AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 24, Yo soy Betty la fea.
- Fan YSBLF !
- 14 abr 2018
- 10 Min. de lectura
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Inusualmente la tarde estaba silenciosa, el sol estaba radiante en Bogotá, no habìa ni una sola nube gris, el cielo estaba azulado y brillante, Armando había fallecido en un día hermoso, el silencio en la sala de espera de UCI por el contrario era escalofriante, tétrico, Betty estaba sentada entre Marcela y Nicolás, ambos lloraban junto con ella, pero era en silencio, los lamentos de hace unos minutos habían mermado, el dolor ahora se llevaba adentro, Tico aún estaba despidiéndose de su papá, sus abuelos lo esperaban a fuera y desde lejos lo vigilaban por si necesitaban entrar, el niño le hablaba a su padre, pero su voz era casi inaudible, sus pequeños quejidos eran lo único que se podía escuchar con mucha claridad.
La puerta de la sala se abre entrando Daniel tras ella, ansioso buscaba a Betty, al verla tan destrozada confirmo la noticia que hace unos segundos había recibido. Se acercó a ella con sutil movimiento apartando a Marcela de su lado y sentándose él, Betty alzo la mirada y le sonrió tristemente, Daniel seguía incondicional a ella como desde el primer día de novios, le paso una mano por la espalda a la altura de la cintura, la otra por el frente a la altura de sus hombros y la volteo, quedando sus rostros frente a frente.
La llenaba de besos, no decía nada, no habría nada que pudiese decir en ese momento para evitar su dolor, ella se sentía reconfortaba pero el pecho le dolía igual, nada podría cambiarlo, su Armando estaba muerto, su alma había desaparecido y ahora solo quedaba un cuerpo vacío y el corazón de Betty quebrado en mil pedazos, aunque Daniel le hubiese llenado de mil besos jamás podría volver a pegarlo, nada podría armar el rompecabezas en el que se había convertido, ya recordaba todo pero su vida se había quebrado al igual que su corazón en mil pedazos y en que cada uno era una Betty diferente.
Tico miraba a su padre, parecía dormido, además de los moretones y de lo flaco que se veía seguía siendo él.
Tic. Papi, sé que ahora estas en un lugar mejor, al menos eso me dijo mi abuelita, pero no lo creo, de ser así nadie estaría tan triste, ahora si me siento solo, ahora si me siento huérfano, en el colegio me molestaban por no tener mamá, no quiero volver allá y menos cuando se enteran que tampoco tengo papá, no entiendo porque me pasa esto papi, yo siempre me he portado bien, Diosito no debe castigarme así, hago mis tareas, arreglo a mis juguetes y respeto a mis abuelos, siempre te respeto a ti, y ya no vas a estar papi, ya no tendré papás, ya me dejaste solo, porque aunque me dejes con mis abuelos, hoy entendí que ellos también morirán y también me van a dejar, como me dejas hoy tu a mí.
Tico empezó a llorar cada vez más fuerte, estaba lleno de rabia, no entendía de que servía ser bueno si igual te pasan cosas malas, empezó a apretar cada vez más fuerte la mano de su padre, quería recordar sentir su piel, lloraba a mares, pero no cerraba los ojos, quería verlo todo el tiempo que fuese posible, temía olvidar su rostro.
Mar. Margarita, estas segura que fue buena idea dejar al niño solo?
Marg. No creo que haya sido buena idea, pero precisamente fue él quien insistió, nos dijo que quería hablar a solas con su papá, no quiere que nadie escuchará lo que tenía para decirle, mi pobre niño… desde pequeño ha sufrido tanto, esa mujer que nunca lo amo y ahora… - Margarita se tapó la boca en busca de ahogar sus lamentos, Marcela la abrazo y así se quedaron un largo tiempo –
Roberto seguía con Camila ambos aferrados él uno al otro, se tomaban fuertes de las manos, no se miraban, pero se sentían, ninguna era capaz de pedir perdón, no era el momento, pero se habían decido a hacerlo, ya nada los alejaría, Armando siempre buscaba reconciliarlos y al parecer tuvo que morir para lograrlo, ninguno se perdonaría no escucharlo.
