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AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 23, Yo soy Betty la fea.

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 9 abr 2018
  • 8 Min. de lectura

Betty asistía al hospital todos los días al principio iba junto con Daniel después el perdió el interés y empezó a ir sola, lo cual le era mucho más cómodo para poder hablar con Margarita y Roberto, siempre agradecían y disfrutaban de su compañía, los reconfortaba, Camila ya había llegado a Colombia a visitar a su hermano, su reencuentro con sus padres fue bastante incomodo pero estaba dispuesta a soportar todo por Armando, él fue el único que no la abandonó en aquella crisis.


Daniel había notado el interés por Armando que Betty tenía, ya no podía ocultarlo, cada vez era más obvio su amor hacía él, al principio sintió tanto odio pero no pudo sostenerlo, Armando era su hermano y al parecer el amor de Betty.


Betty como de costumbre había entrado a la visita de la mañana mientras los demás esperaban en cafetería.


Be. Hola Armando… soy Betty, cuando vas a despertar ah?, ayer soñé contigo, me decías que buscará la carta, no sé de qué me hablas, espero puedas despertar pronto y decírmelo, cada vez es más duro verte así, no logro a acostumbrarme a no escucharte, llegar a Ecomoda y no verte… por cierto, todos te extrañan mucho por allá, están esperando ansioso tu llegada, yo también. – nuevamente Betty empezó a llorar, se le había vuelto costumbre despedirse de él con lágrimas, siempre se prometía no llorar, pero nunca lo lograba –

Betty salió con el ánimo por los suelos, se encontró a Camila a fuera, Fernandito estaba siendo atendido por la nana de Tico, los niños se habían llevado muy bien, parecían gemelos, eran muy parecido a pesar de la diferencia de edad tenía casi la misma altura, Betty los saludo a todos.

Tic. Mamá Betty! como estas? – Camila se extrañó al escuchar a su sobrino –

Be. Hola hijo, estás precioso… y esas gafas ah? – Tico bajo la mirada –

Tic. Como no me dejan ver a mi papá porque soy muy pequeño, me puse estas gafas, son unas que él tenía guardadas, quiero verme en el espejo y que parezca que lo veo a él. – Betty sintió un nudo en su garganta, abrazo a Tico aguantando el llanto –

Be. Pues lo lograste mi niño, eres un mini Armandito jejeje – dijo peinando su cabello – y este señorito que esta por acá como esta? Dijo acariciando las mejillas de Fer.

Fer. Hola tía Betty, cómo estás? – el niño le había tomado mucho cariño a Betty –

Be. Bien lindo – dijo dándole una falsa sonrisa, realmente se moría por dentro –

Cam. Tanía puedes llevarte a los niños, quiero hablar con Betty, Hijo has mucho caso sí? – dijo agachándose a su altura – vayan con los abuelos, mas luego llegamos. – los niños se retiraron junto con Tania –

Be. Que pasó Cami, que me querías decir?

Cam. Betty, ayer en la tarde el médico nos dijo que firmáramos un consentimiento informado, en donde se le practicara una traqueotomía a Armando, sabes que es cierto?

Be. Si…

Cam. Bueno, no sabemos qué hacer ante eso, se supone que mejorará su respiración aún tiene los pulmones llenos de líquido y le están haciendo las diálisis pero sigue sin reaccionar, cada vez veo todo más negro, ahora esta coma, ya no sé qué hacer, no me quiero rendir Beatriz, pero es tan duro, tantas veces que pude venir a visitarlo pero siempre me gano el orgullo, tengo años que no lo veo y cuando por fin lo veo esta así, es demasiado… - Camila lloraba desconsolada-

Be. No sé Camila, ese procedimiento es muy delicado y su buscan otra opinión? Algo si te quiero decir que no debes sentirte culpable, a pesar de no verte Armando siempre que hablaba de ti lo hacía con mucho amor, así que si él no te reprocha nada, no lo hagas tú.

Cam. Sabes perfecto que no es fácil.. – dijo mirándola fijo a los ojos

Be. Por qué dices eso? – dijo preocupada –

Cam. Mi papá me conto todo Betty.


Betty bajo la mirada e inclino la cabeza hacía un lado, cada vez más personas sabían algo que ella ignoro por años, era un tema muy complicado, no recordar lo sucedido no importaba, realmente ella necesitaba tener a Armando con ella, eso era lo único, no quiso hablar más del tema con Camila y ambas se despidieron, quedo volver en la tarde, ahora tenía que sacar como pudiera a Ecomoda adelante, ayudar a Nicolás y a Marcela en lo que más pudiera, había mucho negocios por cerrar, y lastimosamente Ecomoda tenía que seguir aunque su presidente no estuviera.


