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AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 27, Yo soy Betty la fea. FINAL

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 17 abr 2018
  • 19 Min. de lectura


Ya habían pasado un par de semanas, Daniel iba de camino a buscar a Julito quien pasaría todo ese fin de semana con él, y tener tiempo de calidad y no solo las horas de tensión de la cena, justo al bajarse en el conjunto le sonó el celular, esperaba el ascensor.

Dan. Hola Andre! Cómo vas?,

And. Hola Dany, que haces?

Da. Nada aquí recogiendo al niño.

And. Que bien, te llamaba a ver si podemos hacer algo, no se ir al parque, a Melgar, o al Salitre?

Dan. Si claro no tengo problemas, pero iríamos con Julito es nuestro fin de semana, te parece?

And. Claro que sí quiero conocerlo!, debe ser tan guapo como tú, de pronto y me enamoró.

Dan. Jajaja está bien, salgo de aquí a buscarte, hablamos más luego vale?

And. Dany! Antes de me cuelgues una preguntita… Beatriz no se molestará que me vea con el niño? Como vi que estaba algo molesta en el show room.

Dan. Tranquila eso fue solo un mal entendido, no hay problemas, ella sabe perfecto que debo rehacer mi vida – Daniel tocaba la puerta del apto –

And. Quieres rehacerla conmigo? Así de loco te traigo? Jajajaja

Dan. Algo… jajajaja – Betty abrió y lo vio sonriendo, le desagrado, dejo la puerta abierta y entro a la cocina, le empacaba comida a Julito – Bueno hablamos después, chao, si dale… como en media hora?, listo, chao. Buenas.

Be. Buenas. Julito está terminando de recoger unos juguetes, ya está listo le estoy empacando algunos mecatos.

Dan. Dale. – la miraba curioso, la sentía molesta – te pasa algo?

Be. Si. – ahora era ella quien contestaba con monosílabos –

Dan. Algún problema en la empresa? Con el niño?

Be. No, personal.

Dan. Uhmmm… Armando entonces.

Be. No lo metas en esto, no tiene nada que ver.

Dan. Perdón pues, no sabía que tenía prohibido nombrarlo!

Be. No he dicho eso, solo te aclaro.

Dan. Entonces que rayos te pasa?!

Be. Tú! Tú me pasas… - dijo volteando los ojos, Daniel quedo desconcertado –

Dan. Ahora que hice Beatriz?

Be. Nada, la del problema soy yo, déjame tranquila.

Dan. Que bien, me dices que te paso yo, pero la del problema eres tú, me puedes explicar porque ahora sí que no te entiendo.

Be. Me molesto saber que sales con Andrea, además de ser mucho más joven que yo, no entiendo si estás pasando por alguna fase, pero no me parece correcto.

Dan. Es en serio!? Te molesta que salga con alguien más… Okey! Menos mal que ese alguien no es tu amigo, casi hermano que dejabas que viniera a tu casa y cuidará de tu esposa e hijo mientras viajabas para después darte cuenta que tenías era que cuidarlos de él por al final te quito la esposa… menos mal Beatriz no te toco tan duro!

Be. Si tienes razón, en todo lo que dices, pero no me importa tengo derecho a sentirme incomoda, a sentirme… con rabia, celosa! No interesa que sea un descaro, sé que soportaste mucho y callaste mucho cuando Armando estaba en el hospital y sé que no me perdonarás por eso, pero créeme yo tampoco, porque al igual que tú también siento que perdí algo, por mis aires de importante, de revivir mi pasado, mi amor, he hecho mucho daño, a mí también me pesa mi matrimonio Daniel.

Daniel la miraba extrañado, desde que habían terminado nunca hacía sentido ningún interés de ella por recuperar su relación o mucho menos que le doliera, ahora le dice que siente celos, eso lo hizo sentir bien, pero confundido, muy confundido porque estaba casi seguro que anhelaba más a Armando, no quería arruinar las cosas con Andrea tampoco, las cosas con ella eran más seguras, aunque llevaban poco tiempo y era más sexo que algo más, se sentía bien estando así con ella, pero ahora Betty viene con esto, que pretendía. Daniel seguía mirándola en silencio.

