AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 19, Yo soy Betty la fea.
- Fan YSBLF !
- 2 abr 2018
- 13 Min. de lectura
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Con el pasar de los años Betty, Daniel y Armando se hicieron grandes amigos, Armando no dejo de sentir por Betty pero pronto se acostumbró a tenerla de esa manera, Betty recordaba al cuartel, a sus papás, a Marcela y a Nicolás, incluso su encuentro fatídico con Miguel, pero no recordaba a Armando, incluso recordó lo malos tratos que anteriormente Daniel había tenido con ella y eso le dolió en gran media pues no conocía esa faceta tan nefasta de él, ciertamente la había preparado para ese momento y fue un momento difícil que casi le cuesta su relación pero el amor que sentían era más fuerte tan fuerte que se casaron en una ceremonia muy modesta en las a fueras de Bogotá, al año Betty había quedado embarazada de Julito su nombre se debía a su abuelo fallecido. Julio tenía el temperamento de los Valencia y se parecía mucho a Marcela, la familia se mudó al departamento de soltero de Daniel ya que por el momento no era necesario nada más grande y Betty siempre buscaba estar cerca a sus papás y mudarse a una casa implicaría estar más lejos de ellos.
Be. Daniel pero tienes que irte toda la semana, Julio cumple el fin de semana.
Dan. Mi amor claro que sé perfecto que nuestro hijo cumple cuatro años, ya estaré aquí para ese entonces, por favor no te enojos, debo viajar si o si para cerrar ese negocio.
Be. Me dejarás sola para los preparativos Daniel, no puedo creer que me hagas esto.
Dan. No te preocupes amor, estarán tus papás y por supuesto Armando también te ayudará, no te enojes, si?
Be. Sí, pero Armando es solo el padrino, no él papá, ya no pasas tanto tiempo con nosotros, te has encerrado de nuevo al trabajo Daniel.
Dan. Lo hago porque quiero lo mejor para los dos, ahora te molestas, pero verás que todos mis sacrificios habrán valido la pena, además solo serán unos días en Brasil, después llegare a Cartagena para el balance trimestral de los restaurantes y cuando menos lo esperes, estaré aquí. – dijo dándole un beso –
Be. Está bien Daniel – suspiro – sé que nunca puedo hacerte cambiar de parecer, solo espero que no me falles, vamos te acompañamos al aeropuerto.
Dan. Tranquila amor, no es necesario Javier me va a llevar a mí, Frank llevará a Julito a la escuela y te deja en Ecomoda, no te preocupes, no es la primera vez que me voy…
Daniel como de costumbre se despidió de su hijo y de su suegra quien prácticamente vivía más allí que en su propia casa, pero siempre le agradecía que cuidará de Julito no era capaz de dejarlo con nadie extraño.
Betty llego a Ecomoda muy molesta, charlo un rato con las chicas y se le pasó la cólera, después junto con Inesita se fue al taller al entrar encontró una modelo que la esperaba.
Be. Si, buenas?
Elena. Hola, como esta señora Betty, soy la modelo de tallaje que solicitaron la agencia me mando.
Be. Si? Nadie me aviso nada, pensé que las entrevistaría, pero tranquila, veo que sabes quién soy, nos conocemos de antes?
El. No señora, el doctor Armando nos seleccionó y él me comento que trabajaría para usted, estuve hablando un rato con él, justo se acaba de ir.
Be. Ah sí? – Betty e Inesita se dieron una mirada de complicidad – bueno me esperas un momento, voy a producción ya regreso, Inesita puede venir un momento, con permiso.
In. Dígame mijita.
Be. Sabías que Armando escoge las modelos?, primera vez que se mete en mis decisiones en los años que llevo aquí.
In. Jummmm… seguro ya volvió a sus andadas, acuérdese lo que le contaron las muchachas, Don Armando muere por las modelos, seguro quiso volver al mercado, nada más falta que regrese Don Mario y listo… - Betty volvió a recordar aquel sentimiento que vivió en el parque “Celos” –
Be. Bueno no voy a producción, voy hablar con él, quiero pedirle que cuando tome estas decisiones me consulte.
In. Ay Mijita, pero no vaya a discutir con él.
