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¡AMOR de CARNAVAL!, capitulo 9 - #YSBLF

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 9 mar 2018
  • 8 Min. de lectura

El día transcurrió de lo más normal para ambos, cada uno metido en sus asuntos sacaba tiempo para pensarse y sonreían al hacerlo, sin saber ambos estaban cayendo en el juego y tan equivocados creían llevar el control.


Esa misma tarde Armando pasó por Betty y la llevo al mirador de Bogotá, en el carro iba preparado con vinos, lasaña, pan y música para ambientar el momento, ese día apostaría a todo con Betty quería ganar. Por primera vez Armando sentía la necesidad de conocer a fondo a una mujer, quería saber todo de ella, sus gustos, su familia, amigos, todo, disfrutaba hablar con ella y tenía más en común de lo creía.


Al llegar el lugar estaba desierto lo normal por ser día de semana, Betty se sintió algo incomoda por estar a solas por segunda vez con Armando aunque esta vez era consciente de eso, comieron en silencio, ninguna sabía cómo empezar la conversación, Armando se había quedado en blanco Betty lo ponía nervioso, después de un rato ambos se miraron y sonrieron, se entendían perfectamente, miraban la fría luna de Bogotá y las estrellas que a adornaban, no había necesidad de palabras, el cielo lo decía todo, Armando tomó la mano de Betty y ella al principio se sobre salto pero la acepto, sabía que sufría, sabía que todo este juego lo pagaría ella pero mejor era disfrutar ahora esta mentira y después llorarlo, anhelaba amar tanto como su corazón lo exigiera a Armando, no le interesaba por el momento el sufrimiento que le causaría.


Armando miraba de vez en cuando a Betty, sus labios eran lo más hermosos que había visto, era excepcionalmente bella y apenas llevaba algo de maquillaje, esa sonrisa no necesitaba de nada más.


Ar. Betty, te gusto la lasaña?

Be. Si estaba muy rica, de donde es?

Ar. De mi restaurante favorito, es un italiano muy amigos de mis papás, desde niño voy allá, le debo gran parte de la obesidad que sufrí de niño jajajajaja

Be. Jajaja en serio? No te imagino así jajaja si supieras, a mi me decían Betty, la fea jajajaja

Ar. Fea?! No te creo… quien diría eso,,??

Be. Pues para que veas jajajaja de niña no era la más linda, pero bueno la pubertad hizo lo suyo jajajaja menos mal no? Jajajaja mis dientes era más lata que dientes jajajaja

Ar. No creo, de verdad… es que tu sonrisa, tú, eres realmente hermosa… - Armando se sonrojo – Betty sonreía tristemente, pero aun sabiendo su engaño él la hacía sentir especial.

Be. Pues si Armando, así era una fea, esa palabra me marcó mucho y sé el alcance que puede tener, el daño que puede hacer, pero aprendí, creo que después de vivir eso, puedo soportar cualquier cosa jajaja a veces las personas no son lo que parecen, es mejor conocerlos, las apariencias, el físico, la imagen… a veces son engaños.


Armando sintió tantas tristezas en esas palabras, se conmovió por la mirada que Betty le daba, realmente se estaba enamorando, eso lo confundía, nunca antes se había sentido así, poco a poco se fue acercando a ella y la beso, con ambas manos la tomo del rostro no quería que ella intentará escaparse, necesitaba ese momento íntimo, su cercanía era lo que necesitaba, ya no era su cuerpo lo que lo traía, era su alma. Betty se separó lo miro y sonrió.


Be. Creo que es momento de irnos al apartamento no crees?

Ar. Claro que si! Armando arranco el carro e iba a todo lo que daba, al llegar a un cruce lo derrapo de lo rápido que iba, solo pensaba en estar por fin con Betty en su cama.

Betty estaba confundida, no entendía porque Armando manejaba de esa manera, estaba como loco, puso su mano sobre la de él que la tenía en la palanca de cambios y mirando confundida le dijo.

Be. Armando pasa algo? Tienes alguna urgencia?

