¡AMOR de CARNAVAL!, capitulo 16 - #YSBLF
- Fan YSBLF !
- 15 mar 2018
- 15 Min. de lectura
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Armando llego a la casa de Betty y sin dejar que el carro se detuviera de un todo bajo de el sonando la alarma, como loco golpeaba la puerta del frente, esperando que su amada abriera la puerta.
Ar. Beeeeeeetty!!! Vida, estoy aquí abreme por favor!! Beeeeetty! – los nudillos le dolían de tanto darle a la puerta pero no paraba, necesitaba verla, hablar con ella – Beatriz! – Armando se estaba desesperando –
Vecino. Señor, en esa casa no vive nadie.
Ar. Si yo sé pero mi esp… novia me dijo que llegaría acá no la vio?
Vec. No, yo tengo un punto de venta de minutos aquí diagonal y nadie ha llegado.
Ar. Seguro señor?
Vec. Si claro no me he movido en todo el día por eso vine a avisarle.
Ar. Le agradezco.
Armando estaba desesperado seguía llamando al celular de Betty pero iba directo a buzón – Maldita sea Marcela!, pensó – estaba furioso no entendía porque podía ser tan torpe tan descuidado, se montó al carro aún sin saber a dónde ir, necesitaba pensar, encontrar a Betty – Donde rayos se habrá metido? – el solo pensar que por esto la perdería le parecía absurdo, después de todo lo vivido no era lógico.
Betty estaba en la casa de Patricia, le había llamado al trabajo a decirle que ser quedaría un rato allí mientras se pasaba la tormenta en su casa, había dejado las llaves y el cargador de su celular por la corrida.
Pat. Uy amiga que tal la Doña Marcela, esa tipa siempre a sido así, que entendía de una vez por todas que Armando nunca la quiso, es que eso era obvio para todos aquí.
Be. Pues al parecer para ella no, pero te digo que todavía me arde el rostro, tengo una ira, preferí irme mejor para que ella se descargará con Armando, porque de seguir allá quien sabe que más me hubiese hecho.
Pat. Uy no! Tu también que no se la devolviste, yo si le hubiese volteado esa cara déjame decirte… fuiste muy boba Betty, que tal!
Be. No Patricia, esa señora ya sufría demasiado por la situación como para yo agregarle algo más, tienes que entenderla, ella esta dolida.
Pat, Si mi Betty pero pegarte ya fue pasarse de los límites, espera un momento me llaman por la dos ahora hablamos.
Betty se tumbó en la cama de Patricia, se sentía agotada pero no del cuerpo, era algo más emocional, todo lo que había pasado ese día era una cosa de locos, no entendía como paso de “Cásate conmigo” a “La zorra de Barranquilla” definitivamente que el mundo de Armando era una locura, todo tenía que ser más complicado, Armando era muy demandante en sí (sobre todo en el sexo y eso le encantaba), pero así mismo era todo lo demás en su vida, siempre se siente que debes saber que decir, que hablar, es agotador, sobre todo con sus amigos o más bien con sus conocidos que son unos estirados, pero al final del día Armando valía la pena, valía eso y más. Betty se empezó a preparar unas pastas, no le apetecía nada más, estuvieron listas a la media hora, justo cuando se sentaba a comerlas tocaron a la puerta. Betty se levantó a regañadientes.
Be. Pase… Siéntese por favor.
Marg. Hola Beatriz, gracias, Javier espérame en el carro por favor, gracias.
Be. Señora Margarita, que hace aquí, como supo..
MArg. Llame a Patricia, supe que era muy amiga de ella.
Be. Claro, desea algo de tomar? Agua? No sé algún jugo? Puedo mandarlo a pedir a la tienda algo… disculpe es que no sé qué hay.
Marg. Agua está bien – Betty inmediatamente le busco un vaso con agua, el más lindo que encontré en la casa de Patricia – gracias Beatriz. Dijo tomando un sorbo. Bueno Beatriz, creo que sabe perfecto porque estoy aquí, Armando esta como loco buscándola por toda Bogotá, mientras hablaba con patricia él la llamo pero yo le pedí que no le dijera donde estaba Ud. Porque primero quiero ser yo quien hable y ya después Ud. Podrá decidir qué hacer, pero antes le pido me escuche.