Be. Jojojojo para nada Inesita como se le ocurre, sabe que siempre me llevo bien con él, es que solo quiero comentarle, prefiero llevar el control en mi área, además Armando lleva años soltero, desde que termino con la odiosa de la mexicana, como es que se llama?
In. Doña Gabriela…
Be. Bueno con ella, menos mal que ahora solo viene ocasionalmente, se me hace que esa tipa me tenía fastidio.
In. Jummm a quien no jajajaja
Betty iba pensando en eso, en como Armando a través de los años no salía con mujeres, recordó sentirse celosa nuevamente, eso le parecía de lo más extraño, quizás eran celos de amiga, si seguro era eso, porque ella ama a Daniel, tiene un hermoso hijo con él, y además Armando es uno de sus grandes amigos, si es solo eso. Mientras trataba de convencerse no se fijó en que Armando iba saliendo, también estaba distraído, leía los informes de los puntos de venta cuando quisieron mirarse ambos habían chocado.
Ar. Betty… perdón!
Be. Jojojojo tranquilo Armando no es nada, iba hablar contigo sobre la modelo de tallaje..
Ar. Ah sí… es una gran amiga, estudiamos por años en el mismo colegio hasta que se fue del país, estaba en busca de trabajo e independencia, así que cancele a la agencia y la contrate a ella, espero no haya problema.
Be. Ehmmm… no, tranquilo, es solo que pensé que era una conquista o algo así, pero si es eso, no tengo problemas.
Ar. Una conquista? – Dijo extrañado – que quieres decir con eso?
Be. O sea… pensé que la estabas ligando y por eso le diste trabajo, como aquí tienes cierta fama con las modelos jojojo y sabes como soy, me gustan las cosas serias y sin problemas ni distracciones.
Ar. Con que tengo fama, vea… eso no lo sabía. Y si hubiese sido por eso, habría algún problema? Dijo sonriendo pícaramente. – Betty endureció el gesto –
Be. Sí… no me gustaría que eso perjudicará mi trabajo.
Ar. Bueno como en el corazón nadie manda, cierto? Quizás, quien quita y se pueda dar, igual Elena no está nada mal. Dijo inclinándose un poco hacía a derecha trataba de ver a Elena que estaba al fondo del pasillo en la pasarela. – Betty volteo y la vio, esa la enfureció, sí, tenía celos –
Be. Bueno Armando haz lo que quieras, me tiene sin cuidado, lo único que te pido es no perjudiques mi trabajo – dijo molesta y dando media vuelta, Armando la sostuvo por el brazo estaba atónito –
Ar. Que pasa Beatriz? Estas celosa o qué? – dijo con una sonrisa estúpida en la cara –
Be. Por favor Armando… dijo zafándose y empezó a caminar rápido hacía el baño, sentía ganas de llorar. – Armando quedo estupefacto ante la reacción de Betty no quería ilusionarse, pero percibía celos en su actuar –
Mientras se miraba en el espejo, pensó en lo estúpida e impulsiva que había sido, si algo no se permitía era eso, dejarse dominar por sus sentimientos, pero el pasar tanto tiempo con Armando seguro le había despertado cosas, eso era todo, estaba confundida, nada más, se echó un poco de agua en la cara y salió, a lo lejos vio a Armando hablando con Elena, le ardía el rostro, estaba roja de la furia.
Elena. Hola Armando…
Ar. Que más Elena, hablaste con Betty?
El. Si pero me dijo que se iba a producción y nada que ha vuelto, Inesita ha estado conmigo enseñándome algunas cosas, pero nada más.
Ar. Veo… y como te pareció? Betty claro…
El. Pues no sé, siento que se molestó, no le habías avisado nada cierto Armando?
Ar. Jajaja si… es que no había podido hablar con ella, pero ya hablamos y todo bien.
Elena caminaba por las escaleras cuando tropezó y cayó en los brazos de Armando, Betty veía todo, justo acababa de llegar, Armando quedo con su rostro frente a Elena casi aun centímetro de distancia, Betty sentía hervir la sangre, Armando la miro al tiempo que ella le torcía los ojos, no quedaban dudas, Betty estaba celosa, Armando era feliz, a pesar de que lo había olvidado le seguía resultado atractivo, y aprovecharía el máximo eso, volvería a retomar su plan, Betty sería suya, pero antes les haría recordar y conocía una buena forma.
