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AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 6, Yo soy Betty la fea.

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 19 feb 2018
  • 8 Min. de lectura

Ya habían pasado varios meses desde que Betty y Nicolás eran novios y a ella se le estaban acabando las ideas para evadir a Don Armando, cuando se enteró de la relación de Betty era prácticamente un reto para él seducirla, su paciencia estaba en números rojos, se le volvió una necesidad estar con Betty cada vez eran m{as imprudentes sus encuentros.


Esa mañana en particular había empezado muy mal, hubo problema con unos de los proveedores y las telas fueron decomisadas, Armando estaba que mataba y comía del muerto, Betty evito todo contacto con él, no quería recibir más insultos de los necesarios, Armando estaba tan estresado y enfurecido que no se le insinuó a Betty en toda la mañana.


Suena el teléfono de Betty…


Be. Presidencia Ecomoda, buenas?

Nic. Hola mi Betty, a qué hora paso por ti para almorzar?

Be. Hola Nico, no sé esto aquí esta insoportable, no creo que nos podamos ver.

Nic. No me digas que otra vez ese tipo te está molestando Beatriz, porque si es así…

Be. No, no Nico para nada, se ha portado bien todas estas semanas, es que hubo problema con un proveedor y tenemos que ver como solucionamos acá.

Ar. Beaaaatriz!! Se demora?? La estamos esperando… Armando se estaba desesperando.

Be. Nico tengo que dejarte, hablamos más luego si? Yo te llamo…

Nic. Pero ese tipo que se cree, porque tiene que gritarte así?

Be. Ay Nicolás por favor… entiéndeme que…

Ar. Betty no escucho que la estaba llamando? Con quien habla? Armando estaba furioso, sabía perfecto con quien hablaba.

Betty no sabía que contestar la había tomado por sorpresa.

Ar. Le hice una pregunta Beatriz, responda… dijo casi susurrando, eso era peor que un grito de Armando, daba más terror.

Be. Eh… Doctor es Nicolás lo que pasa es que mi mamá…- Armando le quito el teléfono de la mano y lo colgó – Betty se llevó las manos a la boca – tenía miedo.

Ar. Mire Betty, yo le tengo prohibido hablar con ese tipo aquí, Ud. no lo menciona, no lo piense y menos habla con él por los teléfonos de MI EMPRESA, me entendió? Y si su mamá por casualidad llegará a necesitarla o darle una razón que la llame ella, pero Nicolás Mora está vetado, me escucho?.... VETADO de esta empresa. Dijo acercándose al rostro, tenía los ojos abiertos como platos y la apuntaba con el dedo.

Betty afirmo con la cabeza, no quiso pronunciar palabra, estaba aterrada.

Ar. Y venga para acá – halando del brazo – Mario estaba sorprendido por la actitud de Armando.

MC. Armando suéltela Ud. por que la trae así, acaso es hija suya o qué?, Betty está bien?

Betty lloraba Armando estaba fuera de control.

Ar. Se me sale de la oficina Calderón necesito hablar a solas con Beatriz. Betty miraba a Mario y con la mirada le rogaba que no se fuera.

MC. Para que quiere que me salga?... Armando me está asustando, deje de estrujarla así hermano, por favor Armando… - Armando la soltó –

Ar. Ya está contento? Ahora váyase… - Mario salió de mala gana - Armando aseguro todas las puertas.


Betty temblaba y lloraba pero en total silencio, sentía que si emitía algún sonido él arremetería con toda su furia y no sabía hasta dónde llegaría.


Ar. Beatriz mire… - suspiro – yo quiero pedirle disculpas por lo que he hecho todas estas semanas, y sobre todo por cómo la he tratado ahora, siéntese si? – Betty se sentó en el sofá, Armando tomó una silla y se acercó a ella, Betty retrocedió – Perdóneme si la he asustado, es lo que menos quería, mire… yo sé que no me he portado bien con Ud., quiero volver a empezar si me lo permite?


Betty afirmó con la cabeza.


Ar. Por favor dígame algo, lo que sea… no es una orden que me perdone y mucho menos darme otra oportunidad, tenga por seguro que eso no afectara su trabajo.

Betty más calmada le respondió.

