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“El diario de Armando” #YSBLF – Capitulo 5

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 18 sept 2018
  • 10 Min. de lectura

Betty llegó tan rápido como el tráfico se lo permitió a la clínica donde doña Julia estaba internada, Don Hermes se veía que llevaba horas sin dormir, su característico carácter se veía opacado por una profunda preocupación y desconcierto, estaba pálido y tembloroso, fue todo un shock para Betty verlo así, ya que su padre nunca abandonaba su común temperamento e ímpetu.

Be. Hola papá – dijo abrazándolo – como está mi mamá, que le han dicho?

DH. Bueno mija hasta ahora me han dicho que estable, pero realmente no sé, tengo una sensación en el cuerpo, no nos dejan entrar a verla. – Nicolas llegaba justo en ese momento con comida –

Ni. Hola Betty! como esta?

Be. Bien en torno a lo que se puede Nicolás. – Nicolás sonrió amargamente –

Ni. Tome Don Hermes, vea que no ha comida nada desde ayer… - Recibió a regañadientes –

Be. Pero cuéntenme bien qué pasó? Mi mamá estaba perfecta, nunca ha tenido nada crónico, ni mucho menos que le puede causar un infarto…

DH. Mija, estábamos en la oficina y ella como siempre llegó a llevarme el almuerzo, hablamos un rato como es de costumbre y Nicolás llegó, justo en ese momento empezó a sentirse mal… y cayó inconsciente, si no hubiese sido por nicrolax… - lo miro y triste le sonrió – Nicolás no sé qué hubiese sucedido, me bloquee mija… Ay Betica si a su mamá le pasa algo, yo me muero oyó…

Be. Tranquilo papá – dijo mientras le daba un beso en la frente – no le va a pasar nada, ella saldrá bien de esta, ya verá, volverá a ser la de siempre y vivirá soportando sus berrinches – sonrió triste –

DH. Le prometo mija que si sale de esta jamás la volveré a gritar… siempre la he tratado muy mal – lloraba –

Ni. No don Hermes no diga eso…

Be. Si papá no hable así, mire mi mamá lo conoce perfecto y sabe cuánto la ama, sabe amarlo tal y como es y lo entiende.

Ni. Si don Gérmenes… o cree que alguien lo aguantaría si no.. jojojojo – Nicolás lo hizo sonreír –

En ese momento llegó el médico a dar el parte, afirmaba que se encontraba más estable pero los medicamentos lo mantendrían dormida por un buen tiempo.

Be. Bueno papá creo que es momento que nos vayamos a la casa, comamos algo y nos descambiemos, Nico nos espera en lo que volvemos.

DH. Mija la verdad no creo que sea correcto dejar a su mamá sola, que tal le pase algo?

Be. Tranquilo papá, mire lo que dijo el doctor, estará bien, solo necesita reposo y Nico nos avisará cualquier cosa, cierto?

Ni. Claro que sí don Hermes, aquí estaré ATENTO a cualquier situación

Don Hermes accedió con la condición de no demorarse más de media hora en la casa, realmente no concebía estar en ella sin su amada Doña Julia, Betty llamo antes a Matilde la encargada de la cocina para que tuviera algo listo a su llegada, de camino saludo a Ramiro el chofer de la familia, tenía más o menos la edad de su padre y era quien siempre la buscaba en sus años de escuela, adoraba mucho a Ramiro, hacía sus viajes muy amenos con las infinidades de historias fantásticas que le contaba, sobre islas no descubiertas y tesoros escondidos, cuando creció se dio cuenta que se trataba de Indiana Jones, pero nunca se lo dijo, aunque Ramiro las contaba mejor.

Al llegar a la mansión Pinzón Betty noto cierta aire de frialdad de ella, el pequeño radio de la cocina no estaba encendida y Julio el jardinero cortaba los arbustos sin su característico silbido, al parecer todos habían pasado un gran susto, llegar los recibió Matilde.

Mat. Hola niña Betty, como está la señora?

Be. Muy bien Mati, ya mejor, la dejamos dormida pero ya paso lo peor, están lista la merienda?

Mat. Si mi niña, les hice juguito de mora.