Dan. Piensa muy bien lo que dices Beatriz, no puedes echar para adelante y para detrás cada vez que dudes, asume las cosas, es sencillo para mí, si tú atreves yo te sigo, pero si no mejor te olvido, no puedes jugar así, recuerda nuestro hijo.

Be. Yo no estoy jugando, te pedí tiempo para pensar, para cerrar heridas, para analizar mi situación y tú solo te fuiste, yo asumí las cosas Daniel pero es duro, te pedí que te pusieras en mi lugar y jamás lo hiciste.

Dan. No podía esperarte toda la vida, incluso ahora tampoco lo haré.

Julito salió corriendo de su cuarto, el ver su papá se lanzó a sus brazos y lo abrazo fuerte, Betty se limpiaba algunas lágrimas con disimulo y sonreía con tristeza.

Be. Aquí tienes, en este bolso está su ropa con todo lo que necesitas, acá en este compartimiento están su cepillo de dientes, su crema dental, todo lo que necesita para eso personal y en esta lonchera tiene todo lo que le gusta comer, incluso su medicamento para las alergias. Si necesita algo más me llamas, listo? – Daniel la miraba curioso, intentaba descifrar sus pensamientos –

Dan. No te preocupes, estaremos bien, cierto campeón?

Jul. Si!!! Papi a donde me vas a llevar?

Dan. No sé, ahora de camino planeamos todo, te parece?

Jul. Si!!

Dan. Bueno despídete de tu mamá – Daniel aun con el niño en brazos lo acercó a Betty, sus caras estuvieron a pocos centímetros de distancia, ambos se miraron, estaban ruborizados –

Be. Bueno mi niño pórtate bien, yo te estaré llamando para darte las buenas noches.

Jul. Bueno mami.

Be. Chao Daniel. – Daniel la miraba con ternura y mucha confusión, no sabía cómo sentirse sobre la conversación de hace un momento –

Armando seguía resentido por la escena de celos que Betty le había hecho a Daniel la noche anterior, después de mil disculpas y explicaciones de parte de ella, la había dejado pasar, pero por dentro la incertidumbre y la rabia seguía, ya tenían planeado días antes una salida a Melgar y no quería arruinar también el fin de semana, así que dio las cosas por terminas, quería tiempo de calidad con ella.

Ar. Ya voy saliendo mi amor, estas lista?

Be. Si.

Ar. Bueno entonces me bajo o me esperas fuera del edificio?

Be. Como quieras.

Ar. Pasó algo? Discutiste con Daniel?

Be. No.

Ar. Por favor me puedes decir que pasa, no quieres ir? Si no quieres ir no hay problema…

Be. Perdón, es que sabes que siempre que Daniel viene me tensiono, si quiero ir, de verdad.

Ar. Dale, entonces…?

Be. Yo espero abajo, me avisas cuando vayas llegando para bajar, dale?

Daniel llego a la casa de Mario, Andrea lo esperaba a fuera se veía preciosa, tenía un hermoso vestido blanco con flores de todos los colores le llegaba hasta los tobillos, se veía incluso más niña.

Dan. Hijo, hoy vamos a salir con una amiga, bueno?

Jul. Bueno papi.

And. Hooola! Como vas Dany? – Andrea se lanzó a darle un beso, Daniel al esquivo –

Dan. Te presento a mi hijo, campeón preséntate. Andrea quedo extrañada por el comportamiento de Daniel pero saco su sonrisa para el niño.

Jul. Hola Señorita – dijo extendiendo su mano – me llamo Julio Andrés Valencia Pinzón.

And. Que divinura eres Julio, te puedo llamar Julito?

Jul. Si señora.

