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¡AMOR de CARNAVAL!, capitulo 15 - #YSBLF

  • Foto del escritor: Fan YSBLF !
    Fan YSBLF !
  • 14 mar 2018
  • 10 Min. de lectura

Armando suspiro satisfecho por cómo habían resultado las cosas con su mamá, era lo único que lo tenía preocupado, del resto nada más importaba por fin podía tener su felicidad completa al lado de su Betty, corrió hacia a su habitación totalmente emocionado por contarle a su amor.


Ar. Mi Betty, le encantaste a mi mamá, lo sé! La abrazo y la levanto por encima de él.

Be. Jajajaja Armando bájame me dejaras caer.. jajajaja

Ar. Nunca mi amor! En mis manos siempre estarás segura! – le estampo un gran beso en el rostro – cómo pudiste darte cuenta te tenía una gran sorpresa y no quiero que la visita inesperada de mi mamá la arruine, te parece si disfrutamos de nuestra cena?

Be. Yo feliz mi amorcito…


Armando había preparado toda una cena que iba desde entradas hasta postre y mucho más quería que la noche fuera mágica, coloco la primera canción que le había dedicado a Betty – Bésame de Ricardo Montaner - la canción empezó a sonar mientras Armando se acercaba a Betty quien sonreía al verlo caminar hacía la mesa… “Bésame la boca, con tu lágrima de risa…” Armando la levanto y él se arrodilló. “Besa la lluvia que resbala en la ventana…” - Betty se llevó una mano a la boca, estaba atónita por lo que veía – “Besa el torrente de ilusiones, bésame todas las pasiones…”- Armando introdujo una mano a unos de los bolsillos de su chaqueta – Betty lagrimeaba.


Ar. Una vez te dije que quería que me dieras una oportunidad para volver a comenzar y desde ese día me cambiaste la vida, me trajiste suerte… Betty tú me has transformado, gracias a ti soy otro hombre, soy feliz… y por fin conozco al amor… mi cuerpo y mi alma te pertenecen y quiero que ante los ojos de Dios ese juramento se formalice, quieres casarte conmigo? – Armando daba todo por no llorar –

Betty comenzó a reír como loca, era una risa nerviosa, Armando la abrazo, pronto su risa se tradujo en llanto, Betty no podía hablar, empezó a respirar fuerte obligándose a calmarse y poder hablar.

Be. Armando, nada me encantaría más… - Armando coloco el anillo en su dedo, Betty no podía parar de mirarlo, se lanzó a los brazos de su amado y lo lleno de besos, mientras le decía cuanto lo amaba –


Armando la cargo y pronto la llevo a su cuarto, yo no era solo el cuarto de Armando, desde hace mucho tiempo era el de los dos, las cosas de Betty ya estaban allí, el de Betty nuevamente volvió hacer el de huéspedes.


Armando empezó a desabrocharle frenéticamente la camisa a Betty, mientras ella lo hacía al tiempo, ambos estuvieron prontamente desnudos, Armando la lanzo a la cama y empezó a cubrirla de besos, besaba todo su cuerpo con gran pasión, posesión y amor, Betty gemía por lo bajo, el solo tacto con Armando la volvía loca, Armando empezó a respirar al cuello mientras le susurraba todo lo que quería hacerle, Betty sonreía complacida, Armando empezó a jugar con sus pezones mojándolos con su lengua, mientras su mano chorreaba en su humedad, Betty estaba muy excitada, y por impulso volteo a Armando quedando ella arriba de él, pronto lo introdujo a su sexo y empezó a cabalgarlo aceleradamente, la estreches de su sexo volvió loco a Armando, podía sentirla toda, Armando se dejó domar de su Betty, de su ímpetu, de su humedad, Armando la tomo por la cintura y ahora él la movía a su ritmo, la estrujaba fuerte, lo tenía loco, ambos se veían y sonreían, estaban extasiados el uno del otro, pronto los movimientos se hicieron más fuertes y ambos estaban muy agitados, pero no cansados, solo pedían más placer, Betty contrajo las paredes su sexo y logro llegar, unos segundos después lo hizo Armando, ambos se tumbaron en la cama y cayeron dormidos como rocas por el cansancio.


