“El diario de Armando” #YSBLF – Capitulo 2
- Fan YSBLF !
- 23 ago 2018
- 15 Min. de lectura
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Nuevamente en la piscina Luciana pidió tres piñas coladas para sus amigas, de lejos los tres hombres cambiados y listos para la piscina las esperaban pacientes.
Ar. Entonces mi Alb, estás listo?
Al. Jajajaja Armado por qué estás tan confiada ah?
MC. Hermano por nada le dicen el tigre… jajajaja la verdad ninguna ha salido invicta.
Al. Jajajajaja bueno eso sí, pero complazca hermano, no sea pesado…
Ar. Ya llegamos a un acuerdo, que ellas escojan, yo no haré nada… solo esperaré que lleguen soooolitas jajajaja
Aura María y Luciana ya nadaban, Betty tomaba el sol, cuando sonó su celular, era Michel que le acaba de enviar un mensaje.
“Mich. La vida no me alcanzará para pedirte perdón, por favor no te vayas antes sin darme la oportunidad de hablar, te amo, no sé qué me paso mi Betty, pero te amo con toda mi alma y esto me duele incluso más a mí”.
Las lágrimas no se hicieron esperar, no quería incomodar a sus amigas, ni hacerles pasar un mal rato, así que en total silencio y con la cabeza gacha se fue al bar, donde solo pidió agua, necesitaba calmarse, pero las lágrimas no daban guardia, venía una detrás de otra.
Be. Dios! Porque me tiene que doler tanto! – se dijo así misma –
Ar. Disculpa… te pasa algo? – La había seguido – te puedo ofrecer algo de tomar? – Sin si quiera mirarlo ella le respondió –
Be. Gracias, estoy bien y no… ya tengo mi propia bebida. – Armando estaba realmente curioso por saber que le pasaba aquella hermosa mujer, pues no entendía porque insistía en no mirarlo, una mirada y no se negaría a nada, pero no lo hacía –
Ar. Bueno y te puedo hacer compañía?
Be. Gracias no estoy sola, mis amigas están en la piscina. – seguía sin mirarlo –
Ar. Bueno, pero como veo están entretenidas con mis amigos
Betty volteó de inmediato y comprobó lo que aquel extraño insistente le decía, al ver de quien se trataba, no lo había reparado en aquel entonces pero era realmente hermoso, una bestia hermosa.
Be. Con qué nos volvemos a ver!?
Ar. Perdón? Nos conocemos de algún lado? Si es así disculpa, no lo recuerdo – dijo sorprendido
Be. No, no he tenido el placer de saber quién eres – hizo ademán de presentarse pero Betty lo interrumpió – pero sí que me estrelle contigo, me diste un fuerte golpe saliendo del baño y ni te disculpaste!
Ar. Perdón de verdad, es que estaba solucionando un problema y no me fije, en serio lo siento…
Be. Bueno, mi morado te lo agradece – dijo dejando caer la manga de su salida de baño, eso le pareció sexy Armando, no reparo en absoluto el golpe –
Ar. Bueno pero creo que me he disculpado lo suficiente, no crees?
Be. Mira, en serio… no me interesan tus disculpas, solo necesito que me dejes sola.
Ar. Uy… pero que agresiva, un error lo comete cualquiera, no tienes por qué tratarme así, mira… incluso ahora quise ser amable, pero no dejas!
Be. En serio? Solo te interesó ser amable? Mira amigo… yo conozco perfecto los de tu tipo y créeme que no me interesa en nada tener alguna relación contigo!
Ar. Wo! Wo! Espera… jajajaja! Relación? Jajaa en serio? Sabes… mejor dejémoslo así! Chao….,
Betty no le respondió, un par de segundos después se dio cuenta que había sido excesivamente dura con aquel hombre, pero fue culpa de él, insistía en invadir su espacio, cuando ella en más de una ocasión le dejo claro que estando sola estaba bien, bueno eso creyó, de igual forma no quiere saber nada de hombres, justo de eso se trata este fin de semana. Sin más volvió a su silla de sol la cual estaba justo frente aquel hombre, se sentía incomoda y más porque sus amigas ya habían socializado con aquellos tipos que lo acompañaban.
