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DE NIÑA A RAMERA - #TeInvitoALeer

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 3 jul 2018
  • 14 Min. de lectura

#NOTA Esta historia no está acorde con el tema principal de este blog, pero fue una de las primeras que escribí, fue en el año 2010, la comparto contigo con todo el cariño, me tope con ella en una de aquellas limpiezas en donde te encuentras cosas que ni siquiera sabías que tenías, mi profesor de aquel entonces nos llevó fuera de nuestra zona de confort, lo cual le agradezco mucho, escribí esta historia con mucha pasión pero poca experiencia, espero al igual que las anteriores sea de tu agrado, es un cuento corto pero bastante alejado de lo que estás acostumbrado a leer, espero te agrade. Gracias por siempre estar tan presente querido lector constante.

#Recuerda No soy lo que escribo, soy lo que tú sientes al leerme.


Siempre había sido una niña calmada, de su casa, siempre fui muy digna, mi cuerpo era territorio virgen, claro está, hasta ese día que conocí a Frederick en el baile de graduación de mi hermano, era un hombre buen mozo, encantador y muy coqueto, quien con sus dulces palabras me llevó al más inmenso placer, algo que jamás había experimentado. Era una niña un tanto inocente, me gustaba aún jugar con mis primitas, me encantaba peinarlas, para mí el tema del sexo, era caso aparte.

Ese día después de clases, mi hermano aun no tenía pareja para el baile, me dijo que podía ir con él, con la condición que me comportara como una mujer y dejara de ser tan infantil y de verdad que me lo tomé muy enserio.

Recuerdo que salí corriendo, mi madre y yo salimos a comprarnos mi vestido, ella aprovecharía el momento y se compraría una que otra muda, mientras trataba de conseguirme algo que estuviese de acuerdo a la ocasión, entramos a la boutique “ni perras, ni santas, solo mujeres”, tiene un nombre algo llamativo igual que sus vestidos, pero no hay que juzgar un libro por su portada; mamá dudó el entrar, pero la convencí pues había un vestido color vino tinto, hermoso con un gran escote y una abertura en la parte baja del vestido, digna de una “bomba sexy” y yo una nena normal de su casa, tendría el gusto de usarlo, después de medirnos tanta ropa como pudimos, aun no me atrevía a decirle a mamá que el vestido vino tinto que tenia el maniquí era el único que había llamado realmente mi atención, entonces ella me dijo:

- ¡Tany mira!, ese es perfecto.

Para mi sorpresa, era el vestido vino tinto, la miré sorprendida y le dije:

- ¿Estás segura mamá?, ¿No crees que es algo atrevido?

- Jamás mi amor, te quedaría divino, tú tienes buen cuerpo y eres muy hermosa y como tal lo dice el nombre de la tienda, ni muy descubierto, ni tampoco tapado, mídetelo, yo te espero.

- Está bien, dije algo insegura, pues después pensé que me vería ridícula o no tendría como llenarlo.

Al probármelo, todo cambió, me gustó como mis pechos resaltaban en ese escote profundo, me sentí deseada por mi propio reflejo y me dije “Hoy será el día que a todos les demuestre que de vez en cuando puedo parecer una Mujer…”.

Estoy harta de que siempre me digan que soy muy niña para todo, que no tengo edad para entenderlo ¡Hey! Soy joven más no estúpida, detesto que mi hermano me diga que deje de comportarme como niña mimada, acaso, ¿El ser tierna, es ser mimada? Soy sensible como cualquiera, no tengo por qué acomplejarme, así soy y así seré.

Salí algo avergonzada y con mi mirada firme hacia el piso, la muchacha que nos atendía dijo:

- Date la vuelta para ver como te queda en la parte de atrás.

Me volteé y al mirarme nuevamente al espejo me sentí sexy, me gustó lo que veía, pero no sabía si a mamá le parecería bien, pero su sonrisa me lo dijo todo, no hubo mas que hacer si no quitármelo para que lo empacaran.

Cuando íbamos saliendo del centro comercial nos encontramos con una vieja amiga de mamá, la cual al verme dijo:

- ¡Pero que grande estás!

- Gracias, dije en tono irónico.