Be. Gracias Mati. Papá?... – don Hermes tenía la mente en su esposa – Papá? – Betty lo sacudió un poco –

DH. Dime mija…

Be. Tranquilo papá, de verdad ella estará bien, yo lo sé, siento que es así. Por fa vez a comer, yo te alcanzó luego, voy a tomarme un ducha, aun traigo la ropa del viaje.

DH. Claro mija… vaya, yo también me voy a duchar, por favor Betty no se demoré – El tono era más de súplica que su acostumbrado tono de orden –

Be. Si. – Dijo sonriendo y caminando hacía su habitación –

Mientras se bañaba con agua caliente, sentía que necesitaba horas de ducha para reparar tanto ajetreo, con todo lo que había sucedido se olvidó por completo de Armando, recordó el mensaje que le había escrito y empezó a imaginarse la cara que había puesto, espera que las muchachas le hubiesen avisado sobre su inconveniente y no pensará que simplemente había desaparecido, sabía que ellas no se contactarían más con ellos, bueno al menos en eso habían quedado la noche anterior.

Su padre se obligaba a comer un poco del sándwich de queso, el café estaba más a tono con su estado de ánimo y como siempre lo tomó con premura mientras miraba el reloj cada dos segundos, Betty tomo un poco de jugo de mora y para no hacerlo esperar más pidió que le empacarán su comida y junto a su padre salió de nuevo al hospital.

Del otro lado de la ciudad se encontraba Armando llegando su hogar, como era de esperarse sus padres no se encontraban en casa, puso a cargar su celular y fue a darse una ducha, cuando sintió que alguien entraba a su cuarto.

Ar. Hola? Mamá? – no hubo respuesta – pronto unos pasos furtivos estuvieron detrás de su puerta, estaba a punto de entrar en pánico – Hola!? Quien está ahí?!

Para su alivio era Marcela que como la diosa que era entraba desnuda a hacerle compañía.

Mar. Esperabas a alguien más mi amor?

Ar. Estos son los recibimientos que a mí me gustan…

Mar. Si!? Bueno… es solo el comienzo.

Como era de esperarse los vidrios se empañaran hasta el cansancio de ambos cuerpos, que risueños y listos para un segundo round salían de la ducha divertidos, pronto el celular de Armando empezó a sonar, varios mensajes y notificaciones llegaban.

Mar. Ujummm… A quien habrás dejado tan ansiosa, ah?

Ar. Marcela por favor, no empecemos si?

Mar. Jajaja no estoy empezando nada, solo hago una anotación.

Ar. El celular se me descargo en pleno vuelo y lo conecte mientras tomaba la ducha, seguro acaba de prender.

Mar. Tranquilo mi amor, te creo… ahora ven y hazme sentir cuanto me extrañaste.

Armando se levantó, sintiendo que el cuerpo le pesaba el doble, realmente habían sido dos días agotadores, como solían ser sus viajes, divertidos pero cansados, al mirar a su lado vio a Marcela que dormía placida boca abajo, esa imagen le trajo a Betty a la mente, hubiese querido poder admirar sus espaldas un par de segundos antes de despertarla a besos, pese pensamiento le sorprendió, normalmente no vuelve a pensar en las mujeres de “momentos”, pero él sabía que ella no era un más, ella tenía magia y él quedo encantado de descubrirla. Se sentó en el borde de la cama y con mucho cuidado se levantó, no quería despertar a Marcela, abrió las cortinas de su balcón, desde la ladera y hasta el final se podía ver lo hermoso de Bogotá y de su fría noche, pronto y como de costumbre saco su diario y empezó a escribir unos cuantos versos en ella.

“Querido amigo,

Hoy es mi primer día en Bogotá, me recibimiento fue el acostumbrado, pero se sintió diferente, a pesar de ser el mismo cuerpo al que siempre recurro noche tras noche no me sabe igual, quizás su marca aún sigue en mí, al parecer debo esperar que pasen los días para que mi cuerpo se desacostumbre de ella, de sus dulces besos, de su suave tacto”.