Be. Lucy, puedes venir un momento porfa… - Nado y de inmediato estuvo con ella – Se puede saber qué hacen hablando con esos tipos? – alzo la mirada estrellándose con la de Armando que la miraba herido –
Luc. Jajajaja que crees amiga? Hablar… nada más! Jajajaja están divinos cierto?
Be. Habíamos quedado cero hombres…! – Aura María acaba de escuchar a Betty, así que divertida se acercó –
Aur. Ay mija no se preocupe, esos no son hombres, esos van hacer nuestros instrumentos de diversión jajajaja – dijo chocando manos con Luciana –
Be. En serio!? Este es su plan para hacerme olvidar a Michel!? Definitivamente ustedes son de no creer!
Luc. Que mejor que un clavo saque otro clavo!? Y además si no funciona al menos disfrutaste los golpes no crees? Jajajajaja
Be. Saben que no estoy de ánimos para hombres, muchachas por favor…
Aur. Amiga, es tarde ya quedamos en salir con ellos esta noche, igual si no te sientes bien podemos solo irnos y ya, porfa Betty no sea aguafiestas! Mire que desde que el Freddy se fue para Cali no he sabido nada de él, yo también tengo mi corazoncito resentido.
Be. Está bien Aura María, pero quiero estar a metros del tipo de bermuda negra, fue con el que tropecé en el baño y además discutí hace un par de minutos con él… - ambas mujeres voltearon a ver de quien se trataba, Armando se percató que hablaban de él, las miradas de Betty lo alteraban de alguna manera que no entendía –
Luc. Con ese papasote Beatriz? Jajajaj Jummm… yo si pelearía pero en la cama jajajajaja
Be. Es todo suyo Luciana, de mi parte no quiero saber nada de esa bestia…
Au. Bueno mija, pero mire que tenemos que salir de compras, tenemos que producirnos para vernos re mamitas jajaja
Be. Entonces es mejor que salgamos ya…
Las chicas hicieron sus respectivas compras en un centro comercial cercano al hotel y decidieron beber algo ya que estaban fuera. Betty miraba su celular, repasaba el mensaje y las fotos con Michel, Aura y Luciana se dieron cuenta, pero respetaron su espacio, les dolía verla así pero era necesario darle esos espacios, Betty lloraba en silencio, una lágrima tras otra caían por sus mejillas, en silencio se levantó y entro aun baño que estaba cerca de la plazoleta de la comida, las chicas la seguían con la mirada.
Au. Me da tanto pesar Betty, estaban comprometidos y mira…
Lu. Aún tiene el anillo?
Au. Intento tirarlo al mar pero no fue capaz, se colocaba a llorar, fue horrible verla así, estaba desesperada amiga, fue muy duro…
Lu. Ahí viene…
Be. Volvemos al hotel o hay que comprar algo más?
Au. Bueno queríamos comprar accesorios en ese local, me lo recomendó Mariana, vamos!!
Be. Vayan, yo las espero aquí, voy a llamar a mis papás.
Lu. Betty…
Be. Jajaja tranquilas estoy bien, vayan!!
Ambas se marcharon preocupadas y prometiendo que no se demorarían, Betty iba a marcar el número de Don Hermes cuando desbloqueo el celular en el mensaje de Michel, sintió ganas llamarlo, escribirle, al fin le marcó.
Mich. Aló? Amor?... mi amor? Háblame por favor
Escuchar su voz dolió exactamente igual que aquella última vez que lo vio, no podía creer que una misma persona fuera capaz de despertar tanto amor y tristeza al tiempo, Michel desesperado insistía desde el otro lado de la línea, justo en ese momento se dio cuenta de que había sido una mala idea, no estaba preparada para enfrentarlo, no aún. Colgó sin darle mayor explicación que el sonido de su respiración y el llanto que trataba de contener, apretó el celular fuerte contra su pecho, justo cuando se disponía a llorar en la plazoleta del centro comercial, entre la multitud de gente vio una cara conocida, iba acompañado de una hermosa pelinegra de piernas interminables, era la bestia de la piscina.
