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“El diario de Armando” #YSBLF – Capitulo 4

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 6 sept 2018
  • 10 Min. de lectura


Ya de vuelta todos habían quedado con ayuda del hotel en organizar la fogata de esa noche, Armando y Betty no se hablaban desde su último incidente razón por la cual las tensiones estaban a flor de piel, él estaba totalmente avergonzado, al parecer era el único que no había notado las preferencias sexuales de Paulo, Mario y Alberto se habían reído de él todo el camino de vuelta lo cual no había ayudado con su humor, ya en la habitación y siendo el primero en estar listo, se sentó en el balcón a esperar que sus amigos pasaran por él, saco su diario y nuevamente mirando el amor y pensando en Betty empezó a escribir.

“Hoy he sentido una llama que me quema el cuerpo, a veces es fría y a veces caliente como el mismo sol, cambia a merced de su sentir por mí, es una llama que a veces me desespera, me aviva y me congela, mi ajena, menos ajena con cada minuto que paso a lado de ella, en horas me ha demostrado tanto, me ha despertado tanto, soy yo quien vive y muere por su mirada, me sonríe tan segura de sí misma, como si supiera que ya le pertenezco, quisiera tener el valor y decirle que tiene toda la puta razón, mi amor, mi primer sentir es tuyo…”.

Armando miraba la lejanía, frustrado por el actuar de hace unas horas, pudo ser un día para recordar y revivir tanto como quisiera y lo había arruinado, la grito delante de todos y ella simplemente se marchó sonriente, era como si su actuar no le perturbara y él depende totalmente de ella, cansado de pensar tantos las cosas se recostó en la hamaca del balcón mientras a fondo sonado la canción “Sin poderte hablar” de Willie Colón.

En la habitación las chicas hablaban sobre lo ocurrido con Armando.

Au. Entonces mija, tú y Armando qué?

Be. Ay no se Aura María y tampoco pretendo darle muchas vueltas a eso, bastante mala vida ya me doy con Michel para sumarle uno más.

Luc. Murió ahí entonces?

Be. Yo sí creo…

Luc. No te noto convencida Betty, además que realmente no entiendo que es lo que tienen.

Au. Si mija, anda es con un misterio, cuente… o es que acaso no confía en nosotras? Sabe bien que ninguna la juzgaría…

Be. No diga eso Aura María, sabes perfecto que confió en ustedes más que nada, solo que ni yo sé, les voy a contar, recuerdan sus escapada después de la discoteca? Bueno esa noche...

Betty empezó a contarles a sus amigas lo que casi paso en la playa, y que se acobardo pues realmente teme no ser buena, además que Michel había sido su única experiencia y afirmaba que si él buscó más pasión en otra mujer, lógicamente era que no la había encontrado en ella, bueno ese era el pensamiento de Betty aunque realmente no era muy lógico.

Be. No sé, saben que soy muy tradicional en ese aspecto y Armando se ve que ha tenido buen camino, además estoy insegura de muchas cosas, y siento que no quiero volver a salir lastimada.

Luc. Mira yo siento que le estás dando muchas vueltas, no tienes por qué tomar las cosas tan en serio, además bastante hombre mal polvo que anda por el mundo creyéndose el putas porque uno le mete corazón a la situación, no te aflijas y menos te definas por una mala experiencia, creo que debes dejarte llevar Betty, es momento que solo goces, si las cosas van a más, perfecto, pero sí no… que sea un rico recuerdo! Jaajajaja

Au. Jajajaja Ay si Betty, no se vaya a meter enseguida en una relación seria después de todo lo que paso con Michel, si no estás lista para eso, al menos prueba… jajaja

Be. Jajajaja Ustedes son unas locas… la verdad no sé cómo son mis mejores amigas, en serio….

Au. Somos las que le damos sazón a tu vida mija! Jajajaja

Be. Igual yo no pretendo forzar nada, si me busca bien y si no también…

Los hombres ya bajaban juntos al bar mientras las esperaban, se había texteado hace un par de minutos y aun no se encontraban listas.

MC. Entonces tigre… yo lo veo como demasiado emocionado con Beatriz, se me hace raro en usted tanto empeño y paciencia

Alb. Si Armando… no ha conseguido nada de acción e igual sigue insistente, será que no quiere reconocer que perdió?

Ar. Normal… lo necesario para conseguir algo. – contesto algo incomodo

MC. Seguro? No se habrá enamorado mi campeón?

Ar. Ay Mario por favor…! Jajajaja Usted sabe perfecto lo que pienso sobre eso, además que si debo enamorarme se supone que debe ser por Marcela.

Alb. Exacto… se supone.

Ar. Igual esto terminara pronto, llegaremos a Bogotá y jamás la volveré a ver. Alguno sabe de donde son?

Alb. Llegamos al acuerdo de no preguntar…

MC. Yo también

Ar. Bueno yo no le preguntado ni ella a mí, pero fue algo que no acordamos.

MC. Mmmmm… veo y has hablado con Marcela?

Ar. Sí, siempre me llama en las mañanas y nos escribimos en el día, por qué?