Un rato después Armando despertó y solo podía ver a su esposa dormir, le encantaba su fragilidad, su inocencia y la pasión que él despertó en ella, eso lo hacía sentir poderoso, fuerte, ella lo enseñaba a él y él a ella- Mi Betty, pensó – ese pensamiento, ese sentir, esa posesión que ella despertaba en él era lo que dominaba a Armando, esa sensación de ser domado le encantaba. Armando comenzó a besar a Betty en la frente, eran pequeños picos, bajo por su nariz al llegar al manjar de su boca se entretuvo logrando despertarla.


Be. Que despertar más rico mi amor!! Jajajaja y eso???

Ar. Mi amor quería dejarte dormir pero esos labios no me dejaron despegarme jaajajaja

Be. Tan lindo mi Doctor…que quieres hacer hoy?

Ar. Pues mi amor, no sé qué quieras pedir, si quieres pedimos unas hamburguesas con coca cola? Te parece?

Be. Si mi amor, yo mientras me baño, dale?


Armando pidió el domicilio y pronto se recostó en el sofá mientras buscaba algo que ver, y pronto Betty le hizo compañía ambos se abrazaban recostados mientras veían una película, a la media hora sonó el timbre, Armando busco el dinero mientras Betty atendía.


Marcela. Con que tú eres la zorra de Barranquilla, verdad!???????!!!!! – estampándole una bofetada, Armando al escuchar los gritos de Marcela corrió al living, donde Betty se tocaba el rostro, el cual le ardía en rojo con forma de mano –

Ar. Mira Marcela Valencia TE CALMAS!!! A BETTY NO LE PONES UNA MANO ENCIMA, NUUUUNCA!!!

Mar. ADEMAS DE TODO LA DEFIENDES!??? ELLA QUIEN SABE QUE TE HECHO!!! QUE MENJURGE TE DIO PARA QUE TE VOLVIERAS UN COMPLETO ESTUPIDO!!! TU ERES MIOOOO!!!!


Betty lloraba, estaba en shock, su cara le ardía, no entendía porque esa mujer tenía que sobre reaccionar de esa manera.


Ar. MIRA MARCELA VALENCIA!!! A BEATRIZ NO ME LA VUELVAS A TOCAR MAS!

Marcela intento pegarle una vez a Betty retando a Armando pero esta se abalanzó sobre ella y le sostuvo primera una mano, intento pegarle a él con la otra y también la agarro, Marcela daba alaridos, estaba fuera de sus casillas, Armando no la reconocía.

Ar. ¡TE ME CALMAS YA! – dijo empujándola muy fuerte y haciendo tambalear.

Be. Armando no… que haces? Señora está bien?

Mar. Ud. no me toque!!! Zorra!!! Él estaba conmigo cuando Ud. Hacia quien sabe que con él en Barranquilla. – Betty miro a Armando con los ojos abiertos de par en par, Armando había olvidado decirle eso –


Armando se angustió se pasó la mano por el rostro y después el cabello, Marcela se dio cuenta que Betty no tenía ni idea.


Mar. No le habías contado? Pues sépalo!!! Él se fue disque para despejarse, te convertiste en su despedida de soltero… fuiste solo un resbalón!! Entiende Armando!! – Armando la miraba colérico – estas confundido, crees que la amas, pero no, solo es un capricho que te duro mucho porque yo me fui, pero tienes que entender que esto es solo eso… una de las muchas por las que has pasado Armando, por Dios! Reacciona, tu me amas a mi… - Marcela se acerca y toma su rostro entre sus manos –

Ar. NO ME TOQUES!... no me toques.. dijo con su voz de energúmeno. Betty vez al cuarto, Marcela ya se va, espérame allá – Betty obedeció –

Ar. Mira Marcela, te lo voy a decir solo esta vez, no te lo diré más, te largas de mi casa, no te quiero ver nunca más, me entendiste? YO NUN – CA – TE – HE – A . MA – DO! Y nunca lo haré, no te atrevas a buscarme o hacerle algo a Betty, por tu vida no te va a alcanzar para pagármelas, entendiste!??????