Ar. Bueno, entonces quedamos así, si quieres puedes llegar antes y podemos tener esos recuentros que tanto te gustan, mira por si acaso, la chiva sale a las 7pm.
Mujer. Bueno mi amor, nunca te he quedado mal ah… como crees, igual me coges corta de tiempo intentaré llegar antes – dijo dándole un beso de media luna –
Mientras seguía escuchando las estupideces de aquella mujer, al fondo alguien más llamaba su mirada, era la grosera de la piscina, definitivamente el destino era culebrero y pretendía seguirla interponiendo en su camino, verla lo hizo rabiar de deseo, se desesperaba al recordar su rechazo, ninguna mujer se había atrevido a eso, y su melancólica expresión le encantaba. Sus miradas se encontraron por un milisegundo y avergonzados la apartaron.
Ar. Bueno entonces quedamos en vernos después, te parece? Ahora tengo que terminar unas compras y si no te dejo ir no creo estar listo para ti esta noche. – dijo mientras fingía mirarla –
Mujer. Bueno mi Armi, me saludas a Marito, nos vemos… - dijo intentándole dar un beso que el olímpicamente rechazo dándole un abrazo, la confundió pero ella sin darle mayor importancia se alejó –
Armando fingía escoger un local donde comer, no tenía hambre pero necesitaba verla, algo en ella lo inspiraba, siempre anhelo estudiar literatura pero su padre le insistió que esa carrera era para muertos de hambre, que era mejor ir a lo seguro y eso hizo, pero nunca pudo dejar de escribir, siempre que tenía tiempo a solas escribía en una hermosa agenda que su madre le había regalado, todos sus pensamientos los convertía en poesía, era la forma práctica que lograba entenderlos, podía percibir en ella mucho dolor – algún cambio en su vida le había hecho despertar, quizás había vivido por un largo tiempo en el mundo del nunca jamás y abruptamente el mundo la había hecho madurar – mientras pensaba en eso se sentó y mirando incesantemente empezó a escribir
“La mujer que hoy en día eres te va a costar, amigos, amores, gentes, incluso aquello, a lo que llamabas hogar, pero escógela a ella siempre, por encima de todo y nada, ella valdrá todas las penas y lágrimas, al fin del día a veces es bueno cuando algo se lo lleva el viento”. Hizo una pausa y la miro, esta vez nuevamente sus miradas se cruzaron, más incómoda ella que él, pero nuevamente la apartaron.
“22 de Agosto 2018.
No sé si soy un lunático, pero a veces me enamoró de alguna hermosa mujer en la calle, en este caso, en la piscina de un hotel en Cartagena, desde que la vi me flecho, como ocasionalmente me pasa, pero esta vez al acercarme a ella no me desencanto, al contrario me ignoro, fue indiferente a mí y aunque suene extraño, puedo confesarte querido hermano que no he podido sacarla de mi mente, de mi cuerpo, tiemblo al verla de lejos, incluso en aquellos momentos en donde nuestras miradas se cruzan pierdo el control de mi cuerpo, es como si hilos de ansiedad controlaron mis funciones, si respiro o muero, si camino o me quedo como un perfecto idiota escribiéndole a ella, nombrémosla “ajena”, pues me ha negado su nombre, su mirada, su amor.
Sonrió imaginándose que sucedería si alguno de sus amigos leyera todo aquello, su diario era exclusivamente para sus ojos, era el único amor que Armando conocía, jamás se había dado la oportunidad de amar, eso le dejaba un sin sabor, pues realmente nunca sabría si era bueno o no, Marcela no conocía el contenido de aquella agenda, sabía que en ella estaban plasmados los pensamientos más profundos de Armando, pero en su última pelea quedo claro que solo eran para él y que si ella lo amaba debía respetarlo, la vida de Armando estaba llena de riquezas, de muchas mujeres, todo en esta vida se la había dado excesivamente fácil, creándole un vacío inmenso, lo único que le daba sabor a su vida era la escritura, y en ella estaban grabadas muchas de sus situaciones y emociones, muchas de las cuales les costaba expresar o si quiera entender.