Be Doctor realmente no sé qué es lo que le pasa, tuvimos un desliz y sé que eso confundió las cosas entre nosotros pero Ud. ya tiene doña Marcela y otras más, no entiendo porque se comporta así conmigo, Ud. me dejo muy en claro que no había ningún tipo de exclusividad y yo no puedo estar en una relación así, me dolería mucho, y ahora que encontré alguien que está dispuesto a estar conmigo y salir conmigo a todas partes, Ud. me hace esto, de verdad no lo entiendo doctor.


Armando la miraba con una ternura, se sorprendía de lo que Betty despertaba en él, había pasado de bestia a adonis en dos segundos, realmente un hombre muy extraño.


Ar. Betty vea… yo busque muchas excusas para no hacer todo lo que hice, para dejarla ir, pero Ud. se me metió en el corazón y no he podido sacármela, por eso me he comportado así, me siento desesperado, no quiero perderla, Ud. es lo único real que tengo en mi vida.


La confesión la tomó por sorpresa pero siguió escuchando…


Ar. Mire yo le propongo algo, con todo respeto, pero por favor tenga la mente abierta, si?

Be. Dígame doctor…

Ar. Tengamos algo que para nosotros es una relación seria y exclusiva, solo podemos estar con nuestras parejas oficiales, sin nadie más y si vemos que funciona nos decidimos si no, daré un pase al lado, pero déjeme demostrarle que puedo amarla, porque Betty yo la amo.

Be. No doctor de verdad no puedo hacerle eso a Nicolás – Armando arrugo el rostro, Betty entendió su molestia – no puedo negar que yo lo amo mucho Don Armando, pero también lo amo a él.

Ar. Está bien, está bien, eso fue demasiado, entonces déjeme tener atenciones con Ud., la que yo quiera, no pasaré los limites, solo detalles… y Ud. Promete aceptarlos todos, si no logro cambiar sus sentimientos hacía Nicolás me alejo, al menos esa oportunidad Betty, si?. Estaba desesperado.

Be. Doctor si Ud. quiere hacerlo, no soy quien para decirle que no. Estaba incomoda.

Ar. Pero Betty… Betty no es una orden, es una pregunta, respóndame por favor… dijo mirándola con ojitos de perrito regañado. – Betty sonrío – ya la había ganado.

Be. Está bien doctor, estoy dispuesta a recibir sus detalles. Armando la cargo, la puso a su altura y estuvo a punto de darle un beso, decidió bajarla esta vez harían las cosas bien.


Betty estaba divertida con la actitud de Don Armando, seguía pensando lo mismo, su jefe… su hermoso jefe estaba loco.


Eso era lo que Betty provoca en Armando, ella era dueña de sus estados de ánimo, de su equilibrio, nunca llego a pensar que el fuese capaz de depender hasta ese punto de ella, sabía que eso era una ventaja pero que también traería grandes problemas, ahora más que nunca debía como saber comportarse, no quería provocarle otro ataque de celos como el que Mario había presenciado, si antes tenía dudas que entre ellos pasaba algo, ya estaban desechadas.


Be. Doctor quería avisarle que voy a ir almorzar con él, se lo digo porque no quiero que se moleste y pase lo mismo. Betty lo miraba esperando una respuesta – Armando tenso la mandíbula –

Ar. Okey Betty, entonces yo iré a almorzar con Marcela, le parece? – Quería estar en igual de condiciones con ella a todo momento – era lo mejor para su salud emocional.

Be, Bueno doctor, nos vemos luego…

Ar. Betty venga un segundo más por favor, quisiera pedirle algo… - alzo la mirada - puedo abrazarla? – Betty lo abrazo, estaban a la altura perfecta podía oír su corazón –

En ese instante se abre de golpe la puerta era Marcela quien iba entrando pero de espalda, hablaba con Mariana. Ambos de un brinco se separaron, quedaron helados.

Marce. Listo Mariana, ahora después de almuerzo necesito e informe listo, no vemos. – Marcelo los miro, estaba pálidos – qué pasa?

Ar. Nada marce, vamos a almorzar? Te invito a Le Nuag.

Marce. Uy amor y ese milagro?? Qué modelo te cancelo?

Ar. Vas a empezar?... Si no quieres…

Be, Permiso, nos vemos después doctor, permiso doña Marcela.

Marce. Ay! Olvídalo solo jugaba, vamos… dijo dándole un pico.