And. Llámame Andrea o Andre, vale? – Julio miro a Daniel en busca de aprobación su padre le sonrió –

Jul. Bueno Andrea. – Andrea se volteo y Daniel arranco –

And. Para dónde vamos?

Dan. Vamos a Melgar, te parece? Mi Hermana tiene una finca allá con piscina, le dije que llegará allá, va estar con mi cuñado y su sobrina.

And. Dany pero no traje vestido de baño…

Dan. Marce tiene, ella te presta.

Armando ya estaba por recoger a Betty, ya le había avisado que bajará, en ese momento le entro una llamada, era Marcela.

Mar. Hola Armando! En que andas?

Ar. Aja Marce, voy por Betty, vamos a salir a Melgar a la cabaña de mis papás y tú?

Mar. Perfecto, nosotros vinimos a pasarnos el fin de semana acá, Mariana me está preguntando por Robertico y quería saber si lo puedes traer, de paso compartimos un rato.

Ar. Me parece perfecto, llamo a mi mamá para que lo aliste, no creo que Betty tenga problemas.

Mar. Bueno pero si quiero decirte que Daniel viene para acá, no sé si allá algún problema, igual quiero que Tico venga.

Ar. Bueno Marce, tendré que preguntarle a Betty si está de acuerdo, creo que es momento que nos vayamos acostumbrando a esto, ya dependo de ella, ya se está montando en el carro, yole comento y cualquier cosa ya voy en busca del niño, de igual forma lo dejo allá si hay problemas, dale? – se despidieron –

Be. Que paso amor?

Ar. Marcela me llamo e invito a Tico a pasar el fin de semana en Melgar, ellos están allá en la cabaña de Nico y Marce, y Mariana le pidió que lo invitara, entonces no sé qué opinas.

Be. Pues amor por mí no hay problemas.

Ar. Bueno… en ese caso también te digo que Daniel estará allá, quieres ir aun? – Betty dudo, pero bueno al menos estaría con su hijo, pero no sabría cómo manejar eso.

Be. Creo que debemos quedarnos en tu cabaña e ir allá en las mañanas, te parece? Creo que sería menos incomodo al momento de pasar la noche e ir a dormir.

Ar. Tienes razón, entonces déjame llamo a mi mamá para que aliste a Tico y enseguida llamo a Marcela.

Mientras Armando hacía las respectivas llamada Betty solo pensaba en lo que se venía, veía a Armando tan tranquilo que le fastidiaba, pero bueno al menos él estaba seguro de lo que quería, pero ella aun divagaba, este fin de semana ya no sería lo que había imaginado y por el contrario sería una prueba más, Armando vio a Betty muy pensativa y ya se imaginaba por quién, deicidio dejarlo así no quería terminar en discutiendo con ella, recogió a Tico.

Tico. Hola mami Betty

Be. Hola hijo, como estas?, cada vez te veo más grande!

Tic. Si mami, ya casi no te veo.

Be. Si mi niño he estado corriendo en el trabajo, pero prometo no perderme más, bueno?

Tic. Papi para dónde vamos?

Ar. Donde tu tía Marcela, Mariana te mando a pedir jajaja

Iban hablando de todo un poco en el camino, Betty no dejaba de pensar en su encuentro con Daniel, sentía culpa, no dejaba de pensar en lo que le había dicho esta mañana y que ahora la viera llegar con Armando, sabía que eso lo destrozaría. Tico pronto se durmió y Armando conducía mientras tarareaba canciones.

Be. Amor, podemos parar aquí, tengo sed.

Ar. Claro, que quieres de tomar?

Be. Agua.

Armando se bajó del carro y el puesto de carretera compro la botella de agua, y jugos para él y Tico además de frituras, al regresar encontró a Betty vomitando.

Ar. Mi Betty que te paso? – Tico seguía durmiendo –

Be. No se amor, me siento ansiosa. Dijo secándose la frente.

Ar. Tranquila amor, todo saldrá bien, como siempre vamos a mantenernos al margen de la situación, de verdad, ambos seremos muy prudentes, si?