Armando levanto a mirada y para su sorpresa “Ajena” había desaparecido, sabía que nuevamente la vería, pues Mario se había encargado de eso, estaría listo y dispuesto para esa noche, y si le iba bien, tendría doble dosis. Por fin había llegado la noche y listos juntos con los demás invitados las esperaban en el lobby.
Ar. Mario y estas viejas se vienen? Mire que invite a Paulita y no le pretendo quedar mal esta noche.
MC. Usted si es mucho desconsiderado Armando, se le consiguen viejas y una va a quedar plantada, controle esas ansias…
Ar. Mario por favor, sabes que no es la primera vez que tengo dos al tiempo hermano jajaja solo espero tener sesión doble.
Alb. No pues… el mil mujeres, te dijimos clarito que ya teníamos parejas, nada más falta que te tires la salidas de todos por Paula, como si mañana no hubiese podido venir, esa vieja nunca te dice que no
MC. Si es mejor que le canceles, mira que estamos sobre la hora y ella tampoco he llegado.
Ar. No pues… las nenas, se me van a poner pesadas o qué?, ya la llamo si es tanto problema entonces! – Hizo la llamada a tiempo, paula ya se disponía a salir, molesta y resignada acepto, con la promesa de verse mañana –
Bastante ansioso por la espera Armando se sentó en uno de los sofás mientras bebía whiskey frente al ascensor, justo en ese momento se abren las puertas dejando a ver a las tres amigas, hermosamente arregladas, Alberto y Mario quedaron atónitos, Armando por su estrés aún no había visto el hermoso espejismo que era Betty.
MC. Dios!! No lo pensé posible, pero se ven aún más divinas! Con todo el respeto del caso no…
Alb. Toda la razón hermano – dijo sonriendo –
Au. Gracias muchachos… - dijo sonrojándose – Luciana sonrojada solo sonreía por los piropos que ambos hombres le daban. Betty ni siquiera los escucho, pensaba en Michel.
MC. Armando venga! Este es mi amigo, Armando Mendoza… los presento. – Luciana y Aura María quedaron encantadas, ambas se presentaron, Armando veía de reojo a Betty quien lo ignoraba –
Au. Amiga… - la mente de Betty se encontraba lejos – Amiga… Betty!! venga!!
Be. Perdón Aura María… Buenas noches a todos – dijo sonriendo amablemente, mientras sus amigas se miraban preocupados entre sí – Los tres hombres estaban encantados con Betty, de ser por ellos cada uno se quedaría con una parte de ella –
MC. Buenas noches, mucho gusto mi nombre es Mario Calderón, y el tuyo?
Be. Beatriz, aunque para mis amigos soy Betty.
Al. Un placer… Betty, le puedo llamar así? – Ella contesto con una sonrisa – Betty te presentó a Armando Mendoza.
Ar. Un placer Beatriz, por fin nos conocemos… o más bien, tengo el placer de que me trate… amablemente claro. – Era sarcástico al tiempo que intentaba ser seductor –
Be. Disculpe Armando por lo de hace un rato, estoy pasando por algo y justo en ese momento… bueno me tomo en mal momento – Dijo con sincera culpa, lo cual lo tomó por sorpresa –
Ar. Fresca, no ha pasado nada, por el contrario hoy es una noche para divertirnos y porque no empezar de cero…
Be. Así es… - Bajo la mirada y camino por delante de él –
De inmediato fue tras ella sin si quiera darle a espacio a nadie más, Alberto y Mario reían por lo bajo, como siempre Armando iba por lo que quería, Aura María quedo con Mario y Alberto con Luciana y así empezó la fiesta por la chiva, tenía la ruta asignada por tres de las mejores discotecas de Cartagena y termina en Bocagrande en dónde harían una fogata y fiesta en la playa.