Armando la miro, estaba desconcertado pensó que ella quería estar en la casa para por fin acostarse con él, la sola idea de recorrer su cuerpo, de marcarlo con sus besos lo llevaba a mil, pero al verla tan confundida lo entendió y se sintió tan avergonzado.

Ar. Ehmmmm… lo siento Beatriz pensé que querías llegar ya al apartamento por si te sentías mal – estaba ruborizado –

Be. No tranquilo, es solo que es muy tarde y hace mucho frio – dijo sonriendo

Ar. Claro – paro en un semáforo y bajo la cabeza – de camino nuevamente ambos iban en total silencio.


Armando nuevamente aprisiono a Betty en el ascensor, esta vez ella sintió su erección, eso la hizo temblar, no quería que él notará que estaba excitada, Armando se la comía a besos, y se apretaba más a ella, quería dejarle claro que la deseaba, que quería hacerla suya, el ascensor se abrió y despertó a Betty de toda esa pasión que ese hombre le despertaba, apenas mirando le dio un beso en la boca.


Be. Que descanses Armando – seguía mirando hacia abajo, estaba avergonzada –

Ar. Gracias Betty, igual descansa. – Armando se tocaba los labios, ese beso le despertó tantas cosas, camino a su habitación pensando en su esposa, antes de acostarse y como de costumbre tomo una ducha bien fría, era la única manera de bajarse el calor que su mujer le despertaba.


Al día siguiente era el cumpleaños de Betty, se levantó muy feliz y nostálgica recordando a sus padres, en el desayuno que le llevaban a la cama mientras le cantaban las mañanitas, los extrañaba mucho, todos los días los llamaba y quedaba con un nudo en la garganta, esta vez sabía que no era a excepción a pesar de la distancia.


Justo antes de entrar al baño su celular sonó, eran sus padres quienes la llamaban para cantarle las mañanitas. Les colgó termino con los ojos llenos de lágrima el verse así en el espejo le causo gracia, al salir del baño venía pensando en Armando hoy no quería ser parte de su juego, quería disfrutar de su cumpleaños, con las personas que realmente la amaban y ciertamente él no hacía parte de ellas, días antes había cuadrado con sus amigos más cercanos celebrar su cumpleaños en su casa de Palermo, así Armando no podría arruinarle su día.


Betty ya estaba en la cocina, estaba preparando el desayuno, Armando leía el periódico esperando que ella lo atendiera, ella se dio cuenta de su intención y se lo puso en el mesón.


Be. Armando aquí está tu desayuno – sin si quiera mirarlo –

Armando algo confundido se levantó no entendía su actitud, pero no le dijo nada más.

Ar. Gracias Betty, que café más rico, a Ud. siempre le queda delicioso sabe?

Be. Gracias Armando, Ah… quería avisarle que hoy no vengo a dormir, para que no me espere.

Ar. Y eso? Estaba dolido.

Be. Vamos a celebrar y pues siempre me queda un poco retirado, creo que me quedaré en casa de Paty.

Ar. Ahmmmm… tomo un sorbo de café, pensó que él no se quedaría aquí encerrado mientras Betty hace quien sabe qué con quién, también se iría de plancito, ella no era la única que podía disfrutar.


Ambos se despidieron muy a secas y fueron a sus respectivos trabajos. Betty estaba muy contenta le encantaba cumplir años, sus amigos siempre la hacían sentir muy especial, Paty le había comentado que para esta edad normalmente ya sé conoce a su gran amor, espera al menos que Armando no lo espante, con lo paranoico que es, aunque cree que si alguien le llegará a conocer esa su situación sería algo muy confuso y difícil de explicar, así que quizás sería para el otro año. Al llegar al trabajo Román recibió a Betty con un gran ramo de rosas rojas, Betty le encanto el regalo y le dio un gran abrazo, Román siempre era muy detallista con Betty, todos en el trabajo la felicitaban incluso hacían fila, Betty se hizo querer muy rápido estuvo un rato más con ellos, mientras le cantaban las mañanitas, muy sonriente y contenta por todas las atenciones camino hacia su oficina en donde encontré el detalle del día, era algo tan común, no lo leyó inmediatamente lo guardo, hoy no era el día para Armando.