En Melgar Daniel acaba de llegar y estaba saludando a su sobrina con un fuerte abrazo, le presento a Andrea tanto a Nicolás como a Marcela, ambos fueron muy amables con ella y los ubicaron a los dos en una habitación, los niños todos dormirían en una sola.

Mar. Dany, puedes venir un momento, disculpe jeje te lo robo un segundo.- dijo tomando por el antebrazo a Andrea –

Dan. Dime.

Mar. Armando, Betty y Robertico vienen para acá.

Dan. Cómo!? Y Por qué!?

Mar. Es que mariana extraña a Robertico y quería jugar con él y pues no pude evitar invitarlos.

Dan. Marcela en serio!? Como se te ocurre hacer eso!?

Mar. O sea ellos no van a dormir aquí, van a estar en la cabaña de Margarita solo pasaron parte del día aquí. – Daniel estaba furioso –Sé que lo de ustedes es reciente, pero ya ellos están juntos Daniel y pues tú tienes a Andrea, por el bien de sus hijos deben llevarse bien, mira que Robertico a adora a Julito, no los puedes alejar. – Daniel se pasaba la mano por el cabello –

Dan. No puedo decir que no porque quedaría como el inmaduro, por Dios Marcela no sé qué pensabas de verdad.

Mar. Bueno igual si no quieres yoles digo que no vengan, pero ya salieron con el niño.

Dan. No llames a nadie, déjalos que vengan.

Al cabo de una hora Armando y Betty junto con Roberto habían llegado, Armando empezó a buscar a Daniel pero no lo vio, tampoco estaba Andrea, solo estaban los niños con Nicolás y Marcela, quizás la idea no le había gustado y se había ido. Betty se sentía mal por Daniel, había venido con su hijo y ahora resultaba que ella se le había unido con su nueva pareja, se sentía fatal.

Julio corrió para saludar a su mamá, Mariana también estaba emocionado por ver a sus tíos y primo.

Mar. Vengan siéntense, quieren algo de tomar? Como estuvo la carretera?

Ar. Trancones… lo normal! –Armando miraba a su alrededor –

Mar. Está en la piscina – Betty estaba a unos cuantos pasos con los niños, escucho a Marcela y se tensiono –

Ar. Bueno nosotros venimos después, vamos a instalarnos, y regresamos más tarde, Roberto se queda acá cierto?

Mar. Si déjalo acá, en el cuarto hay suficiente espacio.

Cuando se proponían salir Daniel y Andrea totalmente mojados y en vestidos de baño venían riendo, tomaban jugo de naranja, venían tomados de la mano, la imagen le provoco ira a Betty, no le había dicho que ella venía, Andrea la vio y por instinto le soltó la mano, nuevamente se sentía avergonzada.

And. Llegaron bien? – dijo mirando a Armando –

Ar. Sí, no estaba tan pesado el tráfico.

And. Me alegro, que calorcito más rico, lo necesitaba, el frio de Bogotá me mata, cierto Betty? – Betty le dirigió una mirada fulminante, pero tratando de suavizarla sonrió, lo cual logro efecto contrario –

Be. Si, esta agradable. – Betty miro a Armando como diciéndole vámonos –

Ar. Bueno nos vamos a instalar y más y tarde regresamos- miraba nervioso a Daniel quien lo miraba de frente sin temblar –

Dan. Beatriz, puedes venir un momento por favor. – Armando lo miro con curiosidad y reproche – Betty camino hacia él y se apartaron del resto.

Be. Dime.

Dan. No te dije que saldría con Andrea porque no lo vi necesario, pero si te pido que no armes la misma escenita de la vez pasada porque no te lo voy a permitir.

Be. Tranquilo, no era nada que te dañe tu fin de semana. Camino hacia Armando lo tomo de la mano y salieron –

La cabaña quedaba a escasos metros pero por todo el equipaje era necesario llevar el carro. Pronto estuvieron instalados y listos para volver con los niños.