Al llegar la primer bar, estaban repleto de gente, pero el ambiente no tenía igual, al llegar se sentaron en una mesa cerca a la tarima, en donde un grupo vallenato cantaba la canción “El amor de los dos” de Peter Manjarrés, sus amigos bailan, Betty tenía los ojos cristalizados y constantemente miraba el celular, constantemente cruzaban miradas incomodas y se sonreían, nuevamente cada uno quedaba en lo suyo.
Ar. Disculpa, quieres bailar?
Be. Mmmm… No soy muy buena.
Ar. No importa, yo tampoco.
Justo cuando se levantan colocan la canción de “Usted Abusó” de Celia Cruz, algo torpes se abrazan, Armando olía muy bien, el sutilmente se pegaba mucho a su cuerpo, ambos vibraron por el contacto. Algo incomoda inicio la conversación.
Be. Es una canción muy triste, cierto?
Ar. Bueno… Uy perdón!, la salsa no es mi fuerte… aunque veo que para no ser buena, lo haces muy bien
Be. Jajajaja es que Luciana, mi amiga, la de vestido negro es costeña y bueno me ha enseñado…
Ar. De dónde eres?
Be. Bogotá
Ar. Y que te trajo por acá, tu amiga?
Be. En parte ella, aunque ahora no vive en el país.
Ar. Y la otra parte?
Be. Mmmm… mí no… ex!
Ar. Veo que todavía es complicado.
Be. Sí, es reciente… de eso era lo que te hablaba antes de salir.
Ar. Sabes, una vez mi abuelo me dijo algo que jamás he podido olvidar, porque tiene mucha razón, él me decía, Armando… algunos “Adioses” traen consigo sabor a libertad, llegan cargados de paz, y algunos hasta te devuelven las alas, no todos los “adioses” matan, por el contrario… alguno dan vida. Jajaja o bueno más o menos así iba, y te doy algo de esa sabiduría a ti, quizás ahora no lo ves, pero quizás ese adiós que tanto duele te ha dado vida.
Be. Sí, tienes razón, pero debo acostumbrarme a esa nueva vida, porque lleve dos años construyendo otra y… se derrumbó.
La canción había terminado y ambos se apartaron torpemente, los muchachos volvían de la pista de baile, Armando se sentó al frente de Betty y le sonrió hermosamente, ella le correspondió, su sonrisa llegó directo al corazón de Armando.
Au. Betty, venga… acompáñeme al baño!
Al llegar Betty se miraba en el espejo e inconscientemente empezó a arreglarse, estaba algo hinchada y se aplicó algo de corrector y polvo para disimular.
Au. Uyyy! Nos estamos poniendo guapas o que… jajaja no crea que no la vi bailando ah! Picarona!!
Be. Para nada, acaso es un crimen verse bien? Además sabes perfecto lo que pienso…
Au. Jaajaja no se delique Betty, es por molestar! Además la llame para decirle que cuando lleguemos al hotel me voy para la habitación de Mario jjajja
Be. Aura por Dios! Lo acabas de conocer!
Au. Y que!??? Acaso me voy a casar con él, mira que te estoy avisando. – Betty le dio una mirada de reproche a Aura María pero al fin la dejo ser –
Al salir del baño se encontraron que Luciana no perdía el tiempo en la pista, prácticamente se la estaban devorando.
Be. Mira el espectáculo de Luciana… siempre es lo mismo con uds! Qué vergüenza!
Au. No mijita! Yo creo que hoy tiene el cuarto para usted sola… jajajaja
Be. Ni modo… - dijo mirando hacia arriba –
MC. Aury, bailamos?
Au. Vamos! – Dijo mirando pícaramente a Betty –
Ar. Nuevamente solos… no?
Be. Así veo…
Ar. Te sientes mejor?
Be. Un poco… gracias por preguntar.
Ar. Me alegro, quieres algo de tomar?
Be. No todavía tengo del coctel, gracias!
La noche pasó y como era de esperarse el único que no salió victorioso fue Armando, todos estaban en sus respectivos cuartos, resignado la acompaño hasta su habitación.
Ar. Bueno Beatriz, espero descanse bien, tenga buena noche.