Esa mujer no tenia ni la más mínima y remota idea de cuanto eso me molestaba, siempre me dicen lo mismo, estoy cansada que siempre sea lo mismo, nunca puedo hacer nada, tengo 16 años y creo que ya es edad suficiente para que digan que soy una joven adulta, mi hermano me lleva solo dos años ¡Por Dios! yo soy mas madura que él, esta bien, acepto que me juego con mis primas, pero es que ellas siempre andan detrás de mí rogándome atención, que hasta lástima me dan, pues si yo no estoy con ellas viven peleando todo el día, que estrés.

Después de unas cuantas palabras de cortesía me despedí de ellas, no sin que antes la amiga de mamá agarrara mis cachetes, caminé hasta el carro de mi mamá y allí me quedé escuchando música en mi Mp4, viendo videos de Lady Gaga, coqueteando con uno que otro chico que por allí pasaba, mi mamá llegó y por fin nos fuimos.

Estando en la casa rápidamente llegamos y subí, me bañé, me eché loción, crema humectante, me coloqué el vestido y me tomé unas cuantas fotos, me delineé los ojos, me eché rubor, me pinté los labios con un rojo intenso y encima me eché brillo, me puse un collar con la inicial de mi nombre, con unas lindas piedras preciosas de varios colores y unos aretes color dorado, me coloqué mis tacones color vino tinto y bajé las escaleras a paso lento, veía al desesperado de Francisco mirando el reloj y caminando de un lado a otro, al verme se quedó callado y solo dijo:

- Te ves hermosa.

- Gracias, viniendo de ti, es un gran halago.

- Si no fueras mi hermana, quien sabe que no hubiese hecho. Y soltó una gran carcajada.

Mi padre se acercó y lo golpeó en la espalda, diciendo que ese tipo de comentarios eran de mal gusto, yo solo me eche a reír, que más podía hacer, la verdad es que me había gustado mucho el comentario de mi hermano.

Nos montamos en el carro de papá, ya que mi mamá no quería prestarle a Fran el de ella, cuando íbamos en el camino, no hablamos mucho, solo una que otra cosa para tratar de buscar un tema de conversación, pero siempre fallamos pues no es que seamos lo mas comunicativos entre nosotros, es más, creo que esa vez fue la primera que compartí tal momento con mi hermano.

Entonces, paró el carro un momento ya que el semáforo estaba en rojo y en mi cabeza hace rato venia rondando el por qué mi hermano tuvo que llegar a tal extremo de invitarme a mí si él siempre fue un buen casanova y estoy segura que cualquier niña se hubiese sentido complacida de salir con él, después de tanto pensarlo le pregunté:

- ¿Por qué no fuiste con alguna de tus novias? Dije riendo.

Me miró, sonrío y por un tiempo guardó silencio… Luego dijo:

- Porque no tengo, Diana me dejó porque se enteró que la engañaba y Hanna porque se siente culpable de haber tenido relaciones, sabes como son sus padres, evangélicos y todo ese cuento y la gran boba, me vino a decir ayer en la noche, para ese entonces ya todos tenían pareja, pero no quiere que pienses que fuiste mi ultimo recurso, pues no tenia ganas de ir con mas nadie y me gustó la idea de que compartieras conmigo.

- Gracias, a pesar de que muchas veces peleamos y que hasta parezca que te odio, quiero que sepas que no es así, sabes que la etapa por la que paso es muy difícil y ajá, siento que nadie me comprende.

- Tranquila, yo aun estoy en la misma, además tu estas muy linda, como le dije a papá, pobre de ti si no fueses mi hermanita.

Volvió a sonreír, en ese momento me fije que mi hermano tenia una mirada hermosa y una linda sonrisa, me atrajo en ese momento y fue una sensación muy extraña ya que jamás en mi vida lo había visto como hombre, me sentí algo apenada de mi deseo, por el simple hecho que era mi hermano y no era la forma mas correcta de mirarlo, es más, en un momento sentí que nos coqueteábamos, pero me dijo que solo era mi imaginación y que la única que lo hacia era yo, y que me estaba dejando llevar por la atenciones que mi hermano tenia hacia mi.

Por fin llegamos a la fiesta, el parqueó el carro y me ayudó a bajarme, íbamos caminando agarrados de la mano y note que todos nos miraban y susurraban cosas, la verdad es que traté de ignorarlos, pero me incomodaba mucho, entonces le dije:

- ¿Por qué todos nos miran de esa manera ¿Me veo mal?