Al llegar Daniel había recuperado su aspecto natural, ese que era serio y frío el que Betty tanto recuerda de su vida anterior, lo sentía ajeno a ella.

Be. Buenas tardes

Mar. Betty ven ayúdame porfa en la cocina, los niños están jugando en la piscina con Nicolás y Andrea – Betty se sentía mortificada –

Be. Claro Marce, dame un momento. – Armando, quieres ir a la piscina o…

Ar. Tranquila, yo me quedo aquí – Daniel leía el periódico pero estaba atento a su conversación – Armando lo miraba a él.

Be. Bueno.

Armando no paraba de mirar a Daniel, quería iniciar una conversación con él, desde que se enteró de lo que paso entre ellos lo ha evitado, no podía creer que esa amistad que habían conseguido se había acabado tan rápido, realmente extrañaba sus conversaciones y suspicacia.

Daniel notaba las miradas de Armando y le empezaban a incomodar, quería gritarle, preguntarle que quería, pero no se atrevía, por alguna razón sentía más rabia contra Betty que contra él.

Nicolás venía de la piscina acaba de dejar a Julito en los brazos de Andrea, ambos jugaban divertidos, Betty la veía desde la cocina y no le gusto la escena, la cercanía que su niño tenía con esa mujer le desagradaba, pronto el nudo en el estómago iba subiendo, corrió al baño, vomito todo lo que había comido. Nicolás la esperaba a fuera.

Nic. Betty te pasa algo?

Be. Si me pasa de todo Nicolás, creo que no fue buena idea venia acá, desde que llegue ando con un estrés, unos nervios, me he sentido mal del estómago.

Nic. Me imagino Betty, pero bueno creo que es momento que los dos empiecen a aceptar esta nueva etapa por el bien de Julito, no es momento de ante poner su situación, si no a su hijo.

Be. Tienes razón pero me es difícil verlo con ella, sé que me acostumbraré, pero incluso me siento mal por lo que le dije hace un rato… Ay Nicolás la verdad es que ya no sé qué hacer, que pensar, que sentir.

Ni. Cómo así Betty? No te entiendo. – Betty comenzó a contarle la conversación que había tenido con Daniel esa mañana sin percatarse que él los escuchaba, se había levantado con la excusa de ir al baño, trataba de evitar a Armando a toda costa – Betty entonces? No sabes si amas a Daniel o Armando, por Dios, solo te diré algo, cuando estuvimos juntos pase exactamente lo mismo con Marcela y como puedes ver estoy con ella, de sentir algo fuerte por ti, creo que estuviésemos juntos, pero no, yo adoro a Marcela con toda mi alma a pesar de que sea a veces tan celosa, pero bueno la entiendo, no creo que ames a Daniel lo suficiente, quizás si lo amas, pero de ser suficiente no estarías con Armando.- esto último le dolió a Daniel, quien empezó a caminar sin rumbo, necesitaba pensar –

Be. Tienes razón Nicolás, pero no puedo ocultártelo, a pesar de todo lo que pasa con Armando, soy consciente que él me dio mucho amor, me hizo sentir querida por primera vez, él reavivo el amor en mí y me hizo feliz por muchos años, pero sé que por mucho que lo ame, él no es Armando.

Ni. Creo que tienes la respuesta a tus dudas, solo te confundes por lo celos con Andrea, es normal que te sientas así, Daniel te lleno de mucho amor, pero la realidad es que no lo amas Betty, no te aferres a él por lo vivido, le puedes hacer mucho daño.

Be. Sí, creo que debo hacer todo lo posible por aceptar a Andrea, a pesar de ser hermana de Mario se ve que es buena mujer, y veo que Julio se lleva muy bien con ella, eso es otra cosa que me desagrada, pensé que le costaría más ganárselo.

