con Karina, efectivamente ella le modelo los bikinis pero la prefería sin ellos, como siempre sus encuentros terminaron en sexo.

Betty llegaba a su casa con Michel, sus papás lo invitaron a almorzar, el vuelo se retrasó un poco pero pasaron un buen rato con ellos, cansados y con ganas de descansar se fueron al nuevo apartamento de Michel, quedo impresionado por la decoración que encontró, le dio un dulce beso a Betty.

Be. Me alegro que te guste mi amor, lo hice con mucho amor, Cata me ayudo sabes que esto no es mi fuerte.

Mich. Se nota que lo hiciste con mucho amor – dijo cargándola –

Be Jojojo Michel cuidado me dejas caer… amor!! – Michel la bajo –

Mich. Me hiciste mucha falta. – dijo pegando su frente con la de ella –

Be. Tú mucho más mi amor, que quieres de comer? Quieres que pida comida China?

Mich. Dale amor

Media hora después avisaron en recepción que la comida había llegado Betty bajo a recepción a recibir el pedido, Michel estaba en el baño, Mientras esperaba el ascensor sintió la tentación de escribirle a Armando, pero se contuvo, era mejor evitar interacciones con él y más por sus celos, al abrirse el ascensor vio a una pareja que se comía a besos, le causo gracia y entro dando la espalda.

Armando iba bajando por el ascensor con Karina después de una buena sesión de sexo, los demás los esperaban abajo, estaban súper prendidos, con Karina todo era así, tomaron el ascensor y Karina empezó a llenar de besos mientras masajeaba su entrepierna, el ascensor se abrió de repente, ambos avergonzados se limpiaban muertos de la risa él uno al otro.

Mientras vivían el incómodo momento el celular de Betty sonó, era Michel que la llamaba.

Mich. Amor, dónde estás?

Be. Amor baje a busca la comida – Armando abrió los ojos como platos –

Mich. Pensé que me habías abandonado

Be. Jojojojo que exagerado amor, dale ya subo! Te amo!

El ascensor se abrió otro vecino entro, al rodarse Betty se tropezó con Armando, volteo a pedirle disculpas cuando lo vio, sintió un frío en el estómago, reconoció a Karina, sentía los ojos llenarse de lágrimas, no fue capaz de decirle nada, Armando la miraba suplicante, pero tampoco habría mucho para decir, ella había visto todo, el ascensor se abrió, Betty salió disparada de él, se encontró a Mario en la recepción.

MC. Betty!? Que hace aquí!?

Be. Don Mario si quiere saber sobre Armando ya bajo, va de camino al estacionamiento con Karina. – Mario sonreía sin saber que decir – Disculpe, Cuanto es?

Domicilio. Cuarenta mil pesos.

Be. Tomé, gracias… quédese con el resto, chao Doctor. –Mario se quedó petrificado – Betty sentía un nudo en la garganta, quería llorar, quería gritar, como pudo creer que por ella cambiaría, como pudo si quiera creer que él era diferente.

Mientras subía el ascensor entro la llamada de Armando, dudó en contestar pero al fin reunió las fuerzas y el valor, respiro hondo.

Be. Alo?

Ar. Betty te puedo explicar mira…

Be. Tranquilo Armando, nada que explicar, ten buena noche.

Ar. Pero Betty no… no quiero que pienses… - Betty colgó, Armando tiro la puerta del carro – Karina ya vengo, me vio una amiga y puede decirle a Marcela, en que piso subió?

Kar. Cómo que amiga de Marcela!? Creo que en el quinto.

Ar. Ya vengo - Armando llamo al ascensor, no bajaba, desesperado subió por las escaleras se encontró a Mario en recepción -

MC. Se encontró con Betty?

Ar. Si hombre la estoy llamando pero no me responde, me contesto la primera vez me dijo que no me preocupará y colgó como si nada…

MC. Entonces lo tomo bien qué?

Ar. Bien!? Pfff!! Es como cuando te dicen que todo está bien pero realmente está muy mal.

MC. Bueno igual que se queja, ella no puede reclamarle…

Ar. Ay Mario usted no entiende nada hombre!

MC. Vamonos ya… no puedes hacer nada ahora lo solucionas cuando volvamos.

Ar. Que no hombre!!

El ascensor se abrió y Armando lo subió, iba jugando con el celular en las manos, estaba demasiado ansioso. Betty lloraba, intentaba calmarse pero no podía, estaba furiosa por creerse especial en la vida de él, estaba furiosa por haber caído en su juego, ella había perdido el norte, si algún momento había tenido el control de la situación hace mucho lo había perdido, estaba a escasos metros de su puerta, el ascensor se abrió, salió uno de los inquilinos, sonrió intentando disimular pero ambas sabían que estaba fingiendo igual hicieron como si nada.

Armando se había bajado un piso antes, el apartamento quedaba en el sexto piso, no podía ir de puerta en puerta, seguro estaba ya con Michel.

Ar. ¡Maldita sea! Dijo pegándole a la pared. – Volvía a marcarle y nuevamente le rechazaba la llamada, Betty se limpió el rostro y con su mejor sonrisa entro de nuevo al apartamento, Michel salía del baño, la recibió con su hermosa sonrisa –

Mich. Quieres juguito de mora mi amor?

Be. Si amor, gracias.

Armando de mala gana volvió a bajar, Karina y Mario lo esperaban, Armando decidió cancelar la salida, le dijo a Karina que en esas condiciones no se atrevía a salir, puede que ya le hayan dicho a Marcela, Mario sabía que todo era un invento y no pudo decir más, Karina estuvo de acuerdo no quería problema con los Valencia, todos se fueron, Armando se quedó un rato más en el living seguía llamando.

Mich. Amor creo que te están llamado, tu celular está vibrando.- Betty se levantó de prisa, era Armando, apago el celular –

Be. Número desconocido amor, mejor lo apago, no quiero que nos molesten.

Armando renegaba de su suerte, era casi imposible que eso sucediera e igual se dio, le hizo al menos quince llamadas, al ver que seguía apagado escribió un largo mensaje, lo leía no le gustaba lo borraba, así lo hizo al menos un par de veces más, al fin después de tanto escribir se decidió.

Ar. “Perdóname”. Bajo y conduciendo sin rumbo se fue.

Betty paso una noche aparentemente tranquila, por dentro sonreía a pesar de tener ganas de llorar y no levantarse de la cama por un año, se sentía estúpida, no sufría nada de esto con Michel, eran muchas sus ganas de sufrir por otro, eso se acabaría, no se lo permitiría más, Armando no podía ser el centro de su mundo, ni si quiera era una cuarta parte, él siempre representaba sufrimiento para ella, de una manera u otra, ya no seguiría perdiendo el tiempo con él, siempre que podía le demostraba la basura que era, una persona así de tóxica no podía estar en su corazón, ella lo quería, pero así como entro, así mismo lo sacaría.

Al fin después de tomar a solas en un bar y ver que su mensaje no era respondido se fue a su apartamento, no tenía ganas de ver a Marcela, llego, se descambio y puso música, se sentía melancólico, que bendita mala costumbre arruinar las cosas con Betty, sabía que ella era perfecta para él, pero Armando siempre debía ser Armando.

CONTINUARÁ…