Betty intento disimular al llegar al taller en donde estaban todas las del cuartel preparando a Aura María para una salida con Freddy esa noche, al parecer le pedía matrimonio, pero Betty era un pequeño energúmeno y pronto empezó a lanzar todo por los aires, no podía negarlo más, sentía cosas por Armando, las del cuartel en vano intentaron sacarle información pero como siempre mintió.
Armando bajo a Elena quien estaba ruborizada por la cercanía de hace un momento, pero él ni si quiera se percató de eso, en su mente repetía una y diez mil veces más la reacción de Betty, por fin ella después de tantos años había mostrado interés en él, aunque seguía sin entender el por qué no lo recordaba.
Ese día más tarde Betty tenía su cita anual con el Neurólogo iba saliendo en busca en ascensor cuando se encontró a Armando junto con Tico saliendo de él, ver al niño la alegro, le había tomado mucho cariño y lo trataba igual a su hijo, Roberto ya tenía seis años y pintaba cada vez más a su abuelita Margarita.
Be. Hola príncipe, como estas!?
Tic. Hola tía Betty… dijo tímido,, al tiempo que Betty se agachaba a estamparle un beso en la mejilla. – Armando los miraba sonriente –
Be. Que haces por acá? Tienes ratos que no visitas a Julio ah…
Tic. Si tía, es mi papá siempre que le digo me dice que están muy ocupados y no me lleva… - Betty fingió una mirada de reproche a Armando quien se ruborizó al verla - hoy mi abuelita Margarita tiene un almuerzo con sus amigas y no me podía llevar entonces mi papi me trajo acá. – Betty agarro la mano del pequeño mientras le sonreía a Armando –
Ar. Para dónde vas? - dijo recordando sus fantasías de familia con ella -
Be. Mi cita con el doctor Gonzales, tengo algunas preguntas que hacerle… además que hay muchas cosas que aún no me llegan y quiero saber que hacer.
Ar. Te acompañamos, cierto hijo? De paso llegamos a ver a Julio.
Be. Tranquilo puedo ir sola, sé que tienes cosas por hacer..
Ar. No tengo nada para hacer, vamos, yo te llevo.
Juntos en el carro de Armando, Betty iba sentada en el asiento de copiloto mientras jugaba con Robertico que estaba en la parte de atrás, la escena tenía a Armando encantado, volvía a soñar despierto con una vida a su lado, anhelaba el día donde probara de nuevos sus labios, pronto Daniel llego a sus pensamientos y los nublo, había aprendido a quererlo de nuevo, Daniel confiaba ciegamente en Armando y sentía traicionarlo siempre que fantaseaba con Betty, al cabo de media hora estuvieron en el consultorio a la espera de que atendieran a Betty, Tico adoraba a Beatriz, siempre que iba a su casa era más por jugar con ella que con el bebé, el cual era muy pequeño para algunos de sus juegos, pero Betty siempre estaba dispuesto a jugar de todo con él y eso le encantaba.
Ti. Tía juguemos al genio de los deseos, si?
Be. Claro y como se juega? Dijo sonriendo. Armando le hecho una mirada curiosa a su hijo sobre las gafas.
Ti. Bueno tú eres el genio y debes decirme, yo soy el genio tu pones el nombre y dices que vienes a cumplir tres deseos, el más original y divertido gana, dale?
Be. Dale, pero hagamos algo mejor, tu papá es el genio y nosotros le pedimos deseo, si? – el niño asintió emocionado – quien empieza?
Ti. Empieza tú, tía.
Be. Está bien, empieza Armando dijo riendo alegre.
Ar. Está bien, Soy el gran Genio Armani y he venido a cumplirte tres deseos, pide Betty y te será concedido.
Be. Jajajaja Ehmmmmm… déjeme pensar señor genio… quiero tener alas de ángel para volar, - concedido respondió Armando – quiero tener rayos láser jajaja – concedido dijo Armando – quiero conocer el mundo - concedido dijo Armando quien estaba muerto de la risa por su voz de genio – bueno Tico ahora vienes tú.