Ar. Adelántate voy a recoger unas cosas y salgo…

Marce. Tu carro o el mío?

Ar. El mío lo mande a lavar, vámonos en el tuyo…

Marce. Dale! Voy bajando entonces.


Nicolás venía bastante disgustado de camino a buscar a Betty, estaba decidido a enfrentar a Armando, estaba harto de su actitud.


Nic. Que más Wilson, cómo va?

Wil. Doctor como esta, la doctora aun no sale, si quiere pase a recepción.

Nic. Tranquilo Wilson, yo la espero acá. Y empezaron a conversar…


En ese momento iban saliendo Marcela y Patricia, al verla Nicolás quedo asombrado, tenía un cuerpo de muerte a pesar de ser recatada en su vestir, su cara era de un ángel, y al verla sonreír quedo flechado, lo que más le encantaba era esa cabellera negra, Marcela era un encanto de mujer aunque se veía algo fría, apagada.


Marce. Wilson tráigame el carro, gracias!

Wil. Como ordene Doña Marcela.

Pat. Marce… mire ese monumento de hombre que esta allá. – señalando a Nicolás –

Marce. Baja esa mano, imprudente! Quién es? nunca lo había visto.

Pat. Ay Marce, si supieras es el novio del garfio! Dijo haciendo su mejor cara de tragedia.

Marce. De Betty???! Dijo casi gritando, - le dio tanta risa su reacción que se tapó la boca- no te creo que Betty tenga a ese hombre de novio, y está mirando para acá, Patricia!! Voltea haz como si nada. – Nicolás se había dado cuenta que hablaban de él, eso lo halago –


Betty se quedó un rato más estaba dándole unas instrucciones a Sofía cuando su mirada y la de Armando se cruzaron, este le hizo seña que la esperaba en el elevador, ella afirmó con la cabeza.


Be. Buena ya sabe Sofía se lo encargo mucho.

Sof. Claro que si Betty mire no se preocupe yo se lo tengo listo antes que acabe el día bueno.


Betty se despidió y se dirigía al elevador donde Armando conversaba con el ingeniero de sistemas, al verla le sonrió, Betty llegó a tiempo pues el elevador se abrió, Armando entró primero, luego Betty y después el ingeniero quien quedó delante de ellos, mientras iban en el elevador Armando rozaba sus dedos con Betty, ella intenta esconder una sonrisa nerviosa pero le era imposible, Armando al verla le agarro la mano, parecían dos niños enamorados, al abrirse el ascensor y como si nada hubiese pasado ambos se despidieron con una sonrisa.


Betty iba adelante y sentía la mirada de Armando recorriendola, definitivamente extraña sus encuentros con él.


Be. Hola Nicolás! Como estas? Betty seguía a Armando de reojo, el hacía lo mismo, estaba molesto.


Nicolás se había perdido en los ojos negros de Marcela mientras esperaba a Betty, habían tenido un juego de miradas mientras esperaban a sus respectivas parejas, al escucharla el hechizo se rompió e hizo como si esa pelinegra no le hubiera robado el corazón.


Nic. Hola Betty, a donde quieres ir a comer hoy? No le dio el beso de costumbre – Betty lo agradeció – solo le cruzo la mano por los hombros, volteo una vez más para comprobar que Marcela lo miraba, ambos se sonrieron.


Armando llegó y subió al carro de Marcela quien le había cedido las llaves del carro, no tenía ganas de manejar.


Marce. Armando me traje a patricia no tenía con quien comer, tranquilo que yo invito. – Entro al carro y se sentó en el puesto del copiloto – bajando la ventanilla miro como Nicolás se iba con Betty, se sintió un tanto desilusionada, cuando ya perdía toda esperanza vio como la miraba, el gesto la ruborizo y la obligo a responderle la sonrisa.

Ar. Mientras no hable en todo el camino y tampoco en el almuerzo me doy por bien servido. Miró a Patricia con fastidio.


Pat. Ay Armando! Que odioso eres, pero no te preocupes, a partir de este momento soy una tumba! Dijo torciéndole los ojos. – Armando no respondió – a Marcela se le hacía gracioso la relación de odio/amor que tenía Patricia y Armando tenían desde niños, se querían pero olvidan demostrarlo.


Continuará…

 
 
 

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