- No jamás, todo lo contrario, te ves tan hermosa que a todos les has llamado la atención, no te des mala vida, disfruta, a la final a eso vinimos.

- Esta bien, trataré, pero realmente me molesta.

Antes de entrar al salón me detuvo, se coloco en frente de mí y me dijo:

- Eres mi hermana y no te voy a mentir, mis amigos son muy pesados así que no te dejes llevar de ellos, ni les prestes atención, no te dejes llevar de lo que dicen o me colocaré celoso. Dijo sonriendo

- Está bien, lo tengo claro, a la final no creo que se fijen en mí, ellos siempre me han visto como la “peque”, siempre me han dicho así no te preocupes.

- Si te lo digo Tany es por algo, hazme caso y enserio me pondré celoso si algunos de ellos o tu hacen algo extraño.

Entramos y todo estaba fabuloso, la gente ya bailaba y la decoración era divina, yo me quedé impresionada, recuerdo que había una pareja que casi, casi tenían relaciones delante de todos, eso me dejó traumada aunque me dio mucha risa, mi hermano los miró, soltó la risa y me dijo:

- Y eso que apenas acaba de empezar, después verás cosas peores. Dijo sonriendo

Yo me lo quedé mirando y eso llamó su atención

- ¿Qué pasó? Preguntó frunciendo el seño

- Nada, tu sonrisa es linda.

- Recuerda que somos hermanos, la tuya es igual.

- Si, pero a ti se te ve mejor y mucho más por ese lunar que esta al lado de tu labio, es muy sexy.

Toqué su lunar y sentí ganas de besarlo, él se quedó quieto como esperando alguna señal para de igual manera corresponder al deseo que esa noche sentíamos, pero llego Frederick y preguntó

- ¿Qué piensan hacer?

Ambos reaccionamos y nos ruborizamos, Fran respondió:

- ¿Que crees bobaso? Me estaba viendo una espinilla que tengo en el rostro.

- Aja, yo sé, ni que fueras tan muérgano como para besarte con tu propia hermanita, que por cierto, hoy se ve preciosa, y si me permites decirlo, sensual.

Mi hermano lo miró con gran ira y dijo:

- Ni la mires, sabes que este es territorio prohibido

- Tranquilo, la veo con los mismos ojos que tu. Dijo mirándolo fijo a los ojos, recuerdo que era una mirada acusadora la cual me llamó mucho la atención.

- Gracias, le dije sonriendo.

- De nada. Me dijo tomándome de la mano.

Note que Fran le molestó, pero solo camino detrás de nosotros; yo miraba a Fred, si que era hermoso y sexy, tenía buen trasero y una sonrisa hermosa, teníamos un juego de miradas, mi hermano al ver que Fred me sacaría a bailar, se adelantó y me dijo:

- Bailamos Tanya.

Le dije que si, algo decepcionada, pues no quería dejar a mi hermano plantado, pero también quería bailar con Fred, nos colocaron una salsa romántica y empezamos a Bailar, sentí como cada vez me pegaba a su cuerpo y me gustaba cómo sentía lo que estaba entre sus piernas, cómo nos rozábamos los cuerpos, su olor corporal era irresistible, sentí cómo me olía el cuello, eso me erizo los bellos, me gustaba lo que sentía pero trataba de disimularlo, él me empezó a sobar la espalda y me dijo:

- ¿Te Gusta?

No fui capaz de responder, pues no quería aceptar que deseaba a mi hermano, me sentí apenada, pero al ver que el seguía esperando mi respuesta, le asentí con la cabeza.

- ¿Piensas que esto que sentimos, esta bien?

- No. Fue lo único que me limité a responderle.

- ¿Quieres que hablemos de esto y vayamos a un lugar más privado?

- ¿Para qué?

- Hablar, más nada, no voy hacer nada que no quieras.