Betty se bajó del carro despidiéndose de Javier sin si quiera verlo a los ojos, le pidió el favor de traer a Julito del Kinder a Ecomoda, quería pasar la tarde solo con él, su hijo era el único que podía recargarla.


Be. Hola Wilson, que más?

Wi. Hola Doctorcita, como sigue Don Armando?

Be. Igual Wilson, pero con fe que va a mejorar.

Wi. Doctorcita, con el corre que corre de estos días se me había pasado mostrarle esta tarjeta, no la he leído, pero tiene su nombre, el día de su accidente Don Armando me la dio y hasta hora es que recuerdo tenerla, discúlpeme. – Dijo dándosela –


Betty no escuchaba y no veía nada que no fuese ese carta, se apresuró sin saludar a nadie y casi que corriendo para leerla en su oficina, le pidió a Inesita salir y ella obediente le dio su espacio, la tenía en sus manos, estaba llena de su sangre, eso le causo un escalofríos, dudo en abrirla, pero quizás serían las últimas palabras que Armando podría darle, al abrir y aun sin leerla se veía maltratada, los bordes desgastados y agrietada, la sostenía con mucho cuidado, como si con un suspiro pudiera quebrarla, la puso abierta en su escritorio no quería tocarla más de lo necesario, empezó a leer la carta Armando la había escrito con su puño y letra, la fecha era de septiembre del año en que desapareció, estaba escrita días antes de su accidente.


“Mi Betty,

Por fin soy libre para estar solo a tu lado, Marcela ya no está más en mi vida y siento que podemos hacer una nueva juntos, quiero estar contigo de una forma más tierna, cariñosa, única. Quiero ver tus gestos mientras duermes, verte bailar, verte reír, verte llorar, pero sobre todo verte junto a mí siendo feliz, quiero que te enamores como nunca lo has hecho, quiero que hagamos cosas locas, cosas que queden grabadas en nuestras memorias, quiero todo esto contigo y más, pero solo contigo.

Sabes… esta es mi primera vez escribiendo una carta de amor, espero lo esté haciendo bien, este furby lo escogí pensando en ti.

¿Qué dices nos amamos? Mi vida es tuya.

Tu Armando”.


Betty empezó a llorar desesperada, sintió un punzón del lado de su costilla rota que la hice torcer el gesto, sentía ahogarse, lloraba a gritos, desconsolada, él si la amaba, a pesar de sus estupideces la amaba, quería vivir todo a su lado, pero no podía decírselo, había guardado por tanto tiempo esa carta y ahora no podría escuchar la respuesta que ella le hubiese dado, Betty se ahogaba en su propio llanto, sentía que no podría parar de llorar, tomo la carta entre sus manos y la abrazo contra su pecho, no solo era dolor físico, sentía que su alma se quebraba.


En ese momento sonó su celular era Camila quien llamaba, aun llorando contesto.


Be. Alo?

Cam. Betty?!!

Be. Camila, que paso!?

Cam. Armando está teniendo un paro nuevamente – lloraba – estamos en horario de visitas nos sacaron a todos, no sabemos que paso, le paso de repente, estaba calmado y empezó a sonar todo, fue horrible… esta convulsionando, los médicos nos dicen que es el esfuerzo que hace por respirar, al parecer tiene demasiado líquido, mi hermano se va morir!!! Se va morir!!!!


Betty salió corriendo al tiempo que hablaba y calmaba a Camila, pero realmente no sabía qué hacía, Marcela la vio pasar hablaba con Nicolás ambos bajaron tras de ella.


Mar. Betty que pasa? le paso algo a Armando.

Betty ya no podía hablar, dejo caer el celular, en la otra mano llevaba la carta, estaba aferrada a ella.

Be. Se me muere Marcela, se me muere… - cayendo de rodillas al piso, Nicolás reacciono enseguida la ayudaba a levantar –

Mar. Como así?

Be. No puedo hablar, lo están tratando de estabilizar.

Ni. Te llevamos, vamos!

Be. Por Dios!!! No… ARMANDO QUEDATE! – Dijo mirando al cielo – se llevó ambas mano a la cara, la boca le temblaba.


