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AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 20, Yo soy Betty la fea.

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 2 abr 2018
  • 10 Min. de lectura

Armando no podía sacarse de la cabeza las palabras de Betty, hoy había pasado un día mágico con ella y sentir que lo celaba fue volver a la gloria, Betty adoraba a su hijo tanto como Armando con Julio, tenerlo entre sus brazos era tener un pedazo de su amor y le encantaba ese niño, ambos se llevaban muy bien y sabía que por Tico no habría problema, nuevamente lo único que nublaba su cabeza era Daniel, si pudiera odiarle sería diferente, pero no, Daniel estaba también en corazón de Armando.


La mañana siguiente en Ecomoda Armando había llegado muy temprano junto con su hijo, ese día no había clase y quiso pasar el día con él ya que se vendrían semanas muy duras y no tendrían casi tiempo para compartir, Betty llegó más tarde ese día pues Doña Julia se sentía un poco disgustada y no quería coger sereno por eso Betty le toco ir a su antiguo barrio para dejar a su hijo con sus abuelos.


Be. Buenos días mamá, como amanece?

DJ. Hola mamita, un poco agripada pero bien, su papá me va a ayudar con el niño, no se preocupe, yo voy a estar lo más alejada posible pero siempre ayudando a su papá.

Be. Si mamá pero yo confiada que mi papá iba por el niño y mire la hora, voy a llegar tardísimo al trabajo, espero Armando no se vaya a molestar.

DJ. Mamita usted sabe que su papá no quiere cambiar ese carro, y como siempre se apreció y no quiso prender, además mejor así mamita, mire que su papá tene rato que no la ve, pase hija…

Be. Hola papá, como amanece?

DH. Hola mi Betica, extrañado casi no viene por acá, no me diga que me la están explotando por allá, porque enseguida hablo con Don Armando para que no la molesta más...

Be. Ay papá jojojo no se ponga en esas, es normal, estamos corriendo con la nueva colección nada más, de verdad papá, no se preocupe.

DH. Esta bien mija, quedo más tranquilo, pero ya sabe no se deje explotar, ni andar gritando por ese señor, mire que Nicolás nos contaba.

Be. No papá, para nada Don Armado no puede ser más querido conmigo, bueno los dejo, porque ya voy muy tarde, más luego los llamo.


Betty iba a toda prisa a Ecomoda, hoy era la muestra de la colección e iba súper atrasada, esperaba al menos que Inés fuera adelantando todo mientras ella llega, hoy no era un día para llegadas tarde, nuevamente Javier la llevaba de camino se retoco el maquillaje pensando en Armando, eso la hizo sonreír.


Era consciente que ese día irían todos los inversionista y socios a excepción de Daniel claro que seguía de viaje, al llegar se encontró a todos el show room hablando con Armando que al verla sonrió pero no se acercó, hablaba con una mujer muy hermosa, no tenía ni idea quien era pero se quería comer a Armando con los ojos, era muy obvia, eso le molesto a Betty, pero se enfocaría en sacar la muestra a flote y después lo que viniese en el camino.


Al llegar al camerino se encontró con Marcela y Mariana su hija, tenía cinco años y era toda una princesa hermosa, Betty la saludo a ambas, tomo a Mariana en sus brazos.


Be. Donde esta Nico?

Mar. Está a fuera junto con Armando atendiendo a los inversionista, vinieron un francés y una Venezolana, el resto llegan mañana para el lanzamiento, Inesita me conto que andabas corriendo con mi sobri, más tarde me voy contigo siento que tengo años que no lo veo.

Be. Claro que sí Marce y gracias por ayudar a Inés, bueno te dejo ya le deje mucho tiempo sola. Se despidieron de beso y le entrego la niña.

Marcela salió y vio desde lejos como Gabriela Garza le coqueteaba a Nicolás, esa la volvió loca, era demasiado atrevida, como se le ocurría hacer eso en plena presentación, Nicolás se veía muy sonriente hablando con ella eso fue lo que más cólera le dio.