El médico llego justo en ese momento, quería avisarles a los familiares que era momento de llevar el cuerpo a la morgue, era el procedimiento, y había pedido a Margarita ir por el niño, Betty se ofreció. Mientras caminaba sentía temblar todo su cuerpo, el amor de su vida, estaba frente a ella, bueno al menos su cuerpo, su hijo, quien ahora también era el de ella, así lo sintió siempre lloraba en su pecho, justo como ella lo lloraba hace solo un momento, la escena le dolió.
Be. Mi niño, se van a llevar a papi para prepararlo y vestirlo, me acompañas a fuera, necesito más que nunca de ti.
Tico la miraba mientras se secaba la cara con la manga de su camisa, las palabras de Betty le habían llegado y le habían despertado un sentido sobre protector.
Tic. Es que no quiero dejarlo… - dijo abrazándola fuertemente – no quiero que este solo. – alzo la mirada buscando la suya, Betty se agacho y le beso la frente –
Be. Está bien, ya vengo. – se acercó a Margarita y al médico – le pueden dar solo cinco minutos más? De verdad los necesita, yo me encargo de sacarlo, estaré todo el tiempo junto a él, por favor.
Med. Señorita pero ya es momento, no podemos retrasar más, me pueden llamar la atención por eso.
Be. Ese niño que ve ahí acaba de perder el único padre que tenía el mundo, nunca tuvo mamá, se estaba despidiendo de él, puede entenderlo solo un momento?, es lo único que le pido, no piense como doctor, pienso como persona, solo serán cinco minutos, no habrá diferencia. – El doctor miro a Margarita, por un momento parecía que no daría su brazo a torcer pero al fin acepto, Betty entro de nuevo –
Be. Listo mi niño, conseguí cinco minuticos más, te parece?
Tic. Gracias mami Betty… - dijo volteando viendo al doctor, le sonrió, él respondió igual –
Be. De nada mi niño, haría todo lo que estuviese en mis manos para verte feliz. – Tico le sonrió tristemente y volvió a mirar a su papá –
Tic. Yo lo sé mami Betty, sabes… papi siempre me contaba una historia cuando estaba más pequeño, me ayudaba a dormir… la llamo el hombre malo que se enamoró, la protagonista se llama como tú... por eso cuando te conocí me caíste bien. – Betty no era capaz de responderle nada, solo sonrió, aunque él no la miro –
Be. Ojala algún día me la puedas contar mi niño.
Ambos tenían sus manos entrelazadas con las de Armando, era tres almas en una sola, Daniel se asomó a ver qué pasaba de lejos la vio, no la reprocho, no se enfureció, solo la entendió.
Tic. Mami Betty, porque se siente tan tibio si ya no está? Una vez un amigo me dijo que cuando alguien muere… - la palabra lo estremeció obligándolo a hacer una pausa – porque no está helado, papi siempre fue muy cálido y se siente igual.
Be. Porque no tiene mucho tiempo mi niño.
Tico tenía su mano sobre la de Armando, y Betty sobre la de Tico entrelazando sus dedos con la de Armando, sentía que al soltarla moriría, ese vació en su estómago se lo confirmaba, moriría al soltarlo.
Justo en ese momento entro el doctor, pidiéndoles amablemente que se retiraran para seguir con el procedimiento del levantamiento, Betty lloraba fuerte pero en silencio, no quería alterar a Tico, estaba soportando mucho dolor por dentro, pero por fuera al menos fingía ser fuerte, Tico se negaba a soltar a su papá y empezó a gritar, gritaba a todo lo que daban sus pulmones y solo repetía una cosa – PAPI NO ME DEJES! PAPI NO ME DEJES! – Betty se tapaba la boca con las dos manos, Daniel iba entrando, Margarita lo seguía, pronto vieron que el llanto del niño se detuvo en seco, tenía los ojos abiertos como platos, Betty se percató de su gesto y volteó, Margarita había caído de rodillas al suelo mirando en la misma dirección, Daniel quedo petrificado.