Marcela se movió un poco en la cama logrando espantar a Armando quien de golpe cerró el diario, volteó rápidamente y pensó en algo que decirle, pero para su tranquilidad seguía dormida, sonrió al verla tan plácida en aquella oscuridad, ella le despertaba cierta ternura.

“En una noche me ha enseñado lo importante que es encontrar a alguien que a estas alturas te llene de primeras veces… hoy desde hace mucho tiempo y quizás por primera vez, puedo reconocer que he hecho el amor, con una mujer sublime, con aquella que ya no es tan ajena a mi huella, a mi tacto, con aquella que me permitió recorrerla y desnudarla de todas las maneras y en todas las formas, pero al igual que un hermoso sueño desapareció con el primer rayo de sol”.

Contento por su escrito, por su musa, por su Betty, cerro su agenda y volvió a acurrucarse al lado de Marcela como si absolutamente nada hubiese pasado, como si hace unos segundos no muriera y suspirara por aquella que había sabido robarle el corazón.

Esa noche había sido excepcionalmente fría, Betty se había regresado muy entrada la noche de la clínica, su padre había insistido en pasar la noche al lado de su esposa, al igual que en los últimos 35 años. Al llegar Matilde la recibió con un buen chocolate cargado, hablaron un rato sobre la salud de Doña Julia cuando recordó al correspondencia.

Mat. Mi niña se me había pasado por completo, mire le llegaron estas cartas a su nombre.

Be. Y eso?

Mat. Al parecer es la respuesta de la universidad esa a la que quiere trasladarse, será que si le dieron la beca para la observación esa?

Be. Jajaja Mati… investigación! Esperemos que sí, acá no me están dando los recursos y la verdad es que prefiero estar lo más lejos posible de Michel.

Mat. Ni me lo mencione mi niña… que tal! Salió muy enamorado el franchute ese!

Be. Ni me lo digas Mati, bueno… vamos a ver cómo me fue! – Nerviosa abrió el sobre, en el primer párrafo se leía –

“Tenemos el gusto de informarle que ha sido admitida…”

Betty empezó a saltar como loca y unió a rastras a Matilde quien feliz saltaba por ella, entre lágrimas gritaba ¡ENTRE! ¡ENTRE!, Matilde la abrazó fuerte y con una enorme sonrisa empezó a secar sus mejillas encharcadas.

A la mañana siguiente Armando salió muy temprano para el Club, cuando vio que Alberto texteaba de lo más risueño.

Ar. Y entonces mi Alb, nueva conquista?

Alb. Para nada… al contrario, ando sano.

MC. Jummmm a mí no me mienta! Usted está hablando con una hembra, suelte la sopa!

Alb. Jajajaja calmados… que esta historia no es nueva

Ar. Entonces…

Alb. Bueno… Lucy y yo…

MC. CARTAGENA!?

Alb. La misma…

Ar. Como así!? No y que habían quedado en dejarlo en anonimato!?

Alb, Bueno… la noche que pasamos juntos le pedí su número y me lo dio…

MC. aja pero cuente, cuente bien!

Ar. Usted Mario si no pierde esa costumbre de vieja chismosa…!

MC. Ay no pues… él que no se muere por saber.

Alb. Bueno resulta que Lucy vive en Barcelona, pero pronto volverá a Bogotá y al parecer a radicarse de un todo… y bueno la verdad es que nos entendimos bien y aquí estamos… hablando! – Armando moría de ganas por preguntar por Betty, pero conociendo a Mario sabía que le iba a dedicar un mes entero de montadas y pendejadas, así que prefirió callar –

MC. Jajajaja usted si es mucha dulzura carajo! – dijo apretándole las mejillas –

Alb. Quédese quieto Calderón jajaja oiga usted me preocupa, a veces se le sale lo lombardi jajajaja

MC. Jajajaja queriendo mijito… yo no ando de bobo, tengo un reto personal el cual me tomo muy en serio… debo estar con un mínimo del mil mujeres antes de casarme y no voy ni por la mitad… además aquí mi compañero de batallas no me abandona, no como a usted que le halan la pita desde Barcelona…! Jajajaja

Alb. Ni tanto… mire que ahorita se le compromete y usted se me va a quedar solito!