Mar. Buenas, interrumpo. Dijo sonriendo forzosamente.

Nic. Hola amor, para nada, hablaba con la señora Garza del incremento de inversión que hubo en Colombia este año.

Gab. Nicolás ya le he dicho que me quite el señora, creo que le he dado la confianza suficiente para decirme Gabriela. Dijo tocándole el hombro.

Mar. Señora Garza creo que mi esposo la llamará como se sienta más cómodo, no se preocupe por eso, es bastante cuadriculado, jamás logrará llamarla de otra manera. – Nicolás noto la molestia de Marcela, detectaba esa mirada a metros –

Nic. Sí mi esposa tiene razón señora Gabriela, la llamo así porque la respeto, no crea que le digo vieja, ni más faltaba, usted es una mujer muy bella – Marcela lo fulmino con la mirada, Nicolás la sintió pero ya era demasiado tarde – y joven, es que soy así, me entiende… y sí me permite un momento ya regreso, amor me acompañas. – Marcela asintió sin quitarle la mirada a Gabriela –


Gabriela estaba complacida por hacer enojar a Marcela seguía sin pasarle, realmente lo que deseaba era llamar la atención de Armando, pero la venezolana lo tenía encantado, así que decidió atacar de frente.


Gab. Hola Armando, cómo vas? Dijo interrumpiendo abruptamente.

Ar. Hola Gaby, bien y tú? Dijo dándole un beso, Gabriela se rodó un poco y se lo dio media luna, la venezolana lo noto. – Armando trago en seco –

Gab. Pues como me veo? – Armando la reparo de pie a cabeza –

Ar. Como veo muy bien – Gabriela sonrió coqueta, Alejandra los veía incómoda – Perdón… Gaby, te presento, Alejandra Sing es uno de nuestros potenciales inversionistas de una de las empresas más importantes en Caracas, Aleja, te presento a Gabriela Garza – ambas extendieron las manos, se miraban desafiantes – es la Gerente Comercial del Fashion Group.

Ale. Un placer Gabriela. Dijo sonriendo a medias.


Pronto los tres iniciaron una charla de los más incómoda pero insistiendo en seguir en ella, en fingir que no sucedía nada, Armando no veía la hora que empezará la muestra y que estas dos mujeres desaparecieran.


Del otro lado del show room Nicolás discutía con Marcela.


Nic. Pero Marce por Dios, dime ahora que fue lo que hice mal, fuiste muy impertinente al decir eso, no podía quedar como si me estuvieses dando una orden, las cosas no son así amor, actuaste muy mal, en serio.

Mar. En serio nada Nicolás Mora!, sabes perfecto cuales son las intenciones de esa mujer, no te hagas el estúpido y menos me hagas sentir estúpida porque no lo tolero, sabe perfecto que no pretendo pasar mi vida en esto…

Nic. Marcela me pidió solo que le dijera Gabriela, solo eso… por Dios, deja de armar un drama de la nada, ella puede insinuarse lo que sea, lo importante es que no respondí a ninguna de ellas, pero si quieres discutir por eso, hazlo sola entonces… - Nicolás empezó a caminar hacía los camerinos junto con Mariana su beba –

Mar. Nicolás… Nicolás – dijo alzando un poco la voz, Armando a vio y se disculpó con las dos mujeres, dejándolas solas –

Ar. Marcela que pasó? - Marce estaba al borde del llanto –

Mar. Nada Armando, tranquilo. Dijo tratando de sonreír.

Ar. No digas que no pasa nada, por favor. Cuéntame porque los gritos.

Mar. La estúpida de Gabriela le coqueteaba a Nicolás y él como si nada ahí con ella, después me deja hablando sola, como si la de la culpa fuese yo.

Ar. Pero Nicolás que hizo? Lo viste que le respondió o qué?

Mar. No, él solo estaba muy sonriente con ella, no sé qué pasó antes de lo que viera.