Mar. Armando por favor!!!! – Marcela lloraba – como puedes hablarme así? Como puedes lastimarme de esta manera? Soporto todos tus engaños, porque sabía que siempre volverías a mí, porque sabía que eras un gran hombre, por qué me haces esto?

Ar. Marcela… - suspiro – yo jamás quise hacerte daño, sé que te debo mil disculpas pero ahora no es el momento, entiéndeme, me he enamorado… por favor no te hagas más daño! Eres joven, hermosa, inteligente… tu puedes encontrar un hombre bueno, que te valore…

Mar. Que fácil se escucha eso, que fácil, cinco años de mi vida se fueron a la basura solo porque tú lo decidiste, lo terminaste sin si quiera consultarme! – Marcela estaba desconsolado, Betty la escuchaba y entendía su dolor, sintió pena por ella, Armando realmente la había hecho sufrir – yo era quien siempre estuvo para ti, me enfrente a mi hermano por ti, a pesar que Daniel me advirtió que clase de hombre eras y aun así seguí porque te amaba!

Ar. Marcela entiéndeme, yo no quiero hacerte daño pero es mejor que lo nuestro termine, sé que llorarás tratando de comprender todo esto, pero es mejor así a vivir en una mentira, yo no puedo seguir demostrándote algo que no siento, no sería justo para ninguno de los dos, nos terminaríamos odiando, perdóname, de verdad… no busque enamorarme, pero sucedió y debo aceptarlo, debo vivirlo, tú también debes vivir un buen amor Marcela, entiende eso sí!? – Armando se dejó caer en el sofá – yo sé que tanto pelear con Daniel por mi debe ser duro, de verdad me duele que no puedas demostrarle que se equivocó que tenías razón, me rompo el alma al lastimarte, pero no puedo luchar contra lo que siento Marcela, levántate! Tu realmente mereces a alguien mejor – Marcela se sentó al frente, Armando se arrodillo ante ella y le tomo sus manos – Marce, olvídame, tu mereces lo mejor de esta vida, eres una gran mujer, y lo que te he hecho no tiene perdón pero jamás serás una del montón – Marcela no podía dejar llorar, sus palabras eran duras pero verdaderas –

Mar. No tienes idea cuanto quisiera tenerte al frente y que no me doliera, Armando te llevas la mitad de mi alma, de mi vida, no entiendes eso? Yo te he amado desde niña, tú no eres mi primer, eres mi único amor… me condenas Armando, me condenas a ser otro más entre tu gente.


Armando volvió a su asiento, apoyo sus codos en sus rodillas mientras que en sus manos sostenían su cabeza cabizbaja. Betty estaba empacando sus cosas en la habitación, solo pensaba en huir de ahí, no quería pasar un segundo escuchando a esa mujer, darse cuenta de lo que Armando era capaz, en como la destruyo fue como un despertar, necesitaba salir de esa situación no entendía como después de todas las cosas que habían pasado no le había contado acerca de ese pequeño detalle, que ella era la otra, ese pensamiento le dolió. Betty salió del cuarto con una pequeña maleta, Marcela la miró sin reparar, Armando al verla se levantó de golpe y camino rápidamente hacia ella.


Ar. Betty… espera a donde vas?

Be. Estaré unos días en mi casa, hablamos después Armando..

Ar. No, no, no… mi amor espera… qué haces? Podemos hablar por favor? Armando tenía sus manos puestas en sus hombros, Betty hizo movimiento lográndose soltar de Armando.

Be. Creo que debes hablar con ella, después que soluciones esto tú y yo hablaremos, pero ahora no es el momento.

Ar. Betty no, porque tienes que irte… mi vida – la abrazo fuerte, quería evitar su partida – espera amor, no te vayas, si me dejas me muero Beatriz… - Betty lo empujaba con su cuerpo, no se atrevía a poner las manos sobre él –

Mar. Qué pasa aquí Armando? Déjala, no le ruegues, déjala que se vaya.