Tic. Déjenme pensarlo bien… Mmmmm…Ya sé, ya sé… quiero poder ser invisible – concedido Robertico – Mmmm…. Déjame pensar papá, que digo genio Armani jajaja… - Armando le sonrió – quiero tener súper fuerza… - concedido Robertico – de pronto el niño se entristeció…
Ar. Que pasa hijo? Estabas muy contento… - de pronto Robertico comenzó a llorar, pero era un llanto silencioso, solo corrían lágrimas en su rostro mientras se tapaba la boca para ahogar el sonido –
Be. Que paso mi tico, no te pongas así, es solo un juego hijo…
Tic. Es por eso que lloró porque sé que no se hará realidad… - Armando lo abraza fuerte a su pecho –
Ar. Que deseas hijo? – el niño volvió a llorar esta vez su cuerpo se sacudía por el esfuerzo de no hacer sonido – cálmate hijo por favor, dime que pasa?
Tic. Quiero que mi mamá me ame con mi tía Betty ama a Julio. – esta vez su llanto se escuchó fuerte y claro, Betty se llevó la mano a la boca mientras lagrimeaba, el rostro de Armando estaba todo mojado por sus lágrimas, los tres se abrazaron por un largo rato mientras Roberto se calmaba.
Ar. Hijo pero aquí estamos nosotros que te vamos a querer por siempre, cierto?
Be. Si tico, cuando te digo hijo es porque así lo siento – Armando la mira conmovido – yo te amo tanto como amo a Julio, no te sientas triste mi amor, debes estar agradecido porque estas lleno de personas que te adoran, como tu papá, tus abuelitos, tu tio Dany, y por supuesto yo que te adoro mi niño.
Tic. De verdad me adoras tia?
Be. Claro que sí mi niño y mucho…
Tic. Entonces… puedes ser mi mamá, cierto? Cierto que puede papá? Armando volteo rápidamente a ver a Betty quien la lo miraba con mucho asombro, Armando sintió vergüenza, estaba ruborizado, no sabía que contestar –
Be. Claro que sí, yo seré tu mamá siempre que quieras. Dijo mirando Armando, notando sus mejillas ruborizadas.
Tic. Entonces será para siempre tía…. Mami Betty – dijo sonriendo al fin – tico se zafó de Armando y le dio un gran abrazo a Betty quien sintió en ese pequeño niño tanto amor que cerró los ojos solo para disfrutarlo más, Armando enternecido los miro, quería unirse al abrazo, pero no le pareció correcto.
Fueron interrumpidos por el doctor González que le pidio a Betty pasar al consultorio, Armando y Tico también entraron, al terminar el chequeo Betty se sentó de nuevo junto a Armando que tenía a Tico en su regazo.
Be. Bueno doctor como me encontró?
Dr. Muy bien Beatriz, tiene un gran progreso prácticamente no tiene lesiones, así como va ya debió recuperar gran parte de su memoria, si no es toda.
Be. Doctor… dijo con algo de vergüenza. De eso precisamente quiero hablarle – Armando la miro – sucede que aquí mi amigo en algún momento fue mi jefe, pero no lo logro recordar nada que haya vivido junto a él – Armando se sorprendido – recuerdo todo en mi vida, incluso llego a tener algunas situaciones confusas pero de Armando no recuerdo nada.
Dr. Muy raro pues me aparece que no tiene lesiones, Armando la ha ayudado contándole momentos que pasaron juntos?, a esta altura ya no debe hacerle daño.
Ar. No doctor he preferido que sea ella sola quien recuerde, al igual que con los 9 d¿’demás.
Dr. Bueno no creo que eso deba causarle daño por la gran recuperación que ha tenido, pienso que deben hacer ese ejercicio, lo más probable es que tenga esos recuerdos reprimidos.
Be. Reprimidos, como así?
Dr. Suele suceder que cuando algo o alguien causo tanto daño sea traumas o mucho dolor emocional, en modo de defensa el cerebro reprime esos momentos, quizás en la temporada que estuvo con el señor Armando algo le paso y por lo tanto no le permite recordar – Armando trago en seco – entonces creo que es recomendable que hable con ella del pasado, puede que la ayude.
Be. Bueno doctor, de verdad muchas gracias, nos vemos el otro año, que este muy bien. Dijo dándole un apretón de manos.