MC. Y siempre vas a seguir con el tema del compromiso?

Ar. Bueno ella y yo hemos hablado de eso, y dice que está cansada de ser la novia eterna, que llevamos demasiado en eso.

MC. O sea que vino con amenaza a bordo?

Ar. Al fin y al cabo eso sucederá lo sabes perfecto…

Alb. Pero Armando eso no se supone que suceda hermano, eso debe ser un paso natural, no una regla, hablas como si te tocará, además aun no nos hemos graduado…

Ar. Si pero mi mamá esta siempre pregunte y pregunte… y también que cansona.

MC. Bueno calladitos que ahí vienen…

Al verla Armando se sintió feliz, atragantado bajo el trago de whiskey que se embutió por la impresión, ella no le había dirigido ninguna mirada, pero era realmente innecesario, la tensión, la vibra entre los dos era fuerte, las parejas se hicieron los esperados cumplidos, Betty y Armando solo sonrieron, todos caminaban juntos, el hotel había hecho un buen trabajo, había una hermosa fogata con una camino de antorchas alrededor la llamarada cojines y mantas, y una mesa baja con un exquisito bufet servido y al lado una cava llena de cervezas, licores y agua y un pequeño equipo de sonido, donde sonaba todo tipo de música.

Todo era muy discreto, todos conversaban sobre la comida y lo bonito de la decoración, Armando y Betty hablaban con todos pero no entre ellos, pronto cada pareja se separó y hablaban en solitario.

Ar. Te ves muy bien hoy.

Be. Gracias tú también.

Ar. Jeje gracias… Ehmmm, Betty te quería pedir disculpas por lo de esta mañana, créeme no fue mi intención, tenía otras cosas en la cabeza y bueno recibiste la peor parte.

Be. Jajaja tranquilo entiendo eso, tienes algún problema? – Armando buscaba una excusa para darle –

Ar. Si, problemas con mis papás, lo normal… nada más allá.

Be. Bueno, no te preocupes, sea lo que sea pasará…

Un silencio incomodo se apodero de los dos, ambos querían llenarse de besos, pero debido a su historial no se permitían ceder.

Ar. Betty… y tienes pretendientes? – que pregunta más estúpida, pensó –

Be. No que yo sepa jajaja – Armando asintió y sonrió torpemente – y tú?

Ar. Tampoco tengo jajajaja

Be. No te creo… jajaja ni novia?

Ar. No estoy solo… - bajo la mirada, no pude sostener la mentira con ella –y cuéntame que te gusta? Quiero no sé saber de ti jejeje

Be. Bueno me encanta el mar, Cartagena es mi ciudad favorita en todo el mundo, siento que tiene una magia. – Armando sonrió – y a ti?

Ar. Yo adoro Italia, siempre que puedo la visito, precisamente vengo de allá, termine acá por casualidad jajaja cuéntame más de ti.

Be. Bueno adoro el jugo de mora jajajaja si es raro pero a mí me encanta! Me encanta más el amanecer que el atardecer… mi color preferido es el azul y leer! Adoro leer!

Ar. Qué bien! A mí me encanta escribir, adoro las canciones de Franco de Vita, mi color favorito es el blanco…

Be. Sí? Y qué escribes?

Ar. Bueno más bien intento jajaja… un poco de poesía.

Be. Wow! Quién lo diría… deberías leerme un poco jejeje

Ar. Ehmmmm… todavía no está lista para ver el mundo. Jajajaa lo siento!

Be. Jajajaja tranquilo

Hablaron un rato más hasta la media noche, todos estaban muy tomados, como era de esperarse todos se habían retirado, nuevamente se encontraban solos, ambos se reían de sus anécdotas más graciosas, al fondo sonaba “El recuento de los daños” de Gloria Trevi, a escucharla quedo inmóvil, hubo muchas noches donde queriendo incrementar su llanto Betty la escuchaba a solas en su cuarto mientras lloraba, masoquista la repetía hasta diez veces, escuchando empezó a revivir momentos con Michel, y algo incomoda por sus lágrimas se levantó dejando sentando y confundido a Armando, quien se preguntaba qué había hecho mal ahora.

El rio de sus lágrimas era cada vez más caudaloso, hasta que los espasmos de su pecho se hicieron más fuerte y no pudo disimular, dejándose caer a la orilla del mar, mientras el vaivén de las olas humedecían sus piernas hasta la altura de su rodilla. Armando veía todo desde lejos, al percatarse realmente de lo que pasaba se acercó.

Ar. Vamos Betty! no te hagas esto… no lo vale.

Be. Sabes Armando… son incontables las personas que me han dicho que no llore, que Michel no lo merece, pero no lloró porque merezca que lo lloré, lo haga por me duele… yo puse años, tiempo, vida en esta relación y llevaba casi que los mismos años engañada, y sabes he tenido tiempo de pensar, de analizar… cuantas mentiras, cuantos momentos fingidos, todo el desperdició, ahora solo queda sobrevivir con lo que me deja y empezar de cero y es duro Armando, es demasiado duro! – Rompió nuevamente en llanto –

Verla así le dolía, quería ser capaz de quitarle tanta pena, de devolverle la sonrisa, pero no tenía maneras, él no era quien podía calmar ese dolor, pero verla así tan cerca a él le despertó tanto, la piel se le puso de gallina, sentía cada movimiento tan gustoso que sin evitarlo la beso.