Ar. Marce… conozco a Gabriela perfectamente y sé de lo que es capaz, pero también conozco a Nicolás y sé que él jamás te faltaría el respeto, Nicolás te adora Marce, a ambas las adora, no puedo creer que pienses que él sería capaz de algo así.

Mar. O sea Armando entonces tú crees que mi relación con Nicolás está más allá del bien y del mal? Por favor! Todos los hombres son iguales…

Ar. Marcela… sé que yo puedo hacer gran parte de esa imagen que tienes de los hombres, pero lo tuyo con Nicolás no es como lo que tuvimos nosotros, no puedes seguir usando esa etapa como punto de comparación, me entiendes?, debes aprender a juzgarlo por sus errores, no por los míos, y si él te dijo que no pasó nada y tú no viste nada, entonces créele o si no Gabriela estará ganando, porque estoy seguro que lo que sea que haya dicho lo hizo muy consciente. – Puso su mano en el hombro – Marcela le sonrió.

Mar. Me sigues sorprendiendo Armando Mendoza, jamás pensé escuchar esas palabras de parte tuya, como van las cosas con Betty, a veces hablo con ella y me cuenta que son grandes amigos, de verdad lo son?

Ar. Lo he sido por muchos años y lo seguiré siendo hasta que ella quiera, esa es la única manera que tengo de estar con ella – dijo bajando la cabeza –

Mar, pero debes seguir tu vida, es que no entiendo qué esperas, cuando se casó seguiste ahí, sin pareja, sin prospecto, si nada… pero cuando tuvo a Julio pensé que te darías por vencido y aun te veo cada día junto a ella, incluso me habla más de ti que de Daniel, de él siempre me cuenta que está viajando. Quiero que sepas que yo no opino nada, pero eso no me gusta, Dany es mi hermano y Beatriz lo ha hecho un mejor hombre, no quiero que dañes su felicidad, por mucho que te quiere a ti, no puedo acolitar que aun guardes esperanzas por ella, debes aceptarlo, quizás no te recuerda por eso es lo que ella dese y tú debes continuar.


Armando sintió algo de razón en las palabras de Marcela, algo no, tenía toda la razón, ya ni si quiera él sabía que esperaba, simplemente se había acostumbrado a vivir siendo la sombra de Betty y se había conformado con eso, pero si eso se lo hubiese dicho solo unos días antes Armando se habría retirado, pero ahora no, ahora había notado cosas, cambios en ella y nuevamente tenía esperanzas, ya hace tiempo las había perdido pero Betty las había cosechado y él debía recogerlas, debía intentarlo.


Armando se limitó a responderle con una sonrisa, que le dejo más preguntas que respuestas a Marcela, sabía que había dado a Armando palabras muy duras y difíciles de procesar, pero debía hacerlo por el bien de muchas personas.


la muestra fue todo un excito, todos los inversionistas estaban entusiasmados por escuchar las opciones de inversión que habría disponible en Ecomoda, para había uno en especial que había quedado muy interesado en su diseñadora y anhelaba hablar con ese ángel.


Ar. Michel, como le ha parecido la colección?

Mic. Estupenda, como se llama la diseñadora, no había escuchado hablar de ela antes…

Ar. Es nueva, recién graduada, Beatriz Pinzón Solano, su talento a nacido en Ecomoda.

Mic. Podría hablar un momento con ella… quisiera darle mi opinión personal directamente.

Ar. Claro que sí Michel… sígame.

Betty iba saliendo junto con las modelos e Inesita cuando vio llegar a Armando con un ojiazul espectacular.

Ar. Betty felicitaciones Ecomoda no había tenido una colección tan espectacular en años.

Be. Gracias Armando – Dijo sonrojándose – Armando le dio un fuerte abrazo, ambos fueron consciente de la corriente eléctrica que este les produjo.

Ar. Betty, te presento a Michel Donell, es un inversionista francés, quedo muy interesado en la colección

Be. Un gusto Don Michel, espero que haya sido de todo su gusto.