Ar. Marcela cállate si!? Cállate que esto también es importante Marcela… esto también es importante!!! – Este último grito espanto a Betty quien aprovecho que no la veía para entrar al ascensor el cual cerro con premura dejando aun Armando gritando dolido del otro lado –


Armando golpeaba la pared, toda se le había venido abajo en un segundo, Marcela había ruinado el mejor día de su vida, parecía que él mundo se ensañaba con él. Marcela seguía gritándole a Armando, ya estaba afónica él no podía escucharla de hacerlo habría cometido una locura, tomo su celular e hizo una llamada, Marcela intentó quitárselo alegando que no lo dejaría hablar con su perra, lo aruño. Armando se vio la línea roja en el brazo, estaba a punto de explotar… seguía sin mirarla.


Entró al estudio donde Marcela lo siguió se dio cuenta que las fotos que tenía donde aparecían juntos habían desaparecido por las de él con Beatriz, se puso histérica, y empezó a golpearla el pecho, Armando se cubrió el rostro mientras intentaba agarrarle los brazos, ella cayo de rodillas mientras golpeaba el suelo.


Ar. Marcela ya basta! Por Dios!!! Que intentas!!! Que quieres de mí? Ya te dije que no te amo, el pegarme no hará que vuelva a enamorar de ti, entiendeeee por Dios!!!

En ese momento sonó el ascensor

Ar, por fin llegaron!

Marg. Armando que paso? Donde esta marcela? Que te paso en el brazo? En el rostro?

Ar. Marcela mamá… eso paso! Tenías que contarle precisamente hoy que me comprometí con Betty, en serio que pensabas?

Marg. No hijo, ella llego mientras le contaba a tu papá lo que había hablado contigo, escucho todo y salió de la casa, no nos imaginamos que vendría directo acá, donde esta Beatriz? Qué vergüenza con ella…

Ar. Pues ahora mismo no sé, se fue, después de que Marcela le diera una cachetada y le dijera de lo que se iba a morir se fue… se fue..!! Maldita sea!! – Armando golpeo la mesa del comedor – en ese momento el ascensor se volvió abrir, entraba Daniel.

Dan. Muy bonito Mendoza ahora si le tiraste la vida a Marcela, donde está mi hermana, me la llevo ya! No soporta verla rogándole a un idiota!

Ar. Mira Daniel! Me respetas! No me vas a venir a hablar así en mi casa – Armando camina para darle un golpe en la cara, Margarita se interpone –

Marg. BASTA! Daniel vinimos por Marcela, no para hacer el problemas más grande, por favor! Armando donde esta?

Ar. En el estudio… miraba a Daniel con ganas de enterrarlo 10mil metros bajo suelo hirviendo.


Daniel traía a una Marcela derrotado entre sus brazos, ver a su hermana en ese estado lo afectó, fue la primera vez que Armando noto que Daniel tenía sentimientos.


Marg. Hija… por Dios! Que te hiciste!? – Marcela solo lloraba no era capaz de producir palabra –

Margarita acompaño a Daniel hasta el ascensor para asegurarse de que Marcela no hiciera más escándalos, no bajo con ellos.

Marg. Ahora si me puedes explicar que es lo que paso aquí?

Ar. No mamá ahora no puedo explicarte nada, tengo que ir a hablar con Betty, gracias a Marcela puede que me quede sin mujer, sin esposa, sin vida..

MArg,. Si quieres te acompaño, yo le explico…

Ar. No mamá, gracias, esto debo hacerlo solo…


Armando salió volado al parqueadero, antes se cercioro que Marcela y Daniel hubiesen desaparecido, se montó al carro e iba como alma que lleva al diablo en busca de Betty, de camino pensaba en la mirada de decepción que ella le había dado cuando se enteró de otras de sus mentiras, esperaba que no fuera demasiado tarde para hablar con ella, espera al menos que lo deje hablar.


Continuará…

 
 
 

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