Be. Claro dígame Señora Margarita. . Betty estaba muy ansiosa –
Marg. Yo sé que soy una extraña para Ud. Y no tiene por qué creerme, pero mire, yo conozco muy bien a mi hijo, él cree que no, pero sé perfecto quien es Armando y todo lo que pasa en su vida, tarde que temprano me termino enterando, y sé que él la amo mucho, no sé cuánto lo ama Ud. A él, pero si pasaron por tanto juntos me imagino que mucho, lo que Marcela hizo hoy para mí no tiene nombre ella jamás se había comportado así, pero le pido que la entienda, ella adora a Armando, pero yo soy consciente que él no la ama a ella más allá de verla como familia, así que le pido hable con él y no le de largas a su desosiego, escúchelo, Armando puede ser un ogro, un energúmeno cuando quiere, pero cuando algo le importa Armando es leal a eso, y es primera vez que ama a una mujer incluso más de lo que se ama él, así que he venido hasta aquí a decirle eso, porque lo vi muy consternado por cómo se fue del departamento.
Be. Señora Margarita es que yo solo quise darle su espacio, nunca me alejaría de él, yo amo a Armando, es que solo que a veces me canso porque las cosas son un poco más complicadas de lo normal, nuestra relación es pura jugada del destino, no creo que esto fuese funcionado si no hubiese estado obligado, es la verdad, y ahora lo de Marcela, y otras cosas más, siempre está pasando algo nunca hemos podido tener una relativa paz.
Marg. El amor nunca ha sido fácil Beatriz, por eso se valora tanto cuando se tiene uno de verdad, y verá que esto no es nada para todo lo que juntos tienen que afrontar, pero de Ud. depende que las cosas funcionen, mire mi esposo fue el presidente de Ecomoda por más de 30 años, y jamás tomó una sola decisión sin siquiera consultarme, esa empresa era dirigida por los dos y juntos tomamos la decisión de retirarnos a descansar, yo espero que Ud. supla mi lugar en Ecomoda con Armando, porque él y Roberto son más parecidos de los que ellos creen, sé el polo a tierra de Armando, a él le gusta volar alto y a veces se le olvida como bajar, y tengo la corazonada de que Ud. es a la que necesita en su vida.
Betty estaba conmovida por las palabras de Doña Margarita, jamás pensó que ella fuera capaz de decirle tales cosas, se había quedado sin palabras, no sabía que decirle.
Be. Doña Margarita de verdad sus palabras me han sabido tranquilizar, no se preocupe que yo siempre estaré para Armando, yo lo amo Doña Margarita como a nadie en este mundo y espero pasar toda mi vida junto a él.
MArg. Bueno Beatriz, entonces creo que puedo irme en paz sabiendo que mi hijo no se volverá loco esta noche, sabe que es un desesperado, llámelo, hablen y sean felices, si?
Be. Doña Margarita, le puedo pedir algo más?
Marg. Si claro dígame…
Be. Llámeme Betty, si? – Doña Margarita sonrió –
Marg. Claro que si Betty, le dio un cálido abrazo y salió.
Armando estaba en Ecomoda hablando con Mario, estaba furioso sabía que Patricia conocía el lugar dónde estaba Betty y no quería decirle, le hervía la sangre, quería despedirla pero sabía que eso empeoraría las cosas con Betty, todo volaba por los aires, Mario en vano intentaba calmarlo, nada podría hacer, sabía que solo Betty podía, llamo una vez a Paty quien hablaba por teléfono.
Pat. Si señora, ya le digo… Don Mario! La señora Margarita encontró a Betty y la llevo a mi casa, Betty no se llevó las llaves de su casa y dejo el cargador por eso el celular se va a buzón, dice que Armando puede ir a buscarla allá.
MC. Gracias Paty!. Armando vaya corriendo a esta dirección es la casa de Patricia al parecer su mamá la encontró allá dejo las llaves y tiene el cel descargado, corra hombre para que se le pase ese odio.
Ar. Gracias Hermano!, lo abrazo y salió corriendo de Ecomoda, no sin antes echarle una última mirada de odio a Patricia quien temía por su puesto.
Armando manejo como cohete el carro, en menos de media hora estuvo al frente de la casa de Patricia, tropezó al momento de bajar por la premura que llevaba, tocaba la puerta como un loco, esta vez sí abrió.
Ar. (Armando hablaba a millón) Vida! – la abrazo – mi amor déjame explicarte si? No fue que te estuviera mintiendo Betty, simplemente se me olvido, fue un descuido mío, es que ya eso no debe tener importancia Beatriz, yo te he demostrado lo mucho que te amo, viste como eche a Marcela de la casa, mi amor perdóname por favor, no me dejes si? Me perdonas… mi amor por que yo te am…
Be jajaja Armando cálmate y respira, entra... Hablemos. – Armando seguía abrazado pegado a ella, la escena causaba gracia – Mi amor, yo no estoy molesta contigo, tienes que entender la situación me tomo por sorpresa y solo quería salir de allí, realmente no quería escuchar los pormenores de tu relación con Marcela y de una manera u otra me sentía culpable por su tristeza, además no quería una cachetada más…
Ar. Amor, tu no merecías eso... de verdad…
Be. Escúchame amor porfa... Mira yo no he cambiado de parecer, yo te amo mucho, y quiero seguir casada contigo y casarme bien, solo quería espacio, salir de ese lugar me entiendes? No ha pasado nada, no estamos mal mi amor jejeje
Ar. Mi vida, créeme me pusiste a correr como loco por Bogotá, pensé que ya no querías verme mi Betty.