MC. Oiga si! Definitivamente me va a tocar conseguir nuevos amigos…

Ar. Ay Calderón usted sin nosotros no es nada… y más bien deme permiso porque en el jacuzzi me están esperando! Chau!

MC. VIO!!! – dijo mirando a Alberto – ESE ES MI TIGRE! Nada ni nadie lo detiene…

Alb. Par de promiscuos jajajaja

Armando saludaba jocosamente a Alejandra, era toda una bomba 90-60-90 de las que tanto le gustaba, tenía el terreno tanteado pero nada concretado, ya que era de aquellas a las que aún le quedaban pudor con los hombres, casados o casi comprometidos.

Al. Hola Armando – dijo dándole un beso – cómo vas?

Ar. Bien Aleja, extrañado de tu ausencia… - dijo tomándola de la mano –

Al. Jajaja no para nada, estaba visitando a unos primos en Caracas y ese milagro que vuelves al club…

Ar. Acá con los muchachos visitando las caballerizas. – acariciaba su mano –

En ese momento le entra una llamada a Alejandra.

Al. Discúlpame un segundo Armando… Hola! Dónde estás? Si? Dale yo estoy por alistarme, espérame en la sala lunch, si la que está por la piscina térmica… chao.

Ar. Tengo que ponerme celoso?

Al. Para nada… es una prima, teníamos rato sin vernos y quedamos aquí

Ar. O sea que me puedo quedar un rato más contigo?

Al. Jajaja Ay Armando tu si no cambias…. Si quieres nos puedes acompañar, ya sabes en la mesa de siempre, nos encontramos allá?

Ar. Dale mi amor, ya me cambio, pero no te demores… quiero tenerse así sea cinco minutos a solas para mí.

Al. Jajajaja dale.

Armando se despidió de los muchachos prometiéndoles caza para hoy, como siempre Mario se unió como copiloto de Armando, ya que al parecer Alberto iba muy en serio, al llegar, la sala estaba bastante concurrida, de camino a la mesa de Alejandra saludo a varios comensales, empresarios e inversionistas muy amigos de su padre, a los lejos ella le hizo seña para que la ubicará, aunque él ya la había visto, su prima daba la espalda.

MC. Al menos promete las mismas curvas no…

Ar. Sabe perfecto que voy por Alejita, de la prima se me encarga bien juiciosito – dijo hablando entre sonrisas –

MC. Sabe que yo la voy a atender muy bien, usted tranquilo… - Ya se encontraban a tres pasos de la mesa –

Al. Hola Mario, rato sin verte…

MC. Hola mi Alejita hermosa, pues si me quieres ver todos los días yo feliz jajaja – Armando sonreía pícaro, mirando incesantemente a Alejandra –

Al. Prima te presento a mis amigos, Armando Mendoza y Mario Calderón.

Al verla quedaron helados, Mario sonreía gracioso por la situación, la prima no había podido ser nadie más que Betty.

MC. Betty?!! El mundo es un pañuelo! No lo puedo creer!

Be. Hola Mario! Armando? – Este último no conseguía decir nada – Betty se levantó y le dio un fuerte abrazo a Mario, Armando solo alcanzo a sentarse.

Al. Se conocen?! Pero cómo?

Be. Si, en Cartagena coincidimos un par de veces… - Armando quería que se lo comiera la tierra –

Al. Bueno pero que coincidencia, justo te hablaba de Armani, sabes eres muy famoso… - dijo tomando su mano, Armando estaba rojo –

Be. Armando es Armani?

Al. Jajajaja si!!! – Betty quedo helada, su prima le había contado infinitas historias de su amor, ella adoraba Armando, pero según este nunca podía zafarse de la intensa de su novia… como se llamaba? Marcela Valencia…. –

Be. Bueno Armando, para mí realmente es un placer conocerte. – dijo fría –

Ar. Igual Betty.


CONTINUARÁ

 
 
 

1 Comment


jaqueline yunjae
jaqueline yunjae
Mar 29, 2019

Alejandra y Betty primas o.o el destino los une nuevamente pero no muy favorablemente para Armando. Que bueno q doña Julia se cupere rapidamente.

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