En ese momento pensé que esa frase tenía un doble sentido, pero no le dije nada y él interpretó mi silencio y no insistió más, no lo niego, yo quería ir a ver que pasaba, pero soy cobarde y preferí quedarme. La canción se acabó y aun nos abrazábamos, entonces poco a poco me fue soltando y se sacó la camisa para disimular. Casi inmediatamente Fred me tomó de la mano y empezamos a bailar una canción de Wisin y Yandel que ahora mismo no recuerdo el nombre, la bailamos muy pegado, como ya mi hermano había hecho que estuviese fogosa no le fue difícil a Fred terminar lo empezado, poco a poco se fue acercando a mi rostro y me dio un beso, yo me separé para sonreírle de una manera muy coqueta, él también sonrió y me abrazó con una sola mano, mientras nos seguíamos moviendo dijo:

- Vámonos para un lugar mas privado, ¿Quieres?

Lo miré y solté la risa pues que irónico que era que anteriormente mi hermano me había dicho lo mismo.

- Ustedes los hombres si que manejan el mismo libreto ¿Cierto?

- ¿Por qué lo dices? Preguntó sonriendo.

- Todos dicen lo mismo, no se saben otra.

- Si quieres te demuestro que no soy igual a todos.

- ¿Cómo podrías comprobarme tal cosa?

- No se, dime cuando, donde y como. Dijo tomándome la mano.

Normalmente esto me hubiese detenido, pues estaba claro que quería tener relaciones conmigo, pero pensé que no llegaríamos lejos, entonces le seguí la corriente, como sabía que mi hermano no me dejaría y menos después de lo que acababa de pasar, le dije que iba un momento al baño y que no me demoraría. Fred ya me esperaba afuera en su auto, el cual era un deportivo negro muy lujoso, eso me deslumbró, cosa que te aseguró no es fácil.

- ¿Vienes? Preguntó abriendo la puerta de su auto.

- Claro, ya estoy aquí.

En ese momento al montarme él solo sonreía; mientras acariciaba mi pierna lo miraba como lo hacía y luego lo miraba a él,

- ¿Entonces que pretendes? Pregunté.

- Nada solo quiero darte uno que otro beso, la verdad Tany es que eres muy hermosa, demasiado, lástima que no lo había notado antes

- Tranquilo te perdono, pero ya que tenemos claro que soy hermosa, ¿Porque más bien no me besas?

Me tomó de la cara y me besó, primero solo apretaba mi pierna, después me subió sus manos hasta mis bustos y los acariciaba, poco a poco fue subiendo hasta mi cuello y desamarró el nudo para dejar caer la parte de arriba de mi vestido, en un movimiento ágil, acostó el asiento donde yo me encontraba sentada y se montó encima de mi; allí note lo alegre que estaba, pues el bulto que provenía de entre sus piernas lo dijo todo; me empezó a acariciar los senos y dijo:

- Me encanta como tus pezones se colocan duros sabes… dijo alzando una ceja.

- ¿Por qué hablas tanto? No te detengas, pues recuerda que “él que espabila pierde”.

En ese momento se echó para un lado y me agarró de la cintura montándome encima de él, poco a poco el mismo me movía,

- ¿Te gusta lo que sientes? –preguntó

- Si. – respondí algo agitada.

- Y eso que apenas es con ropa y mira como gozas, ¿Te puedes imaginar si estamos piel a piel? – dijo haciendo un gesto algo gay, el cual me produjo mucha risa, y por un momento hizo que se perdiera la magia; pero no le di mente, pues lo que me estaba pasando me pareció sensacional, sentía tantas cosas, no me preocupaba que lo estuviéramos haciendo en el parqueadero de la escuela, ni tampoco que cualquiera hubiese podido escuchar los gemidos que emitía de placer, nada de eso me importaba, solo el calor que tenia, la sofocación que sentía, los movimientos precisos, su boca recorriendo mi cuerpo, etc…

Él se bajó el pantalón y me empezó a quitar la ropa interior, yo por un momento lo tomé de la mano, pero él supo que hacer y me besó los senos, me lamió todo el cuerpo, la sensación que esto me hizo sentir me hipnotizó, cuando quise darme cuenta, ambos estábamos desnudos, sudados, todo había acabado, lentamente me empecé a vestir y me di cuenta que guardar la virginidad no era gran cosa, no tenia lógica huirle, la verdad es que el sexo es lo mejor que me ha pasado. Cuando terminé de vestirme, Frederick preguntó:

- ¿Cómo la pasaste?

- Pues por ser mi primera vez, no te podría calificar, pero estuviste bien.

- ¿Eras virgen?, me dijo algo aterrado.

- Si, ¿Por qué?

