“El diario de Armando” #YSBLF – Capitulo 3

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A la mañana siguiente, Betty sentía mucha vergüenza de salir de su habitación, como era de esperarse las muchachas no habían regresado, así que para su suerte le tocaría desayunar a solas, pero realmente no le era problema, su temor era encontrarse a Armando, el pensar en cómo lo había dejado solo en la playa le causaba pavor, de seguro el estaría pensando que era una niña estúpida y quizás tenía algo de razón, no tenía por qué guardarle ningún tipo de luto a Michel, aunque en el fondo conocía las verdaderas razones de su huida, y no era más, que jamás había estado con otro hombre y verse en esa situación tan casual le causo temor.

Cómo puedo controló sus nervios, se colocó un short blanco y una camisa holgada blanca, se aplicó algo de maquillaje y se hizo un semirecogido, no quería verse muy producida aunque realmente guardaba la esperanza de que si se encontraba a Armando a este le encantaría. Al fin bajo y se sirvió su desayuno sutilmente paseo la mirada por los comensales, Armando no estaba entre ellos, lo cual le daba la oportunidad de escoger una mesa con una buena vista panorámica con la esperanza de verlo primero al entrar.

Be. Qué estoy haciendo, para qué me arreglo… - pensó – pero se vio interrumpida por Armando quien vestía una bermuda amarilla muy clara y una guayabera blanca, complementadas con unas sandalias marrones, sin duda él había sabido deslumbrarlo, aunque pareciera que uno esfuerzo en ese conjunto, sí que lo hubo, pues pensó cada detalle por Betty.

Armando empezó a escoger su desayuno del bufet, se sentía ansioso, quería ver a Betty y sabía que sus amigos estaban ocupados, así que ella estaría también sola, pero no quería pasar obvio, por el contrario quería verse muy casual, además no quería espantarla como ayer, pensó en eso toda la noche, quizás fue demasiado rápido. Casualmente el voltearse la mirada con la que primero se estrelló fue la de ella, ambos se dirigieron sonrisas y él en automático camino hacía a ella.

Ar. Hola, buenos días – le dijo - (Que hermosa) Pensó.

Be. Muy bien gracias y tú? – Le dijo – ( Su sonrisa) Pensó.

Ar. Descansando…

Be. Me alegro – dijo evadiendo su insistente mirada – Armando lograba colocarla nerviosa.

Ar. Al parecer hoy también nos dejaron solos…

Be. Si – dijo sonrojada, no podía sacarse de la mente la noche anterior –

Ar. Betty, quiero pedirle disculpas, sé que quizás me extra límite anoche y no quiero hacer esto incómodo, de verdad que si te molesto, no volverá a suceder.

Be. Gracias – dijo queriéndole explicar tanto pero prefiero ahorrarse las explicaciones, de igual forma a este punto habría quedado como una ingenua delante de Armando y sin duda no era necesario insistir.

Ambos se relajaron después de aquella incómoda y corta conversación, ambos empezaron a hablar de sus vidas, Armando obvio a todas sus mujeres incluida su futura prometida, pues no era necesario arruinar las cosas, al fin y al cabo Betty sería el recuerdo de un agradable fin de semana, por lo contrario Betty fue totalmente sincera, abrió su corazón como nunca antes lo había con alguien tan extraño, a su parecer, le conto que Michel había sido el único hombre en su vida, y que tenían años de relación, no podía creer como todo se había ido a la basura un mes después de comprometerse.

Be. En fin… se me hizo extraño verlo allí, unos segundos antes habíamos hablado y estaría del otro lado de la ciudad, así que decidí seguirlo… no quiero que pienses que soy la típica novia psicópata, por de verdad que ni al caso, pero verlo me provoco un mal presentimiento, así que al llegar al hotel, vi que no se anunció y solo siguió directo a un pasillo que conducía a la piscina bajo techo, pero en ese momento no lo sabía, esperé verlo cruzar la puerta y camine tan rápido como pude tratando de ser precavida y allí justo fue cuando se me cayó el mundo… lo vi besándolo de una manera en la que nunca me había besado a mí, entre ellos existía una pasión, Armando fue tan horrible ver como paseaba sus manos por todo su cuerpo sin importarle si quiera que mil personas más los veían…

A Betty realmente le costaba contarle aquella historia, él podría palpar por primera lo que sus acciones podrían provocarle a Marcela, el sufrimiento tan real en el cual nunca había pensado, realmente no fuese que no le importará que ella sufriera, era que jamás la había tenido en cuenta, engañar era algo común en su vida, es rutinario y ha dejado los prejuicios atrás, ver a Betty le hizo caer en cuenta en lo superficial y egoísta que realmente era, eso le provoco un escalofrío en el pecho.