La mano de Armando era quien no soltaba la del niño, era su mano la que lo obliga a quedarse, el resto de su cuerpo seguía sin responder, pero Armando estaba aferrado, era algo increíble, pues llevaba declaro muerto más de diez minutos, Robertico quedo mudo, todos fueron sacados de la habitación.
Mar. Que paso!? Margarita, te sientes mejor? Dijo ayudándola a sentar
Nic. Si por favor dígannos que paso!? Nos tienes en ascuas. Nicolás llevaba a Tico en brazos.
Roberto y Camila guardaban silencio a espera de respuestas.
Dan. Al parecer aunque suene loco, Armando no está muerto.- Daniel sostenía a Betty temía que se desmayará en cualquier momento –
Rob. COMO!? Daniel por favor no juegues con nosotros..
Cam. EXPLICATE POR DIOS!
Daniel era el único que podía hablar, Betty, Margarita y Tico habían quedado en estado de shock, y con toda la paciencia empezó a explicarle lo que había visto con sus propios ojos y que él aun no creía, era un milagro.
Nuevamente los médicos entraron en trabajo arduo y analizaban a Armando mucho más a fondo, pronto le mandaron varios exámenes de sangre le urgencia por el raro caso hizo que estuvieran listos en dos horas, el director médico se acercó a la sala de urgencia donde todos esperaban noticias.
Doc. Buenas tardes, estuvimos haciendo exámenes bastante exhaustivos a Armando y encontramos que tenía una rara combinación de medicamentos cardiacos que llamamos los beta bloqueadores, los utilizamos muchas veces para estabilizar la frecuencia cardiaca y prevenir la hipertensión arterial que en este caso Armando estaba presentado, pero por algún error médico que estaremos estudiando le fueron suministrados dos beta bloqueadas totalmente diferentes causando que su frecuencia cardiaca bajara al punto de no ser percibida si no hasta ahora que el efecto del medicamento anterior a mermado.
Marg. Doctor por favor explíqueme, no entiendo.
Doc. Por los paros que presento el señor Mendoza se le había suministrado Cardizin, pero al momento de presente el paro cardiaco de hoy se le suministro Digoxeno haciendo que ambos tuvieran una reacción bastante fuerte en el corazón de Armando y bajando tanto su frecuencia cardiaca que era casi inaudible, el primer medicamente había sido suministrado hace seis horas, por eso apenas perdió efecto le permitió reaccionar, sigue bastante delicado de salud, pero muy estable, incluso ha presentado mayor mejoría estos diez minutos que todo lo que llevaba en la unidad, de seguir así Armando pronto podrá pasar a piso, incluso ya no es necesario entubarlo aparentemente puede respirar solo, por el momento seguirá bajo observación, Don Roberto me permite por favor hablar con usted un momento?, me disculpan. – ambos hombres se retiraron –
Betty estaba feliz, empezó a emocionarse al punto de hiperventilarse, pero era física euforia, tico lloraba en los brazos de Nicolás había recuperado a su padre, después de todo si valía la pena portarse bien, Camila, Margarita y Marcela se abrazan, todos tenían sonrisas y lágrimas en sus rostros, Daniel estaba contento pero con un deje de tristeza, no era por recuperar a Armando, por el contrario eso lo tenía muy feliz, era por Betty de seguro habría recobrado toda ilusión, él no se inmiscuiría en su vida, si ella decidía seguir con Armando él no la pelearía, de querer quedarse eso no sería necesario.
Marcela se dio cuenta de la mirada de su hermano, de cómo miraba a Betty con amor y desilusión sospechaba que ya se había enterado de sus sentimientos, se sintió mal al verlo, en medio de todo esta crisis jamás se tomó el tiempo de pensar en Daniel y en lo que sentía al ver a Betty tan preocupada por la salud de Armando, a los lejos se notaba su amor por él y era obvio que Daniel también lo notaría.
Mar. Que te pasa?
Dan. Nada. Dijo fingiendo su mejor sonrisa.