Mic. Realmente el placer fue mío, fue toda una obra de arte, los diseños son tan diferentes pero al mismo tiempo parecen solo una pieza, como lo hizo? – En ese momento Alejandra llamó a Armando, este se disculpó y fue a donde ella, desde donde estaba seguía la conversación de Betty con el francés –

Be. Bueno, realmente no sé si conozca que hace algunos años perdí la memoria, por medio de mis diseños empecé a recrear mi vida y bueno cada pieza tiene un poco de mi mente jojojo

Mic. Realmente tiene una sonrisa muy hermosa.

Be. Gracias – dijo sonrojándose –


Betty empezó a caminar mientras seguía hablando con Michel cuando tropezó, él la sostuvo de la cintura evitando que se cayera y quedando a pocos centímetros de su boca, Michel la veía fijo a los ojos, vio tanta dulzura en ellos que se embelesó.

Desde el otro lado Armando veía la escena y sentía hervir la sangre, ese tipo no estaba interesado en su colección, estaba interesado en ella, como si de un imán se tratase empezó a caminar hacia donde estaban dispuesto a reclamar su territorio, cuando vio entrar a Daniel del lado de producción y por cómo se veía muy molesto por lo que también acaba de ver se obligó a detener su ímpetu pero manteniendo su curso.

Betty quedo sorprendida por la cercanía pero sobre todo por el coqueteo de Michel, realmente tenía una mirada hermosa, noble que por un momento la atrapo, instintivamente miro hacía donde Armando y lo veía venir, estaba molesto, tensaba su mandíbula, eso la obligo a enderezarse, en ese preciso momento sintió que alguien la tomaba de su ante brazo y la volteaba bruscamente, era Daniel.


Daniel acaba de entrar a Ecomoda, quiso sorprender a Betty pero se dio cuenta que esta no estaba en el camerino, seguro había terminado la presentación, salió en busca de su esposa cuando la encontró, al parecer, en los brazos de un extranjero, le hervía la sangre, el corazón se le acelero y tan rápido como pudo llego a ella.


Los dos hombres colisionaron en su encuentro con Betty y el francés, ambos hervían por dentro, estaban lleno de rabia, de celos, no podían creer la insensatez de parte de este aparecido, lo pondrían en su lugar, presionaron a tal punto que la situación se tornó demasiado incómoda para Betty y Michel haciendo que este último se retirara y se fuera.


Be. Daniel, por qué me tomas así por el brazo?, no soy tu hija, soy tu esposa, me paso de lo más bochornoso tu actitud.


Ambos hombres mantenían una posición firme, estaban totalmente erguidos, pecho de paloma a fuera y los dos brazos posicionados en sus caderas, Armando se percató de su posición y pronto con mucha vergüenza se relajó.


Dan. Sé perfecto cuál es tu lugar en mi vida Beatriz, lo que no tolero es que permitieras esa cercanía, llego a sorprenderte y me sorprendes tu a mí. – la miro con reproche –

Be. Sorprenderte de qué?, casi caigo y él solo me sostuvo, sabes perfecto que soy muy torpe. – Betty miraba a Armando, él la miraba con reproche pero con Daniel era suficiente –

Ar. Como veo que esta Daniel aquí ya me puedo retirar – dijo con su molestia aun latente – pensé que se estaba propasando contigo pero al ver que todo quedo aclarado me retiro – esto último le hirió el ego, él no tenía por qué hacerle ningún reclamo, ese no era su lugar – Betty lo miro confundida.

Dan. Gracias Armando, si por favor déjamela a solas con Beatriz. – Armando asintió y se retiró –


Daniel estuvo gran parte de esa noche molesto con Betty, incluso al terminar la velada e irse al apartamento no paro, realmente estaba molesto, se sentía herido, la situación había sido muy comprometedora pero al final solo fue una confusión y por más que Betty se lo explicaba él insistía, ambos se fueron furiosos a la cama sin dirigirse la palabra.


CONTINUARÁ…

 
 
 

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