Be. Perdón… debo tenerte aburrido con esto, lo siento, en serio.

Ar. No por el contrario… me agrada escucharte, pero sabes Betty, creo que de verdad es momento que dejes eso atrás, Michel no te merece, alguien capaz de traicionar un amor así no merece estar contigo – sus palabras se le hacían hipócritas, pero continuo – a veces que ames mucho a una persona, no es razón para que ella te amé con esa misma intensidad, es algo difícil de escuchar pero cuando lo asumes, es lo más sano que puede llegar a tu vida.

Be. Gracias Armando, y si lastimosamente sí, tienes toda la razón, pero créeme que este fin de semana me ha ayudado mucho, pero de una manera que jamás me imagine – el color le vino de nuevo al rostro –

Armando solo alcanzo a sonreírle, cuando estaba a punto de invitarla a caminar a la playa llegaron los demás.

Au. Hola muchachos!!! Como la pasaron anoche! Ah!? – Dijo mirando con picardía a Betty –

Be. Muy bien Aura María esperándolas… - Dijo respondiendo al tiempo que Armando lo hacía, a ambos se les notaba nerviosos –

Ar. Bien, descanse bastante… estaba agotado. – dijo evadiendo la mirada de Alberto y Mario –

MC. Bueno veo que estamos a tiempo de desayunar todos juntos, acaban de empezar?

Ciertamente llevaban al menos una hora y media hablando, pero ambos se encontraban tan ansiosos por la cercanía y la familiaridad que sus estómagos se cerraron, todos comían entre risas y bromas y una que otra anécdota de parte de las parejas, Betty y Armando se obligaban a comer, sentían el estómago helado, ninguno entendía porque el otro lo ponía tan nervioso.

MC. les parece si nos vamo de Tour?, en recepción estuve averiguando un par con Aura María a Isla Tortuga, incluye la comida y las fotos son preciosas… - Todos miraban a Betty como si estuviesen pidiendo permiso, a ella se le hizo muy gracioso –

Be. Vamos… ya es hora de que salgamos del hotel, no vamos a estar todo el fin de semana encerrados.

MC. Bueno entonces terminamos aquí y hacemos a reserva, pero es mejor que se alisten ya, porque creo que en media hora sale.

Luc. Bueno entones nosotras vamos subiendo, nos encontramos en 20 minutos en la entrada.

MC. Listo.

Betty y Armando se despidieron con una mirada cómplice y una leve sonrisa que pasó desapercibida para todos los demás.

Ya en sus respectivas habitaciones, Betty buscaba que ponerse, Aura María y Luciana la ayudaban, sabían que su afán era por Armando pero prefirieron comentarlo solo entre ellas, ya que sospechan que lo negaría todo y arruinaría su “lo que sea” con Armando.

Be. Creen que este vestido de baño me queda bien? Solo traje enteros… son más cómodos.

Au. No mija… mira ponte este verde, hace un contraste lindo con tu piel, además que deja ver tu figura mamita… que es lo importante, hay que ser las más lindas del todo paseo!!!! Jajajajaja

Luc. Si mi Betty, además hace juego con nosotras, mira mi vestido de baño tiene verde, el de Aura también y no puedes ponerte otra vez negro… a ver… no es un velorio.

Todos estuvieron listos a tiempo y bajaron casi que al tiempo al lobby, todos se sentaron con sus respectivas parejas, dejando a Betty y Armando detrás de ellos, era un acuerdo al que había llegado todos para darles un empujoncito.

Ar. Es primera vez que voy a Isla Tortuga…

Be. También es la primera vez para mí, realmente siempre que vengo a Cartagena es la misma rutina.

Ar. Que rico, no vengo tan seguido como quisiera…

Be. Yo venía cada quince días, la familia de mi ex vive acá y siempre me invitaban.