Ella se detuvo por un momento y lo miro, Armando estaba por hablar cuando ella lo cayo a besos, mientras caía sobre su cuerpo y ambos en la arena, ardían en deseo, ambos morían por ese momento, las lágrimas que quedaban en su rostro mojaban las mejillas de Armando, pero él no se percataba de eso, ardía demasiado en deseo como para fijarse en algo que no fuese en ella, la besaba con pasión, con posesión, era una sensación que Betty jamás había experimentado.

Ar. Vamos a mi habitación?

Be. Vamos – respondió agitada –

De camino nunca se soltaron de las manos, no querían dejar de sentirse, en el ascensor nuevamente empezaron los besos, los roces, el sonido de apertura de la puerta los sorprendió, pronto estuvieron en la habitación de Armando, ayudándose se deshicieron de la ropa, le estorbaba, le quitaba espacio, pronto yacían en la cama desnudos y amándose, era tanto la posesión de ambos que los cuerpos también les parecía estorbar, juntos cayeron en el deseo y desenfreno que se causaban hasta caer dormidos por el cansancio, abrazados y complacidos.

Hace de las tres de la mañana Betty recordó y algo perdida por el alcohol intentaba ubicarse y recordar donde estaba, pronto todo le fue claro y sonrió, jamás había experimentado algo igual, le había encantado, en silencio y con delicadeza empezó a vestirse evitando despertar a Armando, no quería solo desaparecerse pero no sabía cómo reaccionar al verlo despertar, así que para su comodidad era mejor asi, al fin y al cabo él se iría mañana. Camino por la habitación y encontró una agenda sin prestarle atención a su contenido busco en varias páginas en blanco y escribió.

“Gracias por todo, Betty”. y así mismo como había llegado se fue a su habitación, feliz de haberse dado la oportunidad de amar, se había sentido bien, no había culpas, ni Michel en su cabeza, sonriendo se fue a su habitación y al room service le pidió café, la emoción no la dejaba dormir, así que se sentó en su balcón mientras pensaba en Armando, cuando el sueño le fue ganando ya estaba por amanecer, y justo suena su celular, era Nicolás.

Nic. Betty!?

Be. Hola Nico que pasa!? Está todo bien?

Nic. No Betty, perdone que la llame a esta hora, pero… bueno mire, a Doña Julia se le llevaron para la clínica ya está bien, pero le dio un infarto, creo que es mejor que se venga ya…

Betty entre sollozos llamo a sus amigas, ellas corrieron a su habitación, pero antes se despidieron de ambos hombres prometiéndose ver por la mañana, al llegar hicieron varias llamadas entre esas al aeropuerto para reservar un vuelo para las tres pero solo consiguieron un asiento y se lo asignaron a Betty, el vuelvo era las siete de la mañana.

Armando despertó sonriente y al girarse para abrazar a Betty vio que no se encontraba, miro la hora y ya era momento de alistarse y así lo hizo, su diario estaba en la mesa de noche, la brisa había rodado varias páginas evitando que leyera el mensaje de Betty, emocionado bajo rápido a su encuentro, quería darle su número antes de irse, no quería solo desaparecer de su vida, con paciencia y tratándose de ver lo mejor posible bajo a su habitación, nadie contestó. Bajo al lobby esperando encontrarse con ella en el desayuno, pero no estaba.

Ar. Mario y las muchachas?

MC. No lo sé quedaron en venir a despedirnos pero nada que bajan y el taxi no tarde en venir.

Alb. Si qué raro, lo mismo me dijo Lucy.

Botones. Señores, el taxi los está esperando.

Ar. Gracias, dígale que nos espere unos cinco minutos por favor…

Botones. Sí señor.

Armando espero ansioso un poco más pero porque más que se abría el ascensor nunca era la persona que esperaba, derrotado se marchó, al tiempo que el carro salía del hotel entraba Lucy con Aura María para terminar de alistar su ropa y salir más tarde en vuelos separados.

Betty estaba en la sala de espera con los nervios de punta, lloraba cada tanto y desesperaba al mirar el reloj, al fin anunciaron la salida de vuelo de la sala siete con destino a Bogotá. Amando entraba a la salas de espera, escucho que anunciaron su vuelo y siendo tarde corrieron lo más rápido que pudieron, ya embarcaban. Betty ya se encontraba en el avión, habían anunciado que estaban a la espera de unos pasajeros, pronto entro la pareja de ancianos junto con quien parecía ser su hija y cerraron las compuertas.

Armando llegó a tiempo a su vuelo el cual tenía el mismo destino que el de Betty pero en la sala diez, paso justo cuando Betty embarcaba, pero por la prisa no la vio, ella volteo para ver de nuevo el reloj de pared, en donde justo Armando estaba embarcando, lo vio de espalda, pero por la angustia no lo reconoció.


CONTINUARÁ.

 
 
 

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