Be. Tu que eres loco Armando, eres un desesperado… jajaja
Ar. Por ti soy un loco mi amor, Ud. Está metida en un problema muy grande conmigo Beatriz, porque esta frente a un loco que la ama, y lo hará para toda su vida.
Betty lo abrazó y lo lleno de besos, hablaron un rato más de las cosas mientras Betty comía y le daba de comer a Armando, él se la llevo nuevamente al apartamento no quería tener tan alejada de él.
Al día siguiente.
Armando le tenía una sorpresa preparada a Betty, no quería aguantar más así que la despertó.
Ar. Mi amor, ya empaque todo, báñate y cámbiate ya que nos vamos para Barranquilla…
Be. Que?! ESTAS LOCO AMOR? Jajajajaj que vamos hacer allá?
Ar. Quiero hablar con tus papás conocerlos, quiero hablarles de mi amor por ti y no aguanto más quiero casarme ya contigo!
Betty estaba muerta de la risa por las locuras de su Armando, pero ese ímpetu era lo que amaba de él, estuvo lista en cinco minutos, todo estaba empacado en caso tal faltara algo Armando le había dicho que lo compraría al llegar a Barranquilla y juntos salieron a su destino.
Al llegar a Barranquilla la temperatura estaba en 30°C Armando sudaba como loco, Betty a pesar que vivió por largo tiempo allá nunca se acostumbró, verlo tan desesperado y con su segunda botella de agua le causó risa e iba burlándose de él todo el camino, Armando sonreía feliz a pesar del calor.
Al llegar sus padres ya los esperaban pues antes de salir Betty había hablado con Doña Julia.
DJ. Mijita! Que hermosa estas! Buenas joven como me le va?
Be. Hola mamá!! Le dio un fuerte abrazo. Mamá te presento a Armando mi novio.
Ar. Mucho gusto señora, Betty me ha hablado mucho de Uds., que placer por fin conocerla.
DJ. Gracias! – Doña Julia miraba a Betty con complicidad – siga, Hermes los está esperando en la sala de estar.
Armando había escuchado también mucho de su suegro y sabría por boca de Betty que era más ogro que él, estaba horrorizado.
Be. Hola papá, como esta?
Dh. Hola mija, está muy flaca Betty, no está comiendo bien?
Be. Ay Papá! Jajaja tú siempre me ves más flaca jajajaja
Armando se escondía detrás de Betty como si ella fuese capaz de ocultarlo, la escena le causaba mucha gracia a Doña Julia que los miraba desde atrás, Don Hermes reparaba a Armando y pronto noto que no era un Don nadie, pues vestía muy bien aunque con ese saco el clima lo estaba matando.
Be Papá te presento a mi novio, Armando Mendoza.
Ar. Mucho gusto Don Hermes, como le va?
DH. Bien. – Julia tráigale limonada que aquí el señor se está derritiendo.
Ar. Gracias, le agradezco, hace más calor que en otras épocas.
DH. Si. - respondió a secas sin mirarlo - Cuénteme Betty y esta visita así inesperada a que se debe?
Be. Bueno papá te parece si primero nos instalamos y después hablamos, queremos ponernos algo más cómodo, más fresco...
Doña Julia los acompaño a una habitación que estaba junto a las escaleras, Armando llevaba las maletas, Betty entro a la habitación, Armando dejo las maletas en el piso y empezó a quitarse el saco, Armando sígame su habitación está en la segunda planta, junto a nuestro cuarto – Betty lo miro extasiada la cara de Armando era toda una maravilla de ver – Armando miro a Betty como diciéndole haz algo, pero ella solo sonrió y le dijo que fuera detrás de su madre. Estaba indignado no podía creer que aun creyeran en que ellos dormían en cuartos separados por Dios, en que siglo estamos, estos días en Barranquilla se le harían eternos al no poder estar cerca al cuerpo de Betty, ya se había acostumbrado a su dosis matutina y estaría en sequía por un buen tiempo.