Ni. Mi querida amiga, recuerda algo siempre… Julito también es hombre jajajaja

Be. Ay Nicolás! Jajajaja tan bobo… - Armando llegaba en ese momento –

Ar. De qué se ríen? – dijo sonriente –

Be. De los chistes de Nicolás, pero no lo entenderías amor, es chiste de economistas jaajaja – dijo mirando a Nicolás con complicidad –

Mar. YA está la comida!!! – Grito Marcela desde la cocina –

Todos los niños llegaron junto con Andrea al comedor, Betty colocaba la mesa, Armando y Nicolás traían la comida, Daniel no aparecía.

And. Han visto a Dany? – Dijo cruzando su mirada con Betty, ambas se incomodaron –

Ar. Hace un rato se levantó, lo escuché decir que iba al baño, fui a buscarlo y fue cuando los vi- dijo mirando a Nicolás y a Betty – no lo he vuelto a ver.

Be. Yo estaba en el baño con Nicolás, nunca llegó, le habrá pasado algo?

Mar. No creo, seguro salió a caminar, voy a buscarlo.

And. Yo voy contigo.

Pasaron quince minutos Andrea junto con Marce, no lo habían encontrado.

Mar. Me parece extraño que Daniel se pierda así, él siempre avisa donde está.

Betty miraba a través de la ventana, sospechaba que había escuchado su conversación su mirada se cruzó con la de Nicolás, él entendía su angustia.

Ni. Tranquila Betty, igual si escucho no hay nada de malo.

Be. Qué tal que de la rabia haya hecho algo, este herido, que se yo… sería mi culpa Nicolás.

Ni. Tranquila, ven vamos a buscarlo, no creo que le haya pasado algo, conoces un lugar donde pueda estar?

Be. Bueno cuando veníamos íbamos siempre al lago.

Ni. Bueno busquemos allá.

Nicolás y Betty salieron en busca de Daniel, los demás estaban sentados en la sala preocupados por su desaparición tan repentina, Armando junto con Marcela estaba con los niños dándoles de comer, Andrea seguía insistiendo, lo llamaba al celular, no contestaba.

Diez minutos después Nicolás y Betty estuvieron en el lago, no había nadie.

Ni. Debe estar cerca, dejo el carro no pudo ir muy lejos. Ve por allá, yo buscaré aquí, llevas tu celular?

Be. Si. – el corazón le palpitaba fuerte, estaba angustiada –

Ni. Dale te llamo cualquier cosa.

Betty empezó a caminar, gritaba su nombre pero no había respuesta, pronto recordó el riachuelo donde Daniel le había propuesto matrimonio, corrió a toda velocidad allá, necesitaba encontrarlo, debía estar allí, al llegar lo encontró sentado en la orilla, miraba a la nada, Betty corrió a su encuentro el alma le había vuelto al cuerpo.

Be. Daniel por Dios – Dijo arrodillándose a su lado, le rodeo el cuello con sus brazos, lo abrazaba fuerte – Daniel no le respondió, no la miro. – Estás bien? Por qué te desapareciste así?

Dan. Escuché tu conversación con Nicolás, escuche que no fui suficiente, para mí lo eras todo Beatriz, yo veía por tus ojos… y darme cuenta que en tu caso no fue así, siento que quizás, ni aunque no hubieses recordado a Armando en algún momento tú te hubieses dado cuenta de eso, quizás por eso no luche, quizás por eso no te rogué que te quedarás, era consciente que no me amabas de la misma manera, pero pensaba que era porque así amabas, pero jamás me miraste como miras a Armando y duele ver que le entregaste a otro ese amor.

Be. Sé que prometí quererte para toda la vida y créeme que ese momento lo dije de verdad, sé que te falle, pero mi corazón estaba ciego, había olvidado muchas cosas, no espero que me perdones y que hagas como si nada, me duele herirte de esta manera, pero créeme que no estoy siendo feliz y es por qué no eres feliz tú…

Dan. Betty…

Be. No Daniel, déjame terminar… si pudiera devolver el tiempo hubiese querido borrar el momento en donde recordé todo, y seguir así, sin culpas, sin nada, pero no puedo, no espero que dejes de odiar, sé que me lo merezco, pero al menos espero que un día me ames, como te amo yo, con él recuerdo de lo vivido, porque jamás te olvidaré Daniel, yo te sigo amando igual, lo que ha cambiado es la forma en cómo te veo.