Mar. No me mientas Dany, ya no puedes. – Daniel volvió a sonreír – ya te enteraste de la historia que hubo entre Armando y Betty verdad? – su gesto cambio, se volvió duro – Debes entender que eso fue hace mucho tiempo, fue una de las razones porque las que termine con Armando, ella y él tenían una aventura, Armando se enamoró de ella, sé que es duro pero fue antes de ti.. Quien te lo dijo? –Daniel estaba sorprendido, no entendía como nadie le había dicho nada, ahora entendía todo, ahora sobre las crisis de Armando y el por qué reacciono así el día que la vio, se sentía tonto, él se la había puesto en bandeja de plata, no tenía que culpar de nada a Betty, ella no recordaba –
Dan. Tú, y no puedo creer que jamás me hubieses dicho nada.- Betty no pudo evitar escuchar aquella conversación, Daniel estaba a punto de explotar, conocía bien esa expresión –
Be. Dany cálmate – Dijo agarrando su brazo – yo me entere de todo el día del accidente por eso salí corriendo, no podía creer nada de lo que él me decía, ero ya recordé todo, todo lo que viví con Armando, todo lo que sentí por él.
Dan. O sea que otra vez lo amas… no me digas que no Beatriz, he notado tu atención y preocupación demás, te preocupas más por su hijo que por el nuestro incluso, sabes si me piensas…
Be. Daniel no te permito que digas eso, sabes que adoro a mi hijo con todo mi corazón, ahora mismo no sé cómo sentirme ante eso, porque te amo y te sigo amando igual que el primer día, pero ahora mi corazón recordó que lo ama a él también y no quiero hacer ni decir nada, solo lo quiero con vida, es todo.
Mar. Betty discúlpame, fue mi culpa, pensé que ya le habían dicho.
Dan. Tranquila Marcela, nadie me dijo el secreto que tienen entre todos. A su alrededor todos lo miraban, él las entendió, todos eran cómplices.
Marg. Daniel todos respetamos la decisión de Armando de dejarla ir contigo, nadie guardo nada, nadie está contra tuya, solo que no era nuestro deber decírtelo.
Daniel empezó a caminar hacía la salida, Betty y Marcela lo seguían de cerca.
Be. Por favor Daniel, sabes que no me gusta discutir contigo, Amor!!! Para…!
Daniel se detuvo en seco, Betty aun le podía, con rabia y todo, pero ella era su mujer, el amor de su vida, la madre de su hija, ella siempre podría con Daniel.
Be. Por favor voltea. Aquí esta Marcela, ambas hablaremos contigo, pero hablemos por favor.
Mar. Dany tu eres mi hermano, yo le deje a Armando muy en claro que no intentara nada con Betty y hasta donde sé eso hizo, está bien que le haya confesado lo que siente por ella, pero él nunca irrespeto la amistad que tenía contigo, ni mucho menos tu confianza, cierto Betty?
Be. Si es cierto Daniel, Armando jamás se sobre paso conmigo e intento nada, ese día le insistí y él me dijo, en serio amor, no pasó nada entre los dos.
Dan. Pero lo amas Beatriz, lo amas…
Be. Daniel no me obligues a decidir, no me obligues a nada ahora, esto es algo que se sale de todo entendimiento, no sé qué hacer, si me lo preguntarás hace unos días te respondería lo de siempre, mis únicos hombres son tú, Julito y mi papá, lo sabes bien, pero ahora despertó esto en mí y me tiene confundida.
Dan. Está bien Beatriz, me quedo, pero espero me expliques esa historia.
Be. Lo haré, ven amor… dijo colando su mano en la espalda y sentándose de nuevo, ella junto con Marcela le contaron lo que había sido el pasado de tres en ese extraño juego de amor, en el engaño con Claudia y el por qué ella decide irse.
Daniel entendió todos sus argumentos pero le atormentaban los recuerdos de Betty, no tenía nada que reclamarle, pero se sentía ofendido por saber sus nuevos sentimientos, pero sobre todo porque no se inmutaba en esconderlos
CONTINUARÁ.
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