Los días pasaron y ya faltaban dos días para irse Armando aun no tenía valor para hablar con Don Hermes, ese señor le causaba terror realmente le tenía miedo, Doña Julia ya estaba enterada de las intenciones de Armando, así que a veces intentaba el tema pero Don Hermes lograba desviarlo. Le incomodaba.
Be. Mi amor te parece si vamos un rato a playa? Almorzar frente al mar es lo mejor, conozco un sitio que se llama Puerto Velero es divino, es como una bahía, te va a encantar.
Ar. Bueno mi amor, si tú lo dices, yo la verdad tengo años que no voy a playa, vamos!
Al llegar Armando quedo encantado, era un espectáculo, estaba rodeada de montañas, el viento era fuerte, Armando sintió la brisa el rostro, esto era lo que necesitaba más que nada, junto con su suegros pasaron una excelente tarde, Don Hermes empezó a notar el amor de Armando hacía Betty y lo feliz que era su hija junto con él, razón por la que no iba dilatar más el tema, aunque lo dolía ver crecer tan rápido a su niña, ella se veía feliz.
Armando por fin frente al mar hablo con Don Hermes de los sentimientos que tenía a su hija y lo mucho que deseaba pasar el resto de su vida junto a ella, al principio la franqueza de Armando lo tomo por sorpresa, se sintió sobre cogido por todo lo que él y Betty le decían, pero acepto y le dio la bienvenida a la familia Pinzón diciéndole que ahora era un hijo más, cuadraron la fecha de la Boda, era en dos meses, se sorprendió por la premura pero estuvo de acuerdo.
Betty y Armando quisieron un momento a solas y mientras caminaban notaron aun pareja que los miraba muy sonrientes, daban la impresión que les sonrieran, que los conocieran, la curiosidad pudo más y ambos se acercaron a la pareja, se les hacía familiar, pero no recordaban de dónde
Desconocido1. Betty, Armando cómo están? Pensé que nos los volveríamos a ver…
Ar. Hola. Disculpa, de donde nos conocemos?
Desc. Soy Mauricio, no me recuerdas? Fui tu padrino de bodas… jajajaja
Ar. De verdad? – Armando abrió los ojos como platos – no recordamos nada de esa noche, hemos intentado pero todo ha sido en vano. Dijo mirando a Betty.
Mau. Si mira ella es mi esposa Andrea, ella fue su madrina de bodas también jaja en serio no recuerdan nada?
And. Hola! Jajaja que sorpresa encontrarlos aquí, el mundo es un pañuelo.
Be. Wow!! Será que nos podrían decir exactamente que paso esa noche? Por qué no tenemos idea… aunque al parecer nos funcionó jajaja
And. Eso me alegra mucho jajaja en serio no recuerdan nada?
Ar. De verdad, nos rendimos después de un tiempo, no logramos recordar nada jajaja cierto amor? – Betty asintió sonriente -
Mau, Siéntense les contare – todos tomaron asiento bajo una carpa cerca a la orilla del mar - Estamos tomando en un bar cuando llegaron y se acercaron, resulta que dijiste que estabas perdidamente enamorado de esta mujer y dijiste que querías hacerla completamente tuya, pero ella no quería estar contigo al menos que se casaran, así que nos ofreciste ser tu padrino a cambio de una botella de Buchanans Masters.
Be. Jajaja con que así me atrapaste jajajajaa – Armando estaba ruborizado, el de la idea había sido él eso lo tomo por sorpresa –
Mau. Así que nos llevaste por toda al ciudad a buscar una notaría para casarlos, el notario les pregunto que si querían alguna clausula prenupcial y tu Armando dijiste que sí, te dio unas opciones y escogiste un año obligados de convivencia, porque decías que no habías conocido una mujer como ella y que no la dejarías ir. Firmamos los papeles y se nos desaparecieron, hasta hoy jajajaja nadie me cree la historia pero bueno al menos tengo a los protagonistas.
Poco a poco Armando y Betty fueron recordando todo, ambos morían de la risa, Betty se sentía victoriosa pues ella no era la que lo había atrapado a él, había sido al revés jajajajaja ambos morían de la risa, les dieron las gracias a sus padrinos dándole sus teléfonos para seguir en comunicación, les había agradado la pareja. Decidieron no contarle nada sus papas de lo sucedido ahora ni después, era mejor mantenerlo para ellos.
Sus suegros los llevaron al aeropuerto Ernesto Cortizos de Barranquilla en donde Don Hermes sintió una leve sensación de nostalgia, Armando se estaba llevando una gran parte de su vida, su hija.