De c´qdxamino a su apartamento Armando iba callado, había invitado a Betty a almorzar allá, además que Tico le rogo acompañarlos, al llegar no estaba ni el señor Roberto, ni la Señora Margarita, aun se encontraban a fuera, tico se fue a su habitación a quitarse el uniforme y ponerse ropa más cómoda.
Be. Armando hablando de lo que dijo el médico, sobre el pasado, me he dado cuenta que tú nunca lo tocas, por qué? – Armando le dio una mirada de preocupación –
Ar. Quería que te mejorarás pronto y pensé que te causaba algún daño contándote cualquier cosa – trago en seco –
Be. Bueno hay algo que si quiero que me cuentes, recuerdas cuando nos reconocimos? En la sala de juntas que te dio una de esas crisis – él asintió – jamás me contaste sobre ella.
Ar. Que quieres saber? No hay mucho para decir, nada que me deje bien parado claro.
Be. Por qué dices eso?
Ar. Porque fue un miserable con ella, por esa la perdí.
Be. Te conozco y sé que no eres nada de eso, por qué no la volviste a buscar?
Ar. (Suspiro) Primero porque pensé que ya había hecho su vida y por esa razón me había olvidado, porque no me amaba, segundo porque al parecer no quiere traerme de vuelta.
Be. Pero vamos cuéntame…
Armando le conto todo, desde el principio sin tapujos, cambiando de sitio sus encuentros y él como se conocieron, pero fue sincero, le contó todo tal cual, las veces que lloró por ella, cuando se enteró de su accidente, le conto de un furby que guardaba desde ese año, ella se accidento semanas antes de amor y amistad y él no había sido capaz de sacarlo del empaque, era otro de sus recuerdos, Betty lo miraba impasible en silencio hasta que termino, sintió algo de celos por ella, por como Armando le hablaba de la gran mujer que era, de lo mucho que la amaba, verlo así de enamorado por otra mujer fue duro, no necesitaba más pruebas realmente sentía cosas por él, y le dolía escucharlo así, ver como sus ojos brillaban al recordarla, ver el amor que a pesar de los años no mermaba, el corazón de Armando sería eternamente para ella y le dolía, le dolía porque sabía que nunca ni en sus mejores sueños él sería suyo, además de no ser correcto era una causa pérdida, Armando termino su relato y Betty le dio un momento más para que se calmará el hablar de ella le había dolido, Betty le trajo un poco de agua, sorbo a sorbo iba volviendo a la calma.
Be. Te sientes mejor?
Ar. Algo…
Be. Creo que si ella te da la oportunidad de escucharte te perdonaría, nadie que escuche la forma en como hablas de ella, en como la amas, porque se nota cuanto la amas no podría negar lo arrepentido que estas y lo enamorado que a pesar de los años sigues de ella, tiene suerte sabes…
Ar. Por qué?
Be. Ese amor que sientes es muy lindo Armando, pocos hombres aman de esa manera, pocas mujeres son amadas de esa forma, es muy afortunada.
Ar. Espero que piense igual cuando se entere de toda la verdad.
Be. Así será…
Hablaron un rato más, Armando le contó parte de lo vivido a su lado, omitiendo el relato anterior, Betty se sentía herida, el amor que sentía por esa mujer la hería, sabía que n debía competir con Elena, debía hacerlo con ese fantasma y pelear con un fantasma es muy difícil.
Derrota se fue a su casa, Doña Julia la esperaba y noto una brillo triste en los ojos de su hija, Betty le contó todo lo que Armando le había dicho, Doña Julia quedo sorprendida, no podía creer esas palabras tan lindas que ese hombre le había dicho, Armando no parecía ser ese tipo de hombres, pero no entendía porque su hija se veía incluso más deprimida que lo que ella le contaba que había visto a Armando.
El día había terminado, Betty había hablado con Daniel, su itinerario se había atrasado, llegaría el mismo día del cumpleaños de Julito, él hablo un rato más con él niño, un rato después el bebé se había dormido, Betty admiraba a su hijo, ya casi cumpliría cuatro años, era enorme para su edad, y contemplándolo se fue quedando dormida, justo antes recordó a Armando y a su amada, esta última le dolió.
CONTINUARÁ….
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