Dan. Yo no te odio Beatriz, jamás podré odiarte a pesar que me enterraste, a pesar de todo yo sigo amándote, sólo que jamás pensé hacer parte de tu pasado.

Be. Pero es que no lo eres Daniel, entiéndeme. Es difícil de explicarlo, pero te amo, solo que ahora no de esa manera en que lo hice, porque para mí también lo fuiste todo.

Daniel guardaba silencio, trataba de entender todo lo que ella le decía, quería entenderlo, sentía que así le dolería menos, empezó a repasar sus años con ella – sonrió – recordar los momentos buenos a su lado le aclaró la mente.

Dan. Me va a costar, pero lo haré, por ti y por Julio.

Be. Qué harás?

Dan. Amarte de otra manera, de la misma manera que me amas tú a mí.

Daniel y Betty se abrazaron por largo tiempo, en ese abrazo ambos se estaban perdonando todo, estaban dejando lo vivido atrás, quizás debe ser así, a veces para siempre no quiero decir juntos.

Caminaron juntos, ya no se sentían tan extraños, Betty iba a llamar a Nicolás cuando el celular de Daniel empezó a sonar, era Andrea.

Dan. Hola

And. Dios mío gracias a Dios contestaste- La voz se le entre cortaba por las ganas de llorar, luego paso a ser firme, se escuchaba molesta – me puedes decir donde rayos estabas metido? – Escucharla le causo gracia Daniel –

Dan. Perdóname, me dormí frente al río, pero Betty me encontró ya voy para allá con ella.

And. Betty está contigo? – Dijo colocándose sería, Armando tensaba la mandíbula, Marcela se calmó – están solos? Dijo con algo de celos, sus palabras no tranquilizaron a Armando.

Dan. No, estamos con Nicolás, tranquila jajaja ya voy para allá.

And. Acá hablamos bien, ahora solo me importa ver que estas bien.

Be. Nicolás justo te iba a llamar, estaba en el riachuelo.

Ni. Uy Cuñadito, que susto nos diste, que te paso? – Betty lo miro expectante –

Dan. Quise caminar, estaba de mal humor, me quedo dormido y Betty me encontró. – dijo mirándola sonriente –

Ni. Bueno allá tu hermana te tendrá listo el discurso de indignación, mejor caminemos rápido está empezando a oscurecer y ya está haciendo frio.

Al llegar Andrea lo recibió con los brazos abiertos, ahora solo le interesaba ver que estuviese bien, estaba molesta pero la preocupación le pudo más, en ese momento Daniel entendió que Andrea no era solo un pasatiempo, ambos se miraron y se besaron, no les importa quien estuviese alrededor, ese abrazo les había aclarado muchas cosas a ambos.

El resto del fin de semana transcurrió tranquilo, Betty y Daniel se veían relajados al estar juntos, Betty ya no era tan dura con Andrea, Armando aún tenía algunos reparos, pero era normal, él no había hablado con Daniel, pero compartieron algunas miradas y fueron más agradables que las anteriores.

Los niños habían caído rendidos por todo los juegos de ese días, las tres parejas estaban sentada alrededor de las fogata, todos estaba callados concentrados en el fuego, no era un silencio incomodo, pues cada uno disfrutaba de su privacidad y de los mismos que recibían de sus respectivas parejas. Armando se levantó un momento a la cocina, iba por más chocolate caliente, la noche estaba excesivamente fría, Daniel lo siguió.

Dan. Armando… quisiera hablar contigo.

Ar. Claro, dime.