Ar. Mmmm… veo. – Armando sintió una punzada en el pecho que no supo cómo describir (Celos) –

Ciertamente Armando había sentido envidia, amor, incluso odio pero nunca celos, él no había amado a una mujer, como mujer, lo que él llamaba amor siempre había sido deseo, jamás había sido cómplice de una mujer y mucho menos una que quería llevarse a la cama, ella podían hablar por horas y él sonreírles por el mismo tiempo, pero solo las oía, no las escuchaba, no le provocaban nada más que corrientes por el cuerpo, pero con Betty también sentía eso, pero siempre había algo más, como un cosquilleo que le recorría la columna al verla.

Al llegar se encontraron con todo un paraíso, el agua era realmente cristalina, la arena blanca granulada, y la brisa era fresca, casi no había sol lo cual ayuda con el calor, al fondo y entre palmeras había un resort, era muy modesto y caribeño.

Luc. Que bello!!!! Betty por nunca había venido!?

Be. No sé jajajaja

Au. Que más va hacer… el bobo de Michel que siempre nos llevaba a lo mismo! – Betty miro a Armando instintivamente, justo para ver como fruncía el ceño –

Be. Aura María por favor si… - Dijo en el tono más dulce que encontró intentando no matarla –

Todos se bañaban y jugaban en la playa, las miradas entre Armando y Betty no se hacían esperar, todos notaban sus cruces, las bromas que se hacían entre ellos, las excusas que buscaban para tropezarse o simplemente tocarse, pronto llegó la hora del almuerzo.

Be. Yo quiero un robalo…

Alb. Bueno eso sería todo entonces… más o menos en cuanto sale el pedido?

Mesero. Media hora o menos señor.

Alb. Gracias amigo!

MC. Entonces, cuando se regresan?

Au. Bueno el vuelo de Luciana sale mañana a la 1pm y nosotras nos vamos pasado mañana, tenemos unos pendientes.

MC. Que mal… nosotros salimos mañana a las 7, bien temprano… - Betty y Armando se miraron –

Au. Si súper mal! Por eso tenemos que aprovechar hoy… podemos hacer una fogata en la playa, les parece?

MC. Por mi perfecto…

Alb. Yo no tengo problemas…

Ar. A mí también me gusta la idea, y a ti Betty? – Dijo mirando con una dulzura que ninguna de sus amigos reconoció –

Be. Súper!!! Saben que adoro el mar – dijo mirando a Armando con complicidad, por fin compartían un vínculo intimo –

Paulo. Beatriz!? . Dijo a lo lejos –

Be. Paulo!? Hoooola! Como estas!? – era un hombre moreno, precioso de ojos verdes y grandes músculos, parecía extranjero, además de su acento –

Pau. Como estas Hermosa!? – Dijo cargándola – Armando hervía por dentro, esto era lo último que se esperaba –

Be. Bien, bien… que haces por acá? Pensé que habías regresado a Rio.

Pau. Sabes que adoro Cartagena y me vine a pasar unos días acá, antes de irme a Bogotá y nuevamente a Rio.

Be. Y estás solo!?

Pau. Si claro, sabes que para conocer bien nada mejor que viajar solo… no se pierde tiempo jajaja

Be. Conociéndote como te conozco, estas soltero más no solo… jajaja ven almuerza con nosotros!

Pau. No que pena incomodar, además todos emparejados, me deprime jajaja

Be. Para nada, sabes que termine hace poco con Michel y no estoy para más hombres, son amigos, ven… - dijo agarrándolo de la mano –

Ver el gesto hirió el ego de Armando, su semblante había cambiado, estaba sombrío.

Be. Muchachos les presento Paulo, es un amigo de Brasil…

Pau. Un gusto conocerlos…

Le extendió las manos a todos justo al acercarse a Armando y este con el ímpetu que siempre lo caracterizaba se levantó fingiendo no verlo mientras hablaba con nadie en su celular, esto provoco una leve risa de burla en Mario quien se conocía de memoria los berrinches de Armando.

La tarde transcurrió mucho más tranquilo, Betty sentía distante a Armando, se imaginaba que la presencia de Paulo realmente le había molestado, pero ella lo adoraba, realmente compartió mucho con él en Bogotá y de hecho la ayudo en gran parte de su carrera, así que solo decidió ignorarla por un rato.