En Ecomoda había un gran revuelo entra las del cuartel y patricia, todas hablaban de una gran fiesta que habría hoy y del cambio de ropa que había llevado para la gran celebración, al llegar Armando noto todo el revuelo y la emoción de sus empleadas lo cual le llamo mucho la atención.


Ar. Sandra! Venga acá…

San. Dígame doctor?

Ar. Cuál es el escandalo? Que tanto hablan?

San. Ahmmm… Doctor lo que pasa es que hoy es el cumpleaños de una gran amia de nosotros, se llama Betty, bueno Beatriz, es amiga de patricia y por medio de ella la conocimos, nos invitó a su fiesta jejeje

Ar. Beatriz Pinzón? Armando estaba en shock no entendia porque no le había dicho nada.

San. Si doctor, ud. La conoce?

Ar. Si algo… es una gran economista y cuénteme donde es la fiesta? Si me queda tiempo puede que llegue..

San. Es su casa en Palermo doctor, sabe donde queda?

Ar. Si, si, si… Bueno vamos a ver si empezamos a trabajar y dejan su fiesta para el almuerzo por favor…! Y antes le dice a Mario Calderón que lo espero en mi oficina.

San. Si doctor.


Armando en su oficina estaba ofendido, Beatriz planeaba dar una gran fiesta y ni si quiera lo invito, como es posible, no entiende como es capaz de excluirlo después de todas la atenciones que ha tenido, se ha portado muy bien con ella, ni si quiera sale con modelos por ella, no entiendo que es lo que quiere esa mujer de él, la ha tratado como nunca había tratado a otra mujer, la llevo a su lugar para pensar, un lugar que ni Mario conocía y la llevo solo a ella, estaba furioso!


MC. Señor presidente… como estamos?

Ar. Mario! Hoy cumple Betty hombre, no me dijo nada! No tenía idea… que le mando?

MC. Uy! Como así? No le dijo?

Ar. NO! NO! Me dijo… que le mando?

MC. Pues una tarjetica que más? Ah…! Y un llavero de osito…

Ar. Uy!! Ud. Si! Tengo que comprarle algo mejor, más lindo, es su cumpleaños por Dios, se merece algo especial…

MC. Ujummmm… y eso? – Mario lo miraba todo burlón –

Ar. Por qué no se calla Mario? Voy a llamar a la floristería le voy a enviar unas rosas, rosas y un oso de peluche y para cerrar este día haré una reservación de hotel, quiero llevarla al mejor..

MC Uy!! Le manda el regalazo y enseguida se lo cobra ah? Ese es mi tigre!! Sí señor, hoy cae porque cae…

Ar. Ya verás Mario, cae porque cae… - eso espero, pensó –


Mario salió de la oficina, Armando le había pedido que hiciera pasar a Sandra necesitaba preguntarle la hora de la fiesta, quería encontrarla envalentonada, era el mejor momento, Sandra le dijo que a las 8 todos estarían allá, Armando había decidió llegar hora y media después. No entendía a Betty, ella le demostraba que estaba loca por él, pero después era como si no, pero sabía que sentía cosas por él, esos besos que le daban era muy claros, - Será que Betty se enamora diferente o qué?, pensó – quería arreglarse verse bien para ella así que salió muy temprano para el apartamento, estaba seguro que no se la encontraría.


De camino desvió quería compararle las rosas más lindas y encontró un gran peluche con un lazo rosa en una de sus orejas, le encanto, pensó que era tan lindo como Betty, llego a su apartamento y mientras subía por el ascensor pensó en su esposa, en lo hermosa que era, le había hecho sutiles cambios al apartamento se veía más íntimo, más propio, recordarla siempre lo hacía sonreír.


Continuará…

 
 
 

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