Betty había vuelto a trabajar a UNIVER en donde había invitado a unos cuantos amigos y compañeros, esta vez compensaría a Román quien no solo sería su invitado si no también su padrino de Bodas. Armando aún seguía celando a Betty con Román por alguna razón que ambos desconocían pero era Armando jamás dejaría de hacerlo y tanto Betty como Román lo entendieron ya era parte de su naturalidad.
Faltando un mes para su matrimonio Betty se fue a vivir a su casa de Palermo no sin antes despedirse como toda una campeona de su amado, pues sería un largo que tiempo en que no estarían juntos, era una regla que quería tener para su matrimonio, Armando no estaba de acuerdo y acepto muy molesto, pero la rabia la descargo la noche de la despedida, siempre iba a visitar a Betty y se iba muy tarde, intentaba seducirla pero ella muy juiciosa lograba escaparse de sus garras y mandarlo a tomar una ducha fría a su casa.
Don Hermes llevo a Betty a la iglesia donde se casaría era la linda parroquia de su barrio, todos estaban esperándola, Betty temblaba de nervios, Don Hermes y Doña Julia la miraban con gran ilusión estaba muy hermosa, al llegar le costaba caminar hacía al altar, las piernas no le respondían prácticamente apoyaba todo su peso en Don Hermes, toda la atención, las miradas que recibía la tenían abrumada.
Armando estaba ansioso, pero todo desapareció al verla entrar a la iglesia se veía angelical, preciosa, perfecta, esa mujer lo traía loco, Armando derramo algunas lágrimas, su Betty por fin sería suya hasta la eternidad.
La misa la presidio el Padre Alberto Linero, un padre Barranquillero que Betty había conocido en Barranquilla del cual disfrutaba mucho sus misas y servicios, lo habían traído exclusivamente para casarlos. La ceremonia fue muy linda, todos estaban muy conmovidos, al salir los novios fueron recibimos con fuegos pirotécnicos y burbujas.
Camila y Betty se conocieron días antes y en poco tiempo se habían hecho muy amigas, ella la ayudaba con todo lo que había necesitado para el matrimonio, el cual planearon en tiempo record y había quedado muy hermoso, Betty recomendó a Camila dedicarse en la organización de eventos pues le salía muy bien, a ella le sonó la idea.
Al llegar la recepción fue hecho un club campestre donde Mario era miembro, la recepción estaba alrededor de un hermoso largo artificial que contaba con una tarima flotante, habían luces colgantes por todos los árboles y un camino de antorchas hasta el lugar de la recepción.
Armando y Betty estaban absortos de todo, vivían su día íntimamente a pesar de estar rodeado de tanta gente, se amaban sin secretos, sin complejos, sin vergüenzas, los invitamos adoraban a la pareja, fue una fiesta muy íntima, solo amigos y familiares cercanos, nada de negocios, ese día solo se celebraría el amor. Armando estaba al borde, ya no soportaba su abstinencia y se robó a Betty, fueron a la habitación matrimonial que les ofrecía el club e hicieron lo suyo, amarse solo como ellos se sabían amar, como ambos se habían enseñado, Betty era puro amor y Armando pura pasión, al terminar ambos se cambiaron y pasaron a trajes más cómodos, volvieron con sus invitados.
Betty bailaba con su papá cuando detuvieron la música, Román había ayudado a Armando a orquestar una sorpresa para Betty, de la nada y como en cuento de hadas una niebla artificial empezó a recorrer toda la fiesta, hasta que todos los invitados quedaron en prenumbras.
Reflector a punto hacia la balza y allí estaba Ricardo Montaner cantando la canción “Tan enamorados”.
Betty comenzó a llorar Armando se le acerco por detrás y le dio un gran brazo y un beso en el hombro.
Quizás te puedas preguntar… que le hace falta, a esta noche blanca, a nuestras vidas, que ya han vivido tanto, que han visto mil colores de sabanas de seda… y cuando llueve te gusta caminar, vas abrazándome sin prisa aunque te mojes, amor mío, lo nuestro es como es, es toda una aventura, no le hace falta nada… estoy aquí TAN ENAMORADOOO…de ti!!
Armando empezó a cantarle a Betty al oído… “Y te hare compañía, más allá de la vida, yo te juro que arriba, te amareee.. Más…”
Betty estaba completamente feliz, y así lo fue hasta el último día de sus vidas, tuvieron un gran familia llena de amor, Camila se mudó a Bogotá y comenzó de nuevo una relación con sus papás, ella fue la madrina de Camilita la hija mayor de Betty y Armando, seguida de Juliana, Roberto y Armandito. Sus hijos crecieron escuchando la mágica y loca historia de sus padres, como se casaron, se conocieron y se amaron.
FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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