Pau. Entonces esta decida, te vas a cambiar de la Uni?

Be. Si! No quiero realmente tener que cruzarme en todos los pasillos a Sandra agarrada de la mano de Michel, sabes perfecto lo que me dijo la igualada…

Pau. Oye pero que niña de lo más terrible, pero bueno mi Bet lo que no sirve que no estorbe… además estas preciosa, perdón que te lo diga, pero te ves feliz, poderosa, definitivamente te sienta estar soltera, sin tanta persona tóxica alrededor, sin culpas, sin miedos, sin angustias pero sobre todo sin dudas… porque déjame recordarte que más de una vez viste esto venir, perdóname lo franco, pero sabes que no puedo guardarme nada.

Be. Si lo sé, quizás analizando las cosas hubo señales, pero toda enamorada, que iba a pensar yo nada de eso.

Pau. Oye… y ese grandote de allá, que oso dejarme con la mano estirada, quién es? Como que le caí mal no?

Be. Jajaja es Armando, lo conocí acá e Cartagena… si te contará! Jajaja

Armando estaba tirado en la arena tomando una cerveza mientras veía a Betty morir de risa con aquel idiota, no podía creerlo, era la primera vez que una mujer prefería a otro hombre antes que a él, se sentía tan decepcionado, los demás nadaba en la playa o bueno se acurrucan entre otras cosas más, no podía creer lo que Betty le acaba de hacer, de la ira empezó a buscar el número de Paulina, pero se echó para atrás, ella no era quien le provocaba, nuevamente la miraba, otra vez muerta de la risa, mientras el imbécil le daba un abrazo, tiro una piedra al mar con todas sus fuerzas provocando un gran chasquido.

Ar. Mesero!

Mesero. Dígame

Ar. Tráigame otra cerveza por favor.

Mesero. Claro

Armando titiritaba de rabia, el pie incesante se movía de arriba abajo, como si estuviera trabajando en una máquina de coser, estaba realmente desesperado. Nuevamente se encontró con la mirada de Paulo, é le torció los ojos mientras vio un deje de burla en él.

Pau. Bueno mi Bet se ve buen partido, pero es mejor ir lento y seguro, y también es de Bogotá?

Be. No lo sé, no le he preguntado… hemos hablado más de nuestros sentimientos que en sí de quienes somos o de dónde, siento que es mejor así.

Pau. Bueno, ya no hablemos más del galán, mira que las probabilidades de vernos son una en mil millones... así que venga! Disfrutemos de este lugar…! Invítalo!

Paulo paso por encima de Armando sin si quiera determinarlo, él hizo exactamente lo mismo, Betty se quedó atrás componiéndose un poco y lenta pero segura camino hacia él, Paulo ya estaba en el mar con los demás.

Be. Hola – dijo tímida –

Ar. Hola. – no la miro –

Be. Quieres nadar un rato?

Ar. No gracias, aquí estoy bien. – Siguió sin mirarla – Confundida por su actitud, le pregunto.

Be. Qué pasa? te siento molesto.

Ar. Tranquila, no pasa nada.

Be. Por favor Armando, dime que pude hacer para molestarte.

Ar. Tú nada, la culpa es mía.

Be. Culpa de qué?

Ar. De creer que este día sería para lo dos, para… pues empezar de nuevo, nuestra amistad… claro, pero veo que tu amiguito es más importante.

Be. Estas celoso Armando? – pregunto graciosa –

Ar. NO! – dijo a fin mirándola con desprecio –

Be. Okey… pues parece, pero quiero aclararte algo, sé que no te interesa saberlo, pero igual te lo diré, Paulo es gay, ahora sí disfruta! – dijo molesta, corriendo tan rápido como podía hacía la playa y en automático fingió estar feliz –

Armando se sintió un verdadero tonto y empezó a patear la arena, camino de nuevo hacia una palmera y en un tronco seco tirado en el suelo se sentó, no entendía porque perdía tan rápido el control, porque tendría que sentir celos de ella, no era nada, ni suya, era perfectamente ajena y él lo sabía, debía negarse a sentir tanto por ella, él no podía perder el control en ninguna relación, menos en esta que ni siquiera había empezado, lo peor es que él se está ahogando en ese mar de sentimientos mientras ella está ahí como si nada.

CONTINUARÁ….