Dan. Esta tarde hable con Betty y entendí muchas cosas, nadie puede negar lo que salta la vista, no será fácil pero como se lo dije a ella, lo lograré, no espero que llevarme bien contigo, aun no sé si eso se pueda recuperar, quiero que sepas que Betty y yo nos seguimos amando, pero son de esos amores extraños que dejan ser a la otra persona, aunque no sea a su lado, espero que no le hagas daño, y que la hagas tan feliz como ella se merece, espero también seas un padre para mi hijo, y lo ames tanto como al tuyo, porque si amas a Betty debes asumir todo lo que viene con ella, y mi hijo es una gran parte de nuestra vida.

Ar. No tienes que decírmelo Daniel…

Da. Dame un momento Armando aun no termino, es lo único que voy a exigirte, el resto para mi aún es incierto, espero entiendas, que las cosas se irán dando poco a poco si así sucede, si no, nos quedamos como estamos, espero lo comprendas.

Ar. Claro que sí Daniel, esperaré lo que haga falta,- ambos asintieron dando su conversación por terminada, Daniel volvió a los brazos de Andrea, Betty cruzo miradas con él, ambos sonrieron –

Los meses fueron pasando y la relación entre Daniel y Andrea se intensificaba, aprovecharon el matrimonio de Mario para presentarles al resto de la familia, Armando fue solo y estuvo solo un rato, Betty y Daniel habían llegado a ese acuerdo, no querían dar mayores explicaciones.

Andre y Dany salieron por largo tiempo, casi el mismo que Betty y Armando, después de darle muchas vueltas al asunto decidieron irse a vivir juntos, a Andrea no le gustaba el matrimonio, no creía en eso, pero si creía en el amor y estaba dispuesta a todo por Daniel. Betty empezó a notar a Daniel cada vez más relajado con ella y supo pronto que su corazón la estaba perdonando aunque aún insistiera en su frio trato.

Tres años después Betty y Armando celebraran su tercer año de noviazgo, no podían creer como pasaba el tiempo, Betty termino mudándose con Armando y sus hijos, los niños como siempre se llevaban muy bien, Julito había aceptado a Armando rápidamente pues para él no era un extraño y Robertico adoraba a Beatriz y eso no cambio al irse a vivir juntos, por fin tendría la mamá que tanto había anhelado.

Daniel y Betty se llevaban muchísimo mejor pero la relación entre los dos hombres seguía siendo fría y distante, Julito se iba todos los fines de semana con su papá y Andrea, Armando se volvió muy amigo de Andrea y por medio de ella se iba acercando poco a poco a Daniel.

Un par de años después Andrea estaba a punto de dar a luz a su primera hija, se llamaría Susana en honor a la mamá de Daniel, Marcela adoraba a su cuñada, era una rara mezcla de dulzura y locura y mientras amará a Daniel no había mayor problema.

Betty y Armando tuvieron dos bebés más, Camila y Armandito, Camila era igual a su abuelita Julia, pero su Armandito era la viva imagen de su padre, y sería quien con el tiempo le daría muchos dolores de cabeza.

Con el pasar de los años Daniel volvió a ir a la casa de los Mendoza y afianzo su relación con Roberto y Margarita, Camila se quedó a vivir de un todo en Colombia, Robertico, Mariana, Julio, Susana, Camila y Armandito crecieron juntos entre las paredes de esa casona, por fin Daniel había conseguido lo que tanto anhelaba e incluso mejor, con el tiempo perdono a Armando pero jamás fueron los mismos, Marcela y Nicolás decidieron quedarse de un todo en Colombia y encargaron a Fernando el hijo de Camila del punto de Palm Beach, se había graduado joven de la escuela y con honores, estaba aún cursando su carrera universitaria pero era un joven con una mente muy prodigiosa.

Betty y Daniel nunca se olvidaron, se querían demasiado para eso, ambos se habían traído mutuamente al mundo, se dieron vida cuando se creían muertos, quizás hay amores que duran poco tiempo, pero eso no les quita lo eterno.

FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 
 
 

1 comentário


Rosa Diaz
Rosa Diaz
17 de ago. de 2019

Estupenda historia

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