Be. Gracias por acompañarme, no debiste hacerlo
Ar. Un placer, de verdad… - miraba sus labios, tenía ansias de probarlos –
Armando se acercó a su rostro y coloco una mano en la mejilla contraria en donde la besó, estaba cálida, temblorosa, ella también anhelaba ser besada, pero jamás permitiría que él notará sus ansias, su ego seguía herido. Con una leve sonrisa ambos se despidieron.
En su cuarto, Armando daba vueltas al compás, aunque ninguno tenía manera de saberlo, era una sincronía perfecta, al fin rendido se levantó y se sentó en su balcón y comenzó a escribir.
“Hay una fuerza en ella que jamás había experimentado, no me deja dormir, me invita vivir, me despierta una ilusión, la piel me arde al estar junto a ella, el cuerpo me estorba, me roba la tranquilidad, tengo ansias de probarla, de saborearla, pero es tan inaccesible, nuevamente es ajena”.
Levanto la mirada y pudo escuchar las olas llegar a la playa, aunque la luna estaba en su punto más alto no lo dejaba apreciarlo con claridad, decidió ir a caminar a la playa, dormir no era al parecer una opción.
En ese momento miro su celular, había recibido un mensaje de Marcela, ella le decía todo lo que lo amaba y extrañaba y esperaba verlo pronto, prometiéndole llamarlo mañana temprano, no le contesto.
Betty estaba sentada en la playa en el puesto justo para que el mar mojara sus pies, cuando Armando la dejo en la habitación quedo inquieta y quiso caminar para despejar aquella sensación, en toda la noche no se había acordado de Michel, él había podido borrar eso, era una conexión inexplicable que ambos sentían, era como magia. Armando pudo verla y en silencio se sentó junto a ella.
Ar. Hola. – Betty asombrada le sonrió –
Be. Tampoco puedes dormir?
Ar. Sí… me vine a despejar. Beatriz, puedo hacerle una pregunta?
Be. Claro, dime.
Ar. Qué fue lo que le hicieron? Por más que intente sonreír siempre tiene una expresión triste. – le provoco lágrimas pero amargamente le sonrió –
Be. Bueno… lo que es normalmente los hombres hacen muy bien, engañar.
Verla tan frágil le llego al alma, debía abrazarla, esa mujer despertaba una fuerza en él, no sabía cómo llamarle, pero era fuerte, era concisa, jamás la había experimentado, sin más la beso, esperando una cachetada y un empujón, no pudo contenerse, ella movía los hilos de su cuerpo a su antojo, ella le correspondió con la misma intensidad aunque sus lágrimas también mojaban las mejillas de Armando, la acostó en la arena y empezó a besarla con tanta pasión, su cuerpo pronto estuvo encima del de ella, ambos rabiaban de deseo, la sangre les bombeaba fuerte causando que ambos estuvieran sonrojados, para Armando eran besos nuevos, nunca había sentido tanto en un beso, ella cruzo sus piernas sobre él dándole más acceso, Armando estaba por entrar cuando le detuvo el ímpetu.
Be. No… para por favor, no puedo…
Ar. Discúlpame… no quería, perdón!
Be. No, no es por ti, es que no he estado con otro hombre demás de mi ex y esto me es muy extraño, lo siento… debo irme.
Ar. Betty por favor espérame, de verdad… no quise faltarle el respeto.
Be. Tranquilo – sonrió – No lo hiciste. Nos vemos.
Mientras caminaba Betty se tocaba el pecho como evitando que su corazón se saliera de él, tenía tanta vergüenza, adrenalina, deseo, era una mezcla de todo, estuvo a punto de hacerlo con un extraño, en la playa, ella jamás se había comportado así, de seguro era por Michel, esa no era una buena venganza, y mucho menos debe involucrarlo a él. Estaba decida a alejar a Armando, no quería hacerle daño.
CONTINUARÁ.
Pobre Betty sufrio una desilución amorosa y la vida le tiene preparado otro amor pero presiento q sufrira tambien un poco. Veremos q pasa