De camino iba desesperada, solo sabía llorar, Marcela también lloraba, Nicolás aguantaba lo más que podía era quien conducía, llegaron volando al hospital, Betty se bajó tan rápido del carro que aunque estaba frenando todavía iba andando, casi cae en el intento, llego corriendo encontró una horrible escena, Tico lloraba junto a su abuela, Camila y Roberto lloraban juntos, Fer no estaba.


Be. Que paso?

Cam. Aún están intentando estabilizarlo, sigue en código azul Betty.

Be. Necesito verlo, necesito entrar…


Betty abrió las puertas de la UCI encontró la escena, era horrible, un médico estaba sobre Armando haciendo RCP, Armando seguía sin reaccionar, los tubos, los cables en su cuerpo brincaban al ritmo que el doctor presionaba su pecho y al fondo el horrible pitido de la maquina avisando con no había pulso.


Al verla una enferma la intento sacar, pero no fue posible, ella se resistió y nadie la pudo apartar de su lado – ARMANDO DESPIERTA, REACCIONA POR DIOS, YO TE AMO, TE AMO ME OYES, gritaba – el médico le daba electrochoques y seguía sin reaccionar, en un momento el choque eléctrico provoco que Armando abriera sus ojos, su cabeza cayó del lado justo donde Betty estaba, ella empezó a sonreír hasta que se dio cuenta del vacío que había en esa mirada, Armando ya llevaba dos minutos muerto, como pudieron dos enfermeros la sacaron a rastras de la sala.


Armando escuchaba la voz de su hermana, se sentía feliz por poder tenerla al lado aunque no pudiera abrazarla, su cuerpo seguía sin reaccionar, escuchaba a todos con mucho amor, muchas veces lloraba sin tener una lágrima en su rostro, de repente empezó a escuchar la voz de Betty, por fin leía su carta, pero no reaccionaba, no recordaba, debía recordarlo, ella debía traerlo de vuelta.


Betty lloraba en el frio suelo del hospital, Nicolás corrió e intento levantarla pero ella se negó, ella no quería levantarse, lo había visto morir, en ojos ya no había nada, el alma de Armando había expirado. Nicolás siguió insistiendo con sus gafas empañadas por sus lágrimas – Betty por Dios levántate, ese frío te hará daño, le dijo – ella seguía sin responder, solo se escuchaba su llanto, sus gritos eran desgarrados, se podían escuchar por todo el hospital, Betty lloraba a cantaros a Armando, todos lo lloraban, no podían creer su final.


Be. Dioss! Devuelve el tiempo… permite revivir mis días con él al menos, quiero ver sus ojos viéndome, abrazarlo para siempre – Betty se desmayó – mil imágenes le llegaron de repente, las peleas que tuvo con Armando, las veces que hicieron el amor, la admiración que le tenía, sus celos, el día que Claudia llego, la noche previa con Nicolás y Marcela, recordó todo.


Nicolás la cargo con ayuda de Marcela la recostó en una banca, después de una hora Betty recobro el conocimiento, estaba en sala de urgencias.


Be. Donde está Armando?

Nic. Ya puedes pasar a verlo Betty. – Se le ilumino el rostro –

Be. De verdad? Que dijo… pregunto por mí!?

Nic. Betty… Armando falleció.


Betty empezó a hiperventilar y se recostó en la pared de la camilla, empezó a llorar, se tapaba el rostro, se tocaba el pecho, era verdad, Armando había muerto, no estaría nunca a su lado.


Al rato y más calmada camino a UCI, entro al cubículo donde yacía tranquilo, parecía dormido, estaba un poco frio pero aun parecía vivo, acaricio su cabello, sus labios, le dio un beso deseando que el pudiera responderle pero no sucedió nada tomo sus manos entre las suyas y llorando empezó a hablarle.


Be. Mi amor…te respondo tu carta, sí y mil veces sí quiero una vida a tu lado, escribes muy bien, hermosamente, deseo recibir mil cartas de amor, espero todas sean tuyas, te amo Armando Mendoza y hoy por fin lo recuerdo todo, recuerdo cuanto nos amamos, y cuanto sufrimos por ese amor, pero no hay que negarlo, era amor, te llevas mi vida Armando, te le llevas entera – lloraba a cantaros – mi vida es tuya mi amor. Betty se recostó en el pecho de Armando a llorar, pronto llego Nicolás y la apartó, acaba de llegar Robertico y le permitieron ingresar para despedirse de su papá.


CONTINUARÁ…

 
 
 

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