- Dios mío, tu hermano me va a matar si se entera que yo fui quien te la quitó, por favor no le digas nada, si sabía que eras una niña aun no hubiese hecho nada, pero ¿Por qué no me detuviste? ¿Por qué no me dijiste nada?

- Deja el drama, acabo de perder mi virginidad y no me comporto como una nena asustada, esto muere aquí, si tu no lo dices a nadie yo tampoco lo haré.

Tomé mis cosas y volví a la fiesta, entrado me encontré a mi hermano, que al verme con su cara de angustia, preguntó

- ¿Dónde rayos te metiste? pensé de todo, ya iba a llamar a mis papás ¡Por Dios Tany! Casi lloró. Dijo sacudiéndome.

- Tranquilo solo estaba hablando con Frederick, quiso propasarse conmigo, pero tal y como me dijiste, no hice nada y lo dejé ahí tirado.

- ¿Cómo? Voy a buscarlo.

- Tranquilo el entendió que solo soy una niña y que no debe hacerlo más.

- Está bien, vámonos ya para la casa.

Mientras íbamos en el carro, no pronunciamos palabras, yo solo recordaba aquellas escenas que cambiaron mi vida, después de ese día, el recordar me excitaba y en donde estuviese hacia lo posible por seducir a cualquier bobo para tener un momento de placer, todos pedían más, pero hacerlo una vez, era la gracia que yo le encontraba, Frederick me mandaba millones de mensajes de texto, como diez mil inbox al Facebook, me hablaba por el BB Pin, me esperaba a la salida de la escuela, siempre lo ignoraba, el pobre no entendió cuando le dije que ahí quedaba, hablaba enserio.

Uno de esos tantos días que Frederick me esperaba fuera de la escuela, me dijo:

- Deja de ignorarme, entiende que te amo, desde ese día no he podido sacarte de mi mente, eres lo mejor que me ha pasado,

- Esta bien Fred, vamos a la casa y terminemos con esto ¿Si?

- ¿Tú crees que solo es sexo? Preguntó

- Perdón, pero ¿Hay algo más?

- Si, acabo de decirte que te amo.

Esto me dejó algo fuera de lugar, así que de todas formas le dije que me acompañara a la casa; cuando me bajé de su auto, entré y me fijé que había una nota que decía que mis padres se fueron de emergencia para donde mi abuelo y que llegarían la mañana siguiente porque su estado de salud no era el mejor, entonces salí corriendo y le dije:

- Mis papás están aquí, mejor hablamos mañana, están de mal humor, no creo que sea el mejor momento.

- Está bien. Me miró como si no me creyera pero ni me importaba

Subí las escaleras y entre al aparta-estudio y me conecte a Facebook y a Messenger, de repente sentí un ruido y allí estaba mi hermano sentado, en su cama, recién salido del baño, al verlo quise terminar lo que empezamos ese día en el baile, me había hechos sentir segura y protegida, entonces le dije:

- eres al único al cual deseo, con toda mi fuerza, con el que todas las noches quiero tener sexo.

Entonces le quite la toalla y le bese el cuello, le acaricie todo su cuerpo y lo bese en la boca, después lo mire a los ojos y le dije:

- a pesar de que seas mi hermano, te amo como amaría aun hombre común, y por ser prohibido es por lo cual me gustas tanto, por eso gemí, y grite sin cesar por todo el placer que me hiciste sentir, tu lengua entre mis piernas, mis manos entre las tuyas, el sentir de cómo me apretabas, para así lograr sentir más y más placer, como te movías, todo en ti es perfecto, como me acariciaste el cuerpo nadie lo había hecho, los otros no tiene comparación contigo, eres el mejor Francisco, a pesar de ser mi hermano, me haz dado el mejor sexo de mi vida.

Me levante de la cama y le acaricie el rostro y camine hasta la puerta y dije:

- Bueno ya que lo sabes todo, seguimos hablando luego, me voy a duchar, tengo que terminar la tarea de biología.

El me quedo mirando, como si aun no asimilara lo que había pasado, me fui del cuarto, me bañe, me cambie y me aliste para salir, ahora estoy esperando a un amigo que conocí ayer, me dicen que está bien proporcionado, no sé tengo que mirar primero que tal lo usa, recuerda que el tamaño no lo es todo